Las verduras son fundamentales en la dieta diaria por la gran cantidad de beneficios que reportan y porque conservan el organismo vivo. Su consumo ayuda a prevenir diversas enfermedades, como cardiopatías, cáncer, diabetes y obesidad. Constituyen una importante fuente de vitaminas y minerales, que contribuyen a mantener un estado de salud adecuado, y son ricas en fibra, lo que sirve para mejorar el tránsito a través del aparato digestivo y para reducir los niveles de colesterol en la sangre. Por ello, las verduras y las frutas ocupan un papel esencial en la pirámide nutricional, como se explica a continuación. Hasta la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja consumir cinco raciones diarias.
Los vegetales que sostienen la pirámide nutricional
La pirámide alimentaria es un gráfico diseñado por expertos en nutrición y medicina que busca indicar, de una forma sencilla, cuáles son los alimentos necesarios en una dieta sana y equilibrada. La última pirámide alimentaria presentada por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) recalca la importancia de comer de forma saludable, pero también de mantener actividad física a diario.
En un primer peldaño de la pirámide parecen alimentos que provienen del grano, como las pastas, el maíz, los cereales, el arroz, el pan, etc. A la mitad, y con recomendaciones muy específicas, están los alimentos que provienen de las plantas, los vegetales y las frutas, todos ellos alimentos ricos en fibras, vitaminas y minerales. Un piso más arriba aparecen dos grupos, la leche y derivados, y los pescados; en ambos casos son alimentos ricos en minerales esenciales como el calcio, el hierro y proteínas. Por último, y recomendando un consumo ocasional, se encuentran la carne roja, los dulces y procesados.
Teniendo en cuenta la importancia de incluir las verduras en la dieta de cualquier persona, las verduras congeladas se convierten en una excelente alternativa a las denominadas «frescas». Gracias a su proceso de ultracongelación, no solo retienen las vitaminas, las fibras y los minerales, sino que, además, son igual de nutritivas que las recién recogidas de la tierra.
En este sentido, las verduras congeladas son una pieza clave en la nutrición de las personas, ya que son alimentos fundamentales por los numerosos beneficios que aportan. Son bajas en calorías, pero muy completas por ser fuente de vitaminas, minerales y fibra, que son nutrientes esenciales para el cuerpo humano. Las verduras poseen vitamina B2, B8, B9 o vitamina C, entre otras. Además, intervienen en la producción de energía, regulan el funcionamiento del sistema nervioso y circulatorio, mantienen la estructura ósea y muscular e influyen en la síntesis de otras sustancias, como los glóbulos rojos o las proteínas.
Las verduras congeladas y la dieta sostenible
Por último, cabe destacar que, según las recomendaciones de los expertos, además de la necesidad de llevar una dieta saludable, también hay que tratar de que esta alimentación sea solidaria, justa y sostenible desde el punto de vista social y medioambiental.
En esta línea, las verduras congeladas se postulan de nuevo como un alimento que encaja a la perfección, ya que el proceso de ultracongelación se basa en un método de producción eficiente, con bajo impacto ambiental y que reduce el porcentaje de residuos orgánicos. El producto llega a los hogares limpio y troceado, sin desperdicios, lo que ayuda a organizar la planificación de menús, a cuidar de la economía familiar y a no desechar alimentos.
Con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la necesidad de incorporar las verduras en la dieta diaria como hábito de vida saludable, la Asociación Española de Fabricantes de Vegetales Congelados (ASEVEC) cuenta con un espacio en Internet que permite conocer con profundidad y rigor el mundo de las verduras congeladas. En esta página web se puede ver el proceso de fabricación de las verduras congeladas, las zonas españolas donde se recogen las diferentes variedades, consejos de salud y hasta el mejor tratamiento y uso en la cocina para elaborar platos deliciosos.