Comer plantas nos aporta fibra, pero este beneficio no es exclusivo de las personas. Los perros disfrutan comiendo algunos vegetales, e incorporarlos a su dieta implica añadir vitaminas a su cuerpo y facilitarle su tránsito intestinal. E incluso los gatos, carnívoros estrictos, obtienen ventajas de las plantas; con los vegetales eliminan las bolas de pelo que se acumulan en su estómago y sus peligrosas consecuencias. Aun así, debemos tener cuidado, ya que hay algunas plantas típicas de la época invernal y de la Navidad que les resultan muy peligrosas, hasta a veces mortales. Estas son seis de ellas.
La flor de Pascua, el acebo y el abeto de Navidad son peligrosos e incluso tóxicos para perros y gatos, ya que ingerirlos puede ocasionarles una indigestión o gastroenteritis e incluso problemas de salud graves
Los canes y felinos comen plantas por otros motivos distintos a la alimentación. En ocasiones lo hacen por estrés, incluso por puro aburrimiento. Este extremo resulta especialmente cierto en el caso de los perros que pasan demasiado tiempo solos en casa o de los gatos que no tienen acceso al exterior, y cuyo ambiente doméstico no está lo suficiente gatificado o adaptado a sus necesidades felinas.
El problema de esto es que hay plantas decorativas muy frecuentes en nuestras casas durante el invierno que son peligrosas para estos animales. Y mientras que, en algunos casos, ingerirlas puede ocasionar el amigo de cuatro patas una indigestión o gastroenteritis (vómitos y diarrea) más o menos severa, en otras ocasiones la toxicidad de algunas plantas puede implicarle problemas de salud graves. Por ello, quienes este invierno estén pensando en meter en su vivienda varias plantas necesitan conocer cuáles son seguras para su mascota y cuáles, por el contrario, deben evitar por completo.
La flor de Pascua es tóxica para la mascota
La planta de Pascua, o poinsettia, tiene coloridas hojas, en general de color rojo, que irritan los tejidos de la boca e incluso del esófago. Si el perro o gato ingiere por accidente estas hojas, puede provocarle náuseas y vómitos de relativa gravedad.
Pero, además, puesto que son plantas comercializadas a gran escala durante la época de Navidad, muchos de los ejemplares contienen pesticidas y fertilizantes peligrosos para ellos, en especial para los animales de menor tamaño, ya sean mininos o canes. Pero también los cachorros son muy vulnerables. Y las reacciones más severas pueden causarles convulsiones e incluso la muerte.
Acebo y muérdago: dolores intestinales para gatos y perros
Tanto el acebo como el muérdago son plantas características de la Navidad y con cierto riesgo para las mascotas. Pero la toxicidad de estos vegetales para el perro o gato no se reduce a sus hojas, ya que también sus frutos son peligrosos y su ingestión puede producir dolores gastrointestinales graves, con síntomas que incluyen diarrea y vómitos severos.En el caso del muérdago, los responsables de esta toxicidad son dos sustancias. En concreto dos proteínas llamadas toxoalbúmina y phoratoxina, que no solo causan daño en el estómago y el intestino, sino que, además, pueden provocar una bajada severa de la presión arterial, problemas respiratorios y, en caso de intoxicaciones severas, la muerte del amigo de cuatro patas. El consejo: mantenerlas lejos de la mascota estas Navidades.
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Lirios y narcisos: hermosos, pero muy peligrosos para la mascota
Los lirios son frecuentes en las casas durante la Navidad, y también son una pieza clave de muchos ramos. Pero estas plantas son tan bonitas como peligrosas para la mascota. Su polen resulta tóxico, en especial para el minino: con solo rozarla y lamerse después puede acabar en el hospital.
También los narcisos, conocida como la última flor del invierno, son muy peligrosos para gatos y perros, sobre todo, sus bulbos.
Abeto de Navidad: sus hojas son puntiagudas y les hacen heridas
El abeto de Navidad es la decoración navideña por excelencia y, según un informe de Vente-Privée, está presente en la mitad de los hogares españoles, por delante de las luces de navidad y del belén.
Este árbol se caracteriza por sus hojas afiladas, en forma de aguja, también conocidas como acículas. El problema es que las acículas irritan el estómago de la mascota, si las ingiere, y también puede provocarle obstrucción gastrointestinal, así como heridas.
Y no es el único peligro del abeto. Los aceites que segrega irritan la boca y el estómago de perros y gatos, mientras que, en caso de ingerirlos, los pesticidas y fungicidas (contra los hongos) que contienen muchos de estos árboles pueden causarles una intoxicación de gravedad.
Esta precaución se extiende al agua de las macetas. Hay que tener cuidado y evitar su acceso con barreras, vallas o cubiertas de madera.
Estos peligros hacen que traer estas plantas de invierno a nuestro hogar no sea lo más recomendable. Pero si no podemos resistirnos, conviene asegurarse de colocarlas donde estén fuera del alcance de canes y felinos.
Esta precaución es más importante en el caso de los mininos, ya que son grandes exploradores de las alturas y pueden saltar sobre cualquier mueble o estantería. Pero, además, si el felino es un amante del hábito de masticar plantas, es mejor darle un sustituto vegetal seguro, como la hierba gatera o el catnip.
Y recordemos: si por accidente, el gato o perro ingiere alguna de estas plantas, hay que llevarlo de urgencia y de forma inmediata al veterinario.