En algunos foros en Internet se denomina “síndrome de cuello roto” al dolor cervical provocado por adoptar una mala postura cuando se utilizan tabletas, laptops (portátiles pequeños) y teléfonos móviles o por su uso excesivo. Sin embargo, este dolor, que puede llegar a ser muy agudo y extenderse a otras zonas colindantes, como la cabeza, los hombros y la espalda, se puede prevenir. A continuación se expone la razón de esta molestia en el cuello y qué medidas pueden evitarla.
Síndrome de cuello roto: dolor cervical por malas posturas
La tecnología es parte importante en la vida diaria de muchas personas gracias a las numerosas comodidades que proporciona. Pero, como pasa con otros aspectos, es contraproducente cuando no se utiliza bien. Un uso inadecuado y excesivo de smartphones o dispositivos portátiles conlleva riesgos derivados sobre todo de una postura incorrecta.
El problema surge porque las personas inclinan la cabeza hacia abajo cuando consultan el móvil o emplean la tableta. Este pequeño gesto hace que los músculos posteriores del cuello trabajen mucho al tener que soportar más peso: se calcula que una inclinación de 60 grados puede suponer para la espalda el esfuerzo equivalente a cargar sobre los hombros 27 kilos, tal como indica un estudio publicado en la revista Surgical Technology International.
Un uso inadecuado y excesivo de móviles y ordenadores conlleva riesgos derivados sobre todo de una postura inadecuadaSegún esta investigación, solo el gesto de «sacar el móvil del bolsillo e inclinar la cabeza hacia abajo supone tal esfuerzo para la columna vertebral que, a la larga, puede provocar dolores y problemas musculares en la espalda». La solución, según el trabajo científico, pasa por levantar los brazos a la altura de la cara y mirar el aparato con la cabeza erguida.
Un estudio realizado en primera persona por el periodista especializado en nuevas tecnologías Adam Clark revela que la excesiva consulta a los smartphones le ha llevado a «sufrir dolores de cabeza muy recurrentes, como si alguien me hubiera golpeado en la cabeza con una barra de acero». En la mayoría de los casos esta dolencia -que no enfermedad- la sufren más los jóvenes, que son los que más tiempo pasan frente a las pequeñas pantallas.
Cómo evitar el dolor de cervicales
La primera de las recomendaciones es cambiar los hábitos posturales. En muchos casos no es una tarea fácil, porque se adoptan posiciones forzadas de forma inconsciente. Ser consciente del problema e intentar cambiar de postura es el primer paso para conseguir sentarse del modo correcto y reducir tensiones.
Además, deben tenerse en cuenta otras recomendaciones ergonómicas frente a una pantalla:
Mantener una distancia de entre 25 y 30 centímetros entre la pantalla y los ojos.
La espalda debe estar recta y, si es necesario, se levantará el dispositivo a la altura que permita tener la cabeza recta o ligeramente inclinada hacia abajo.
El teclado debe estar bajo, a una altura que deje tener los brazos alineados con el tronco y los antebrazos a 90º de estos con las muñecas en posición neutra.
Sentarse lo más atrás posible de la silla, con el respaldo recto, la espalda erguida. Es importante cambiar de posición cada cierto tiempo y levantarse cada 45-60 minutos.
Las rodillas deben estar en un ángulo de 90º.
Los pies tienen que quedar paralelos y con toda la planta en el suelo.
Es preferible que la luz sea natural y evitar reflejos en la pantalla.
Con un uso prolongado del ratón es recomendable alternar de mano cada cierto tiempo.
En cuanto al uso de móviles, las premisas para evitar problemas cervicales son las mismas, pero la más importante es la siguiente: la pantalla debe quedar a la altura de los ojos para impedir inclinar la cabeza hacia abajo.
Tampoco deben olvidarse otros aspectos:
En la cama, no emplear almohadas que inclinen mucho la cabeza, porque también pueden aparecer alteraciones en la columna y contracturas musculares. Acostados, la cabeza debe estar en la misma dirección del cuerpo.
Para viajar en coche, la cabeza debe apoyarse en el asiento.
Evitar estar todo el día sentado, mantenerse activo y hacer deporte de forma habitual; para ello, antes deben calentarse los músculos y, después, hacer estiramientos.
Si se carga una mochila, debe llevarse pegada al cuerpo, a la altura de la zona lumbar o entre las caderas, por encima de las nalgas. Es recomendable no cargar más del 10% del propio peso.
Si, pese a todo, aparece dolor o hay molestias, lo más recomendable es consultar al médico, que es quien decidirá cuáles son las medidas más adecuadas que deben aplicarse. Es importante evitar el reposo y seguir una vida lo más normal posible, fundamentada en mantenerse activo tanto como se pueda.