Ya ha llegado el verano y, con él, las vacaciones, el momento perfecto para explicar algunas ideas y repasar ciertas recomendaciones para protegernos del sol. Si se aplican, tendrán un efecto muy positivo en nuestra salud y, sobre todo, en la de nuestros peques. Y es que el principal responsable del cáncer de piel (melanoma) es la radiación ultravioleta (UV) recibida de una exposición inadecuada al sol. En nuestro país, la incidencia de este tipo de cáncer aumenta un 10 % cada año, lo que hace suponer que podemos mejorar mucho nuestros hábitos de exposición solar, acertar con la protección utilizada y aprender a identificar las situaciones de riesgo, como abordamos a continuación.
¿Qué efectos tiene el sol sobre nuestra piel?
La protección solar no es solo necesaria los fines de semana o en las vacaciones; lo es en todas las actividades al aire libre que realicemos, ya sean entre semana por trabajo o en nuestro tiempo libre. El sol es fundamental para nosotros porque contribuye a la producción de vitamina D, la cual participa en la absorción y funcionamiento del calcio en el cuerpo. Pero, al mismo tiempo, la radiación ultravioleta recibida de una exposición excesiva al sol tiene efectos nocivos para la salud.
Algunas de las lesiones ocasionadas pueden ser quemaduras solares, manifestadas con enrojecimiento de la piel o formación de vesículas o ampollas; resecamiento y engrosamiento de la piel; envejecimiento prematuro, caracterizado por piel áspera, sin elasticidad, líneas de las arrugas gruesas; y manchas solares (pecas o lunares). Se estima que el 75 % de las arrugas son producidas por la exposición solar y que el 90 % de los casos de cáncer de piel están relacionados con una exposición inadecuada. Hoy en día se sabe que a mayor frecuencia e intensidad de las exposiciones solares durante la infancia y la adolescencia, mayor riesgo de aparición de cáncer de piel hay.
Le recomendamos consultar sobre el tema con su médico, si es que tiene algún problema dermatológico o está tomando algún medicamento.
Entonces, ¿cuándo debo protegerme del sol?
Empecemos explicando los niveles de radiación ultravioleta. Esta se mide con números a partir del 1, como a continuación se muestra en la gráfica.
Consulte el índice de radiación ultravioleta de su localidad en la web de la Agencia Estatal de Meteorología. En España, los índices de radiación ultravioleta son altos. Los niveles bajos (1 y 2) se producen en muy pocos meses del año (en invierno, sobre todo) y a muy pocas horas del día (muy temprano por la mañana). En Islas Canarias y Baleares son mayores, por lo que tenemos que siempre estar atentos a protegernos del sol, teniendo en cuenta que las horas de máxima radiación son entre las 12 y las 6 de la tarde.
Existen, además, otras ideas populares sobre cuándo y dónde debemos protegernos, que a lo mejor generan dudas y que intentaremos resolver:
- 1. No solo debemos protegernos en las vacaciones ni exclusivamente los fines de semana. Tenemos que estar atentos a protegernos en todas las actividades al aire libre sean el día que sean, y sean en la playa, la ciudad o el campo.
- 2. En invierno es importante protegernos en la montaña y durante los deportes de nieve, ya que la radiación ultravioleta se refleja en las superficies.
- 3. En los días nublados la mayoría de la radiación UV atraviesa las nubes, por lo que también nos podemos quemar.
- 4. El bronceado no es saludable; es una forma de defensa del organismo contra los daños causados por la radiación UV.
- 5. Aunque estemos en el agua, también podemos quemarnos, ya que el agua ofrece una protección mínima contra la radiación UV e inclusive el reflejo en la superficie podría incrementar nuestra exposición.
- 6. A pesar de que tengamos momentos de descanso a lo largo del día, debemos tener en cuenta que la radiación UV se acumula.
- 7. Aunque no sintamos calor en un día soleado, debemos protegernos contra la radiación UV. La sensación de calor viene de otro tipo de radiación solar, y no de los rayos UV que de igual modo estarán presentes.
- 8. La crema de protección solar no dura todo el día. Se debe volver a aplicar cada dos horas o en algunos casos después de un baño.
¿Cómo funcionan las cremas de protección solar?
Las cremas de protección solar son un tipo de protección física o química que genera una barrera en el cuerpo para evitar que los rayos ultravioletas penetren en la piel y generen los daños mencionados.
Pero debemos proteger también nuestro cuerpo con barreras físicas, como gafas, sombrero, sombrillas, camiseta u otro tipo de ropa.
¿Qué significa el número del protector solar?
El número de la crema de protección solar señala el factor de protección solar (FPS). El factor de protección solar indica el número de veces en el que la crema incrementa la capacidad de defensa de la piel para no quemarse. Es decir, si a una persona de piel clara le bastan 10 minutos al sol para quemarse (enrojecimiento), con una crema de protección solar de FPS 15 tardaría 150 minutos. Se recomienda utilizar cremas con FPS mayor a 30, y en los niños de 50. ¡Recuerde siempre verificar la fecha de caducidad de la crema y reaplicar cada dos horas para obtener la mejor protección!
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