Una de cada tres personas en nuestro país toma una dosis diaria de ibuprofeno más alta de la recomendada, según la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS). Y no solo eso. Consumimos de media al año 14 antiinflamatorios no esteroideos (AINE) por persona. Para evitar la automedicación, sobre todo, y poner freno a los excesos en las dosis, el ibuprofeno de 600 mg solo se podrá adquirir en las farmacias con receta médica, ya que este fármaco no es inocuo, como explicamos a continuación.
Nunca imaginó Stewart Adams, el farmacéutico británico que formuló el primer ibuprofeno en 1961 para aliviar en él mismo los efectos de una resaca, que su «píldora mágica» se convertiría, junto con el paracetamol y la aspirina, en el analgésico y antiinflamatorio no esteroideo que más abundaría en los botiquines caseros. Pero así ha sido, hasta el punto de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo incluye en su Lista de Medicamentos Esenciales.
Un rey antidolor del que abusamos. Los datos de consumo en nuestro país han disparado todas las alarmas. Según el último estudio de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, cada español ingiere al año una media de 14 antiinflamatorios no esteroideos ¿Mucho? Sí. Porque los consumimos en dosis muy altas: 600 mg en el caso del ibuprofeno, y 1 g en el del paracetamol (que no es un AINE). Según confirma el informe citado, una de cada tres personas en España toma una dosis diaria más alta de la recomendada. Y su ingesta no es inocua. Por ello, con estos medicamentos está pasando ahora lo que ocurrió con los antibióticos hace años: su abuso hizo que las autoridades sanitarias del mundo entero pusieran coto a su consumo, sobre todo al autorrecetado, sin dispensa médica de por medio.
Ibuprofeno con receta: la medida no es nueva
La Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos obliga a los farmacéuticos, desde 2015, a exigir la receta para vender paracetamol de 1 g e ibuprofeno de 600 mg. Pero en realidad, en muchas ocasiones se seguía haciendo la vista gorda. Ahora, cuatro años más tarde, adquirir estos analgésicos sin receta en las dosis mencionadas es mucho más complicado. ¿Qué ha cambiado? Ha entrado en vigor el Sistema Español de Verificación del Medicamento (Sevem), cuyo objetivo es endurecer la vigilancia para que en las farmacias no se sigan vendiendo sin receta aquellas medicinas que la requieran, como es el caso.
Con este sistema, cada caja de medicamentos vendrá con un código individual que permita tener un control más preciso, además de una pegatina que garantice la inviolabilidad de la caja. Y al que no cumpla, le pueden caer entre 30.000 y 90.000 euros de multa. Según Luis Santé Serna, jefe de servicio del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y especialista de la Unidad de Dolor, «el éxito de esta medida debe estar en concienciar a la población de hacer un uso racional del medicamento y la automedicación, atendiendo a la molestia que se pueda tener. Las dosis ingeridas deben tener relación con la intensidad del dolor que se padece».
En otras palabras, si hay un dolor crónico o persistente, debemos acudir al médico a que lo valore; y si la molestia es leve o moderada, disminuir la dosis de estos medicamentos. Y esta es la clave. Como aseguró en el último congreso de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFyC) el doctor Josep María Cost, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria en el Centro de Salud La Marina de Barcelona, «no hay ninguna razón científica para recomendar el uso de ibuprofeno de 600 miligramos. Se ha demostrado: dosis altas no aportan más eficacia en el tratamiento del dolor leve-moderado».
La Asociación Española de Medicamentos y Productos Sanitarios también recomienda el empleo de AINE a dosis bajas (máximo 1.200 mg/día), ya que está asociado a menores efectos adversos gastrointestinales y cardiovasculares. O lo que es lo mismo, el bienestar no está en la dosis, sino en utilizar la fórmula química más correcta y en la posología adecuada según el tipo de dolor y las características de quien los ingiere.
¿Cuándo puede resultar peligroso el ibuprofeno?
El ibuprofeno puede resultar peligroso en cualquiera de los siguientes casos, según José María Lozano, médico de familia y experto en el tratamiento del dolor:
- Pacientes con enfermedades del corazón deben evitarlo. Hay un estudio publicado en la revista British Medical Journal que señala que los antiinflamatorios no esteroideos aumentan el riesgo de infarto en este tipo de enfermos.
- Tampoco deben tomarlos quienes estén tomando medicamentos anticoagulantes, ya que pueden producirse complicaciones hemorrágicas si se combinan medicamentos como la warfarina o antiplaquetarios como Plavix con el ibuprofeno.
- Está desaconsejado en los asmáticos, porque puede llevar a sufrir un episodio de broncoespasmo potencialmente mortal.
- Lo mismo ocurre con las personas que tienen problemas gastrointestinales: deben consultar con su médico antes de tomar ibuprofeno, ya que este puede reducir el flujo sanguíneo en el área estomacal, así como irritar el revestimiento del estómago y los intestinos.
- Las embarazadas también deben evitarlo, pues este tipo de antiinflamatorios no esteroideos puede resultar dañino para el feto, sobre todo en las primeras etapas de la gestación, así como provocar lesiones cardiovasculares en la madre.
- Tampoco es aconsejable usarlo para aliviar las infecciones urinarias, puesto que retrasan su curación, según un estudio publicado por PLOS Medicine. Ni hay que emplearlo en personas con artritis reumatoide, debido a las contradicciones asociadas al aparato digestivo y cardiovascular.
- Si se tiene intención de consumir alcohol o realizar deporte, también se debe evitar tomar ibuprofeno. En el primer caso, puede irritar el estómago y ser causa de úlceras estomacales y daños hepáticos. En el segundo, en altas dosis podría llevar a dañar los riñones.
- Los antiinflamatorios potencian la retención de líquidos y, en consecuencia, pueden disparar la tensión sanguínea, por lo que conviene beber mucha agua.
Ibuprofeno y paracetamol: no son iguales ni valen para lo mismo
«La automedicación es muy peligrosa e incluso inútil -comenta el doctor Lozano-. Si bien no hay que acudir al médico frente a un dolor leve, sí conviene al menos preguntar al farmacéutico, que es un especialista instruido en química y en las interacciones entre los diversos analgésicos con otros medicamentos». Según el médico, «paracetamol e ibuprofeno son de la misma especie de analgésicos, pero su uso no es indistinto». ¿En qué se diferencian? ¿Cuándo utilizar uno u otro? Esta pequeña guía puede orientar:
- Contraindicaciones. Antes de diferenciar entre dolencias y enfermedades, es importante saber que el paracetamol está contraindicado para personas con problemas de hígado y alcohol. El ibuprofeno debe evitarse si se tiene estreñimiento, diarrea y gases, problemas en riñones o dificultades en la coagulación de heridas.
- No actúan a la misma velocidad. El ibuprofeno tarda unos 30 minutos aproximadamente en hacer efecto, mientras que el paracetamol algo más (entre 45 minutos y una hora).
- Dolores de cabeza y resacas. Neurológicamente, los efectos del ibuprofeno son muy limitados, por lo que ante un dolor de cabeza debe optarse por el paracetamol. Pero ¡cuidado! Este mismo fármaco dobla los efectos secundarios del alcohol y, en el caso de una resaca, ha de tomarse ibuprofeno.
- Dolores de espalda, musculares, de muelas. Ingerir paracetamol para conseguir rebajar la inflamación en procesos de dolor de espalda, musculares o de encías no es eficaz. Tiene efectos analgésicos, pero no antiinflamatorios. Por ese motivo, en este caso lo recomendable es optar por el ibuprofeno, que sí es antiinflamatorio.
- Artritis. Ocurre lo mismo que en el caso anterior. Lo recomendable es optar por el ibuprofeno.
- Dolor menstrual. Muchas mujeres creen que el efecto de ambos es similar. Pero, a pesar de que ambos reducen las molestias, el ibuprofeno resulta más eficaz.
- Fiebre. Para fiebres altas se recomienda el ibuprofeno antes que el paracetamol, aunque este también resulta efectivo.
- Gripe. Con la gripe suele venir asociada una debilitación de las plaquetas en la sangre, una contraindicación que también aparece en el prospecto del ibuprofeno, por lo que no se aconseja su uso en procesos gripales, y sí el del paracetamol.
- Heridas. Si la herida es reciente, debe evitarse el paracetamol, ya que es un fármaco con efectos anticoagulantes.