Al final, por orden del Gobierno, los bancos serán quienes paguen el impuesto de constitución de las hipotecas. Eso sí, no habrá retroactividad. Esta medida da la vuelta a la decisión que tomó el martes el Tribunal Supremo, y que cargaba el coste del impuesto de actos jurídicos documentados (IAJD) al cliente, rectificándose a sí mismo y tras dos días de intenso debate. Hoy jueves se aprueba el real decreto que reforma la normativa en este asunto y que tiene por objeto “que nunca más los españoles paguen este impuesto”, en palabras del presidente Pedro Sánchez. ¿Pero de verdad quienes firmen a partir de ahora una hipoteca notarán un ahorro? ¿Cuánto? Arrojamos luz sobre esta cuestión.
¿A partir de ahora se ahorrará de verdad al firmar una hipoteca?
El último capítulo de lo que parece «el serial de las hipotecas» es la decisión del Ejecutivo de enmendar la plana al poder judicial. Así, aun «respetando su opinión», Sánchez anunció ayer (y aprobará hoy, 8 de noviembre) el real decreto ley que reforma la normativa vigente. Desde su entrada en vigor (el lunes 12), sin retroactividad, el banco se hará cargo del pago del impuesto de actos jurídicos documentados.
Esta decisión debería ser un motivo de enorme satisfacción para los clientes que firmarán una hipoteca a partir de ahora, pues ahorrarán una media de 1.500 euros. ¿O no?
Ya han aparecido las primeras dudas y quizás no se dé tal ahorro. Como ya adelantaban los especialistas cuando esperaban un posible fallo del Supremo desfavorable a la banca, los clientes acabarán abonándolo, de uno u otro modo. Y es que dan por seguro que las nuevas hipotecas «tendrán condiciones más duras o se encarecerán algunas comisiones», afirma el asesor fiscal Diego Fernández.
«Podría pasar que el cliente acabe pagando más que antes por formalizar una hipoteca», aseguran los expertos
Otros expertos, como Estefanía González, redactora jefe del comparador Kelisto.es, van más allá y señalan que «puede ser peor el remedio que la enfermedad» y que, aunque la subida en los diferenciales fuera pequeña, «el gasto extra que esto supondría para el consumidor neutralizaría e, incluso, aumentaría el coste que el consumidor terminaría pagando por su hipoteca». Por ejemplo, esta plataforma calcula que «una subida de 0,10 puntos en el tipo de la hipoteca supondría pagar un 10 % que cuando el cliente pagaba el tributo».
Los bancos y la Bolsa, a la expectativa
Ante las continuas decisiones y rectificaciones, los bancos permanecen en silencio. Si tras el pleno del Tribunal Supremo aplaudieron el fallo por «preservar la seguridad jurídica», ante el revés que supone para ellos el real decreto ley, se mantienen a la expectativa y observan las distintas opciones y reacciones que formulan partidos políticos y agentes sociales: suprimir el impuesto, que se repartan los gastos entre banco y clientes, exigencias de «ir más allá» y pedir retroactividad…
Las semanas previas a la decisión del Tribunal Supremo, la banca se había preparado para la posibilidad de tener que pagar. Y deberán hacerlo «solo a futuro», sin retroactividad, lo que supone un alivio para sus cuentas. Aun así, esto puede significar un impacto de 640 millones de euros anuales, según la agencia de calificación Moody’s, mientras que el sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha) eleva esta cifra a 1.147 millones de euros.
¿Qué impacto tiene todo este asunto en Bolsa? El parqué vive las mismas idas y venidas que el resto de implicados. Tras la sentencia del 18 de octubre favorable a los clientes, los bancos acusaron fuertes descensos que se calmaron ante el anuncio de un pleno para dilucidar la cuestión. El pasado martes, tras decidir los jueces que los clientes pagarían el impuesto, se llegó a la euforia para, a las pocas horas, llegar a la tensa calma. Los valores financieros ahora moderan sus ganancias en Bolsa.
En el caso del impuesto de las hipotecas hay más protagonistas. No podemos olvidar a quienes ya lo han abonado e, incluso, tienen reclamaciones interpuestas. Los afectados se preguntan si ya no queda nada que puedan hacer.
Lejos de instalarse en el pesimismo, asociaciones de consumidores, abogados y expertos de Hacienda señalan que se podría “intentar por la vía de las cláusulas abusivas recurrir a los tribunales europeos”, como explica Carlos Cruzado, presidente de los técnicos de la Agencia Tributaria (Gestha). Así, los hipotecados pueden esgrimir ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) que la cláusula en la que los bancos exigen al cliente asumir el coste del gasto hipotecario es abusiva. En ocasiones parecidas, como en el conocido caso de las cláusulas suelo, el alto tribunal europeo falló a favor del cliente bancario.