El aguacate, suave y untuoso, es un fruto especial y toda una referencia en la gastronomía mexicana. Combina muy bien con casi todas las ensaladas (también las de legumbres) y marida de maravilla con el salmón. La mezcla de aguacate, lascas o virutas de queso y tomate es apropiado para los días de calor.
Y los nachos mexicanos mejoran notablemente cuando se acompañan con guacamole. Una vez abierto tiende a la oxidación (se oscurece su carne), por lo que se conserva mejor con unas gotas de limón o envuelto en papel transparente en la nevera.
Aguacate: un ingrediente estrella, cientos de recetas
Hay muchas maneras de preparar un aguacate o una palta, como también se conoce a este fruto en otras partes del mundo. Desde las más sencillas (como abrirlo por la mitad y rascar su pulpa con una cuchara para comerla) hasta las más elaboradas (como hacer aguacate al horno con huevo), el abanico de recetas es amplio. En los días de calor es cuando más apetecen las preparaciones frescas: un humus de aguacate, una ensalada vistosa, acompañando un tartar con salmón…
«Casi todas las recetas que se preparan con aguacates forman parte de la categoría de entrantes, como ensaladas, tostas, marinados, tartares o canapés«, explica el chef Peio Gartzia. Estos «se sirven siempre en frío o ligeramente templados, que es donde se puede apreciar en su totalidad el sabor y la textura de esta fruta. No obstante, también está la posibilidad de darles un toque de calor, cocinándolos a la plancha o al horno«, añade.
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