El sida no es cosa del pasado. El tratamiento no acaba con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), aunque mejore la calidad de vida del enfermo y su supervivencia. Aún hay contagios y más infecciones de transmisión sexual (ITS). Cada vez ocurren más y, con frecuencia, como resultado de mantener sexo, a veces bajo la acción de drogas psicoactivas y/o alcohol y sin preservativo. Y en muchas ocasiones sucede tras contactar a través de apps o portales de citas en Internet. En este artículo abordamos el creciente aumento de las ITS y cómo afrontar este fenómeno.
Los casos de ITS en todo el mundo preocupan. Cada día, más de un millón de personas contraen una, alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y en España, las cifras de contagio se han disparado de manera «alarmante». Lo dice hasta la Fundación Española de Contracepción. «En los últimos 10-15 años ha habido un progresivo incremento de la incidencia de las ITS», puntualiza el médico Jorge del Romero, miembro de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc).
La situación no es la esperada. «El patrón epidemiológico del VIH y las ITS no ha variado en los últimos cuatro años», reconoce el Ministerio de Sanidad, que ha decidido prorrogar hasta 2020 su plan estratégico al respecto ideado para 2013-2016. Y es que las ITS no dejan de crecer desde 2005, como refleja el informe ‘Vigilancia epidemiológica de las infecciones de transmisión sexual en España 2016‘ del Centro Nacional de Epidemiología, sobre todo en el caso de gonorrea, sífilis y clamidia. Los hombres entre 20 y 34 años, habitantes de ciudades grandes y de Cataluña es el perfil del infectado más común.
Jóvenes en riesgo
Por su parte, la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) también avisa de este aumento entre los jóvenes: los chavales entre 15 y 24 años representan el 50 % de las personas diagnosticadas de ITS cada año y uno de cada cuatro adolescentes porta el virus del papiloma humano (VPH). En estas cifras el no uso del preservativo tiene mucho que ver. Según el Barómetro Control 2017 ‘Los jóvenes y el sexo’, solo un 71 % lo utiliza siempre, el 29 % lo hace ocasionalmente y un 95 % nunca lo emplea en el sexo oral.Además, los expertos advierten de otros fenómenos que favorecen conductas sexuales de riesgo con posibilidad de contagio: el auge de las aplicaciones móviles para buscar parejas sexuales o el chemsex, tomar drogas estimulantes, como mefadrona o metanfetamina, y desinhibidoras, como GHB o Ketamina, para practicar sexo.
Los consejos para frenar esta tendencia son los de siempre, mientras la investigación médica avanza en forma de vacunas. La teoría se sabe, pero hay que ponerla en práctica: adoptar medidas preventivas (vacunas, abstinencia, monogamia o preservativo en relaciones sexuales vaginal, oral y anal); ser responsable con la propia salud y la de los demás; y, en el caso de contraer una ITS o de haberse expuesto a situaciones de riesgo, acudir a un ginecólogo, dermatólogo o centro de atención de ITS, porque muchas de ellas no dan síntomas y pueden generar complicaciones, como infertilidad o favorecer el contagio del VIH.
¿Y para los padres? «Que se informen bien de los factores comentados y de la necesidad de usar preservativo para evitar ITS y embarazos no deseados. Deben tratar de que sus hijos sean responsables para disfrutar de sus relaciones sin perjudicar su salud», recomienda Del Romero, quien también es director del Centro Sanitario Sandoval (Madrid), donde desde hace 90 años se atienden al año casi 30.000 consultas anuales y diagnostican unas 4.000 ITS.
ITS con mayor incidencia
Conocer un poco mejor las ITS ya es un paso. Las causan más de 30 bacterias, virus y parásitos diferentes. Estas tienen la máxima incidencia:- Sífilis. Provocada por la bacteria Treponema pallidum, es una de las ITS más frecuentes. En 2016 se declararon 3.357 casos. Desde 2000 sus tasas de han incrementado (de 1,77 por cada 100.000 habitantes a 7,22 en 2016), si bien «se observa un estancamiento a niveles altos desde 2011». Los más afectados son hombres que tienen sexo con hombres. Se contrae al contacto íntimo con lesiones (úlceras) anales, genitales u orales. ¿Síntomas? Tras dos semanas surgen las llagas indoloras y, dos meses después, exantema cutáneo y signos como de gripe. Si no se trata con antibióticos, aparecen alteraciones neurológicas y cardiovasculares. El preservativo es clave para su prevención, como también la abstinencia sexual durante el periodo de úlcera.
- Gonorrea. En España crece desde 2001: de 805 casos reportados ese año a 6.456 en 2016. Otra bacteria, la Neisseria gonorrhoeae (gonococo), está detrás de esta ITS que está dando mucha guerra. «Es muy inteligente, cada vez que se introduce una nueva clase de antibiótico para tratarla, se vuelve resistente», confiesa Teodora Wi, doctora de la OMS. Además, para la mayoría de los infectados, jóvenes entre 15-29 años, no produce síntomas, pero es característico el flujo de color verde o amarillo y sentir dolor y sangrar al orinar. También afecta a la garganta. Sin tratamiento, podría acarrear infertilidad, inflamación pélvica o, en las embarazadas, contagio al bebé. Las medidas preventivas, como en la sífilis.
- Clamidia. Fácil de curar con antibióticos, como también de transmitirse por vía vaginal, anal y oral sin protección. Tanto, que en 2015 se diagnosticaron en nuestro país 3.563 casos y en 2016 se notificaron 7.162. Esta patología silenciosa causada por la Chlamydia trachomatis afecta más a mujeres (53 %) y muy jóvenes (93,97 casos por 100.000 entre 20 y 24 años). Enfermedad inflamatoria pélvica e infertilidad son las consecuencias de no tratarlas a tiempo. Atentos al ardor al orinar, la secreción del pene, las molestias alrededor de los testículos, el flujo vaginal anormal y el dolor o sangrado en las relaciones sexuales.
- Hepatitis. Los tres tipos de virus (A, B y C) se pueden contraer en las relaciones sexuales. Un alarmante brote en 2017 del VHA entre hombres entre 15 y 45 años que mantenían relaciones homosexuales dejó patente la importancia de vacunarse, una profilaxis no posible en el VHC, pero que sí cabe en el VHB, el más frecuentemente contagiado por vía sexual. Aún con las vacunas, en 2015 se notificaron 561 casos de hepatitis B y 916 de la C. Asintomáticas, pueden presentarse con ictericia y signos parecidos a la gripe. Junto con el uso del preservativo, no compartir agujas ni objetos personales contaminados con fluidos corporales también sirve para prevenirlas.
- VIH. La Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica apunta que desde 2009 tanto los casos de VIH y sida (estado avanzado de la infección causada por VIH) se mantienen estables en hombres y descienden en mujeres. En 2016 hubo 3.353 nuevos diagnósticos de VIH. La más temida de las ITS (puede desarrollar sida y acabar en muerte) es capaz de pasar años sin dar síntomas, pero con riesgo de contagio. Se transmite por sangre y fluidos corporales y la penetración anal es la práctica de mayor riesgo. No hay vacuna ni cura, aunque los tratamientos actuales permiten aumentar la supervivencia y la calidad de vida. El preservativo y no compartir agujas ni objetos personales contaminados con fluidos corporales impide su propagación. Además, la profilaxis prexposición (o PrEP) es eficaz para reducir las probabilidades de infectarse en personas con muy alto riesgo de contraer el VIH que toman medicamentos para el VIH a diario.
- Herpes genital. El virus del herpes simple tipo II (VHS-2) causa esta infección de trasmisión sexual altamente contagiosa para la que no hay cura, pero sí tratamiento que reduce los síntomas de los brotes (unos cuatro al año). Si presenta síntomas, los más comunes son ampollas y llagas dolorosas en genitales y ano. Abstinencia sexual durante el brote y preservativo, aunque no cubre el 100 % de las transmisiones, son las medidas preventivas.
- VPH. De los más de 200 tipos de diferentes de virus del papiloma humano, unos 40 son capaces de infectar la mucosa genital y anal de ambos sexos. La ITS más frecuente del mundo puede causar cáncer de cuello uterino, vulva, vagina, pene, ano e, incluso, en la parte de atrás de la garganta (cáncer orofarígeo). Se transmite sobre todo en las relaciones sexuales vaginales o anales. En la mayoría de los casos, el cuerpo se encarga de combatir el virus. No da síntomas, pero puede causar verrugas genitales y condilomas que deberán tratarse o extirparse. Para frenarlo puede vacunarse (en el calendario a los 12 años), someterse a revisiones periódicas y utilizar preservativo, a pesar de que no cubre el 100 % de las transmisiones.