¿Dormir bien las noches de verano y sin aire acondicionado? ¡Es una quimera! Aunque en realidad no resulta imposible del todo, siempre que se trate de dormir lo más cerca del suelo posible, con los pies fuera de la cama, se cuelgue en la ventana una sábana mojada o se coloque junto al ventilador un recipiente con hielos y sal. Estas y otras argucias que se proponen en este artículo pueden ayudar a dormir del tirón en pleno mes de agosto. ¡Y sin hacer crecer la factura de la luz!
El 20% de la población padece dificultades constantes para conciliar el sueño, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Más aún en verano, cuando el calor impide pegar ojo, en las noches en que el termómetro no baja de los 25 ºC. Para tratar de dormir en esas condiciones, se pueden seguir algunos trucos fresquitos, dictados por el sentido común, pero que conviene recordar de vez en cuando.
Truco 1. Mantener la casa fresca
Para poder dormir cuando llega la noche, es imprescindible que el dormitorio esté fresco. Y, para conseguirlo, hay que mantener la casa durante el día a una temperatura agradable. ¿Cómo hacerlo? Conviene abrir las ventanas a primera hora de mañana, sobre las seis, y cerrarlas en cuanto dé el sol. En ese momento, es importante hacer que la vivienda permanezca en penumbra hasta que anochezca, cuando de nuevo se puede abrir las ventanas para que entre aire más fresco.
Truco 2. Mojar una sábana y colgarla de la ventana
Si se coloca una sábana mojada en la ventana, el ambiente se refrescará muy pronto. Además, también se puede recurrir a mantener fresca la ropa de cama. ¿Cómo? Enfriando la almohada (se puede poner un acumulador de frío grande dentro de la funda de almohada) o metiendo las sábanas en el congelador durante unos minutos. El frescor con este truco durará unos 15/20 minutos, que es el tiempo que se tarda en coger el sueño y caer dormido.
Truco 3. Cenar dos horas antes de ir a dormir
Para dormir bien es muy importante alimentarse de forma adecuada. Además de estar hidratado, hay que comer de manera equilibrada a lo largo del día e ingerir una cena poco copiosa: gazpacho, fruta, yogur… Y se deben tomar los alimentos unas dos horas antes de meterse en la cama. La digestión es un proceso muy pesado, lento y que provoca calor. Por esta razón se debe, además de cenar temprano, hacerlo con alimentos ligeros.
Truco 4. Estrategia ventilador: colocarlo de la manera más adecuada
Para impedir la entrada de aire caliente en el dormitorio, se puede colocar un ventilador, pero con las aspas girando hacia la calle. Más efectivo aún para bajar la temperatura en casa es poner un recipiente con hielo y sal junto a las aspas del ventilador, para que refresque el ambiente. Y, en caso de ventiladores de techo, tener muy presente que en verano hay que hacerlos girar en el sentido contrario a las agujas del reloj.
Truco 5. Noches calurosas, ¿dormir solo o en compañía?
¿Solución idónea para poder pasar las noches estivales a gusto? Estar solo en la cama. Dormir con otra persona al lado da mucho calor y aumenta la sensación de agobio y bochorno, sobre todo si la cama no es de grandes dimensiones.
Truco 6. Usar sábanas de algodón y cambiarlas a menudo
El algodón es uno de los mejores tejidos que se pueden utilizar en verano, ya que permite la transpiración, pero deben ser de calidad. Si unas sábanas tienen muchos hilos pero son de algodón malo, serán pesadas, rígidas y darán mucho calor. Las fibras sintéticas, como el poliéster o el acrílico, no transpiran bien y resultan más ásperas. No son recomendables.
Truco 7. Sacar los pies de las sábanas
Dormir con un pie (o los dos) fuera de las sábanas permite hacerlo mejor en los días muy calurosos. Esto es así si se atiende a las razones de la profesora Natalie Dautovitch, investigadora de la Fundación del Sueño en Estados Unidos. La experta señala que al sacar los pies fuera de las sábanas se refresca el cuerpo muy rápido, pues la piel en las extremidades es distinta a la del resto del cuerpo, no está cubierta de pelo y tiene estructuras vasculares que ayudan a liberar el exceso de calor.
Truco 8. Dormir en verano: con ropa ligera o ¡desnudos!
Si se quiere dormir bien es importante llevar prendas holgadas en la cama. Además, el pijama o camisón deben ligeros, de telas suaves y claras -si es posible, de algodón, ya que permite transpirar-. Algunos médicos van más allá y opinan que lo mejor, si hace mucho calor, es dormir sin ropa.
Truco 9. Las luces, en verano, ¡mejor apagadas!
Ni luz en la mesilla para leer, ni televisión en la cama. Las luces y aparatos eléctricos emanan energía -y calor-. De hecho, menos del 20% de la electricidad consumida en una bombilla se convierte en luz; el otro 80% es calor. Por ello, al mantener las luces apagadas se pasará menos calor. Este consejo es válido también para electrodomésticos como la plancha, el horno y los televisores, sobre todo los de grandes dimensiones.
Truco 10. Dormir a ras del suelo y sin alfombras
El aire caliente sube porque es menos denso que el frío. Por eso, si se coloca el colchón de la cama a ras del suelo, se podrá dormir más fresquito. Además, para conseguir que el suelo en verano se mantenga fresco, se deben retirar las alfombras, ya que estas proporcionan mucho calor.