En apenas unos días, el verano entrará de forma oficial. No obstante, el calor lleva semanas instalado en el ambiente y en las casas. Por eso, a continuación se hace un pequeño repaso a los trucos más sencillos con los que conseguir bajar la temperatura del hogar. Y no, no se necesita disponer de aire acondicionado comprado o casero para lograrlo. ¿Cómo? Las estrategias van desde saber cómo manejar las persianas y electrodomésticos hasta usar colores claros ¡y enfriar las sábanas en el frigorífico!
Truco 1. Ventanas y persianas: ¿abiertas o cerradas?
Si no se tiene un aparato de aire acondicionado o se quiere moderar su uso para que la factura de la luz no suba, existen algunos trucos con los que poder mantener la casa fresca.
Un primer paso es saber cuándo se deben abrir las ventanas y cuándo es preferible dejarlas cerradas. Pese a lo sencillo de la maniobra, no todas las horas son buenas. Cuando baja el sol, las temperaturas comienzan a descender. Y este es, por tanto, el momento para abrir las ventanas. De igual forma, este también será el tiempo adecuado para empezar a subir las persianas y correr las cortinas. Esta fórmula se podrá mantener durante toda la noche y las primeras horas de la mañana. A partir de las ocho de la mañana, si las temperaturas ya rebasan los 20 ºC, es interesante comenzar a cerrar el hogar. Con este sencillo gesto, la habitación habrá quedado aireada (no se requieren más de cinco minutos) y no entrará aire caliente.
Eso sí, es importante que antes de salir de la vivienda para ir a trabajar se dejen las persianas bajadas. Aunque la oscuridad en las estancias al regresar pueda resultar un poco triste, se agradecen los grados de menos que se habrán conseguido a lo largo del día sin gastar un euro.
Truco 2. Control de los electrodomésticos
Si una vez que se está en casa, no se para de cocinar, poner lavadoras o fregar los platos, es conveniente pensar durante dos minutos qué electrodomésticos tocará utilizar y si es posible ahorrarse alguno. Y es que de poco sirve tener la vivienda cerrada, si después se recalienta el ambiente al hacer un pollo asado. Por lo tanto, ¿cómo evitar pasar calor sin prescindir de la comodidad de la lavadora o de un plato suculento?
En el caso de lavar ropa, lo más interesante sería poner la lavadora a primera hora de la mañana. De esta forma, además de equilibrar el fresco de esta franja horaria, se aprovechan las altas temperaturas para que las prendas se sequen más rápido al aire. Si, además, se tiene la lavadora en una galería que da a un patio de luces o terraza donde tender, se puede sacar rendimiento al calor residual para potenciar el secado mientras se evita que el resto de la casa se caliente. ¿El truco? Cerrar la puerta de la galería y abrir la ventana al patio.
En cuanto a la cocina, es recomendable que la dieta se adapte a estas temperaturas sofocantes. Por eso, evitar las recetas que requieran horno, grandes dosis de cocción o el picante impedirá que el piso gane unos grados. Ahora bien, esto no implica que haya que pasarse tres meses comiendo platos fríos. Se pueden usar los fogones sin miedo, al igual que el horno, pero no se debe olvidar conectar el extractor de humos.
3 trucos más: ventiladores, colores claros y enfriar las sábanas
Controlar la entrada de aire fresco en el hogar -o evitar que entre el calor- y tener conciencia de los aparatos que juegan en contra es el principio para impedir que las altas temperaturas quiten el sueño. Pero aún existen tres trucos básicos con los que conseguir que esos grados de menos logrados se noten aún más.
- ✅ El uso de un ventilador es clave en estas fechas. Ahora bien, no se trata de mover aire caliente, sino frío. Además, es importante crear corrientes de aire. Para ello solo se debe poner el ventilador en la dirección opuesta a la ventana. Por lo tanto, la lógica señala que este aparato tendrá un mayor efecto a partir de la noche. Y el resto del día, ¿qué se puede hacer? El truco más clásico es poner una cubitera con hielo y sal gorda justo enfrente del ventilador. Sencillo, barato y efectivo.
- ✅ Otro de los básicos del verano es jugar con las percepciones. Los colores claros generan la sensación de ligereza y frescor. Por este motivo, utilizar estos tonos en colchas, sábanas y cortinas ayudará a crear un ambiente más agradable. Y no hace falta redecorar la casa. Basta con poner una sábana vieja de color clara sobre un sofá oscuro para conseguirlo. Donde no se puede fallar es en el tejido. Durante el verano nada de pana o terciopelo, el algodón es el mejor aliado.
- ✅ Si abrir las ventanas durante la noche es inútil porque el vecino tiene el aparato del aire acondicionado sobre la vivienda, hay un último truco. Para contrarrestar el calor que entra por ese electrodoméstico, se puede hacer que la cama esté más fresca de lo habitual. Para ello, solo habrá que meter las sábanas en una bolsa y dejarlas un rato en el congelador. Antes de irse a dormir, se hace la cama con las sábanas frescas ¡y a descansar!