Durante el último Congreso Nacional de Dermatología y Venereología celebrado en junio por la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), los expertos en el cuidado de la piel lanzaron la voz de alarma. Y es que cada vez son más los pacientes que acuden a sus consultas con síntomas de dermatitis alérgica por contacto: picores extremos, eccemas, pruritos, ronchas… Y no solo en las manos, como ocurría antaño con determinados profesionales que manipulaban sustancias químicas tóxicas (como peluqueros, limpiadores o pintores), sino en zonas como la nuca, la frente, los párpados, los antebrazos o las rodillas. ¿Qué está ocurriendo?
Según los dermatólogos españoles, una de las razones de este aumento alarmante se esconde en algunas de las nuevas técnicas cosméticas y estéticas que emplean acrilatos en sus formulaciones, bien como pegamento o como endurecedores. Algunos ejemplos conocidos: las pestañas postizas o sus extensiones, además de las manicuras y pedicuras de carácter permanente.
¿Son los acrilatos nuevos villanos para la salud de la piel? Sí y no. «Los acrilatos son excelentes materiales que hay que saber utilizar y reservar para un fin justificado, como en disciplinas como odontológicas y quirúrgicas», comenta Tatiana Sanz, miembro del Grupo de Dermatitis de Contacto y Alergia Cutánea en la AEDV. El problema se presenta cuando esta sustancia no está bien dosificada ni formulada, lo que ocurre muy a menudo en los kits estéticos de uso en casa (pestañas, postizas, extensiones, uñas permanentes…).
Según la especialista, el mal empleo de cosméticos que contienen acrilatos, junto con la percepción de que no hay repercusión para la salud, está incrementando los casos de dermatitis por contacto no solo en profesionales, sino también en usuarios no formados. «Por eso -continúa-, consideramos relevante formar, informar y regular el uso de estos productos como, por ejemplo, se ha hecho anteriormente con las tiazolinonas, conservantes con amplia difusión en cosméticos habituales como toallitas limpiadoras, cremas o productos de higiene y limpieza».
Acrilatos: un riesgo para la piel
¿Qué riesgos entrañan para la piel el mal empleo de los acrilatos? «El mayor peligro de los acrilatos es que tienen una reacción cruzada entre ellos, ya que una sensibilización puntual a un alérgeno concreto puede asociarse a otros acrilatos y repercutir en la vida futura del paciente», apunta María Elena Gatica, también miembro del Grupo de Dermatitis de Contacto y Alergia Cutánea en la AEDV. «La exposición a acrilatos utilizados para otras finalidades podría derivar en dermatitis de contacto a pegamentos», añade. ¿Un ejemplo? La sensibilización al pegamento de las pestañas postizas puede provocar alergias a otros productos como los pegamentos quirúrgicos, los adhesivos médicos o los cementos usados en odontología y traumatología.
Otra dificultad añadida de estos alérgenos radica en que la localización de la dermatitis por contacto no siempre coincide por la zona donde se ha aplicado el acrilato. «Es decir, no siempre existe una relación directa entre la localización sobre la que se ha producido el contacto y el lugar donde ha surgido la reacción alérgica», detalla Gatica. «Esto ocurre porque las sustancias que generan reacción pueden migrar, a través de las manos o vía aerotransportada, a otras localizaciones que el paciente no identifica, ya que no es la misma que el área donde se ha aplicado el producto», agrega. Así, puede que el gesto de ponerse unas pestañas postizas de manera prolongada acabe por causar un problema en el cuello.
En este sentido, la doctora Sanz destaca que «cuando detectamos sensibilización a un alérgeno iniciamos una investigación para descubrir la fuente de sensibilización y los productos que puedan contenerlo. Identificarlo nos permite informar al paciente y que éste evite el contacto con dicho alérgeno y aquellos asociados por una reacción cruzada. Esta es la única manera de prevenir nuevos brotes de dermatitis por contacto. Además, tenemos que fomentar la educación y concienciación para que los ciudadanos tengan todas las herramientas posibles que les permitan prevenir y actuar en caso padecer este tipo de dermatitis».
De ahí que sea imprescindible acudir al dermatólogo ante los primeros síntomas y llevar un pequeño listado con los productos de higiene o tratamiento cosmético que se están utilizando o se han utilizado con anterioridad, ya que, en muchas ocasiones, la dermatitis no aparece de inmediato, sino al cabo del tiempo cuando la piel se sensibiliza.
Cinco claves para evitar dermatitis estéticas
- 1. Leer con detenimiento los ingredientes de aquellos cosméticos y productos de higiene y evitar los que contengan acrilatos en su formulación.
- 2. Ante la duda, acudir a la consulta del dermatólogo o el médico de familia.
- 3. Evitar tratamientos estéticos, como las pestañas y extensiones postizas o las uñas de gel artificiales y lacas permanentes, que necesitan el uso de lámparas de rayos ultravioleta para endurecerse y secarse.
- 4. Ir siempre a centros de estética cualificados y exigir que nos indiquen con claridad los ingredientes de los productos que se aplican durante el tratamiento.
- 5. Echar mano de aplicaciones como Think Dirty, una app para el móvil capaz de leer todos los ingredientes del INCI (Nomenclatura Internacional de Ingredientes Cosméticos) y desenmascarar aquellos que puedan resultar dañinos.