¿Una disputa con la comunidad de vecinos? ¿Problemas con tu inquilino? ¿El banco ha cobrado un concepto que no debía? Son muchas las situaciones en las que podemos necesitar ponernos en manos de un abogado, pero cuando llega el momento… ¿cómo elegir uno? Lo más conveniente, según los especialistas consultados en este reportaje, es escoger un abogado experto en el asunto de litigio. Si es un tema de trabajo, hay que acudir a un laboralista; si lo que se dirime es quién se queda con la custodia de los niños tras un divorcio, habrá que asesorarse con un abogado de familia, etc. Además, y primordial para no equivocarnos, es elegir a un profesional con suficiente experiencia y, si es posible, con referencias..
¿Abogado de cabecera? No, un especialista en cada materia
Tener un abogado como quien tiene un médico de cabecera es habitual en países como Estados Unidos, pero no en el nuestro. ¿Por qué los españoles no tenemos un abogado de referencia a quien acudir para cualquier problema? La clave está en el sistema legal, pues el anglosajón es muy diferente. En España, es bueno tener un abogado en quien confiar, «pero la complejidad del Derecho hace necesario que los asuntos se traten por especialistas«, explica Juan Carlos Burguera, del despacho Burguera Abogados.
No es lo mismo tratar un despido que la custodia de los hijos, ni reclamar una indemnización por un accidente que actuar contra un banco. El Derecho tiene múltiples ramas (derecho de familia, fiscal, laboral, penal…) y cada especialista se maneja mejor en el área en la que es experto que en las demás. Esta especialización asegura que siempre estaremos en las mejores manos, según el asunto que necesitemos.
Además, si en todas las profesiones la experiencia es un grado, en el caso de escoger abogado es fundamental tener en consideración qué ha hecho antes. Sus años de trabajo y los éxitos con los que cuente harán que tengamos más confianza y afrontaremos la situación con más seguridad.¿Cuándo se necesita un abogado?
¿En qué ocasiones nos hará falta un abogado? «Prácticamente todo lo que hacemos puede acabar necesitando la intervención de un abogado», apunta Burguera. Y, en especial, todo lo que implique un desembolso económico: compras, suministros, productos bancarios, seguros, viajes, inmuebles, trabajo… Pero «incluso materias que en principio no son económicas acaban en los juzgados, como cuestiones de familia o sobre el derecho al honor», reconoce. Y, además, hay cuestiones básicas, como firmar un contrato o revisar una factura, para las que en ocasiones se precisa de la ayuda de un experto.
Casi todo lo que hacemos puede acabar necesitando la intervención de un abogado
¿Y cuáles son las circunstancias más comunes para las que se recurre a un abogado en España? ¿Conflictos con vecinos o con la empresa? ¿Reclamaciones por accidente? ¿Herencias, divorcios, custodias…? «Últimamente -explica el experto- han tenido especial relevancia las reclamaciones bancarias, aunque en el resto de materias sigue habiendo litigiosidad».
Buscar un abogado: mejor, con referencias
El abogado escogido debe reunir una serie de cualidades. Además de ser experto en la materia que tenga que tratar, es importante que sea accesible. Así, hay que valorar que mantenga al tanto de los avances del caso y que responda a las llamadas y los correos electrónicos.
A veces es difícil saber dónde y cómo buscar (y encontrar) un buen abogado: por Internet, en prensa, a través de un anuncio en la tele o la radio… «Mi recomendación -apunta Burguera- es buscar un especialista en la materia de la que trate el caso». Es importante, además, contar con referencias antes de decidirse. En ocasiones, las darán familiares, amigos o compañeros, pues el boca a boca y la experiencia de allegados funciona muy bien en estos casos. También es posible consultar las opiniones vertidas en Internet. Y, por supuesto, la impresión que produzca tras mantener una conversación con él o ella será definitiva para tomar una decisión.
Los honorarios de los abogados
¿Cuánto costarán los servicios de un abogado? ¿Qué tarifas medias cobran? «No es posible hablar de tarifas medias pues cada asunto, en función de su complejidad, requiere un presupuesto personalizado», indica el letrado de Burguera Abogados.
Es importante no tener solo en cuenta este factor y evitar decidirnos por un abogado u otro por sus honorarios. Con tarifas similares (aunque sea un poco más elevada), siempre conviene escoger al que tenga más experiencia o aquél de quien se tenga referencias.
Los abogados del turno de oficio son profesionales muy competentes y asignados por la Administración para que las personas con pocos recursos puedan ser asistidos legalmente.
En el turno de oficio, como señala el abogado Juan Carlos Burguera, normalmente “se exige una especialización, por lo que la mayoría de los letrados tiene un buen conocimiento de la materia específica de la que van a tratar”.