Las familias disponen de un recurso al alcance de su mano con el que poder desempeñar un papel relevante en el entorno escolar de sus hijos. Detrás de las conocidas antes como APA (Asociación de Padres), hoy en día denominadas AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnos) o AFE (Asociación de Familias de Escolares), hay miles de voluntarios que trabajan por defender los derechos de los estudiantes en los colegios donde están escolarizados sus niños. ¿Cómo formar parte de estas entidades? ¿De qué podríamos encargarnos los progenitores? En este artículo lo vemos.
Para casi el 70 % de las familias con hijos, participar activamente en la asociación de padres y madres del centro educativo de sus retoños es importante, según esta encuesta de 2016 de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), que aglutina a cerca de 12.000 AMPA. Sin embargo, la realidad de estas asociaciones no casa con esa apreciación. La mitad de las AMPA de España funcionan con la participación activa de menos de 10 padres y madres, y solo un 20 % cuentan con más de 20 integrantes comprometidos. Además, las madres constituyen una aplastante mayoría en estas entidades: 80 de cada 100 son mujeres. ¿Por qué esta implicación tan baja?
En el informe ‘Las AMPAs en el sistema escolar español: cómo son, qué necesitan y en qué creen’, presentado en 2018 por la Fundación de Ayuda a la Drogadicción (FAD) en colaboración con el BBVA y la UNESCO, se dan dos razones: implementar horarios más flexibles para compatibilizar este voluntariado con la vida laboral (60,2 %) y la precariedad en la que se desenvuelven y que exige un sobresfuerzo a las personas que deciden comprometerse en ellas. De hecho, como se recoge en este sondeo realizado a 161 AMPA que representan a más de 21.000 familias, no llega al 5 % las asociaciones de padres y madres de alumnos que tienen algún personal auxiliar para el desarrollo de sus tareas, mientras que el 50 % no dispone de la mínima dotación estructural, ni local propio, ni ordenador, ni teléfono.
De ahí que, además de más apoyos económicos y de los centros escolares, estas asociaciones pidan más implicación a las familias. Conocer cómo se organizan y sus funciones puede ayudar a que más padres y madres tomen parte activa en ellas.
¿Qué derechos tienen las AMPA?
Como estipula la ley, estas asociaciones pueden utilizar los locales de los centros docentes para llevar a cabo sus propias actividades (reuniones, guardar documentación). Para ello, la dirección les dotará de un espacio que puede ser exclusivo o no del AMPA. Además, como aparece en el ‘Manual de Participación para madres y padres‘ editado por la Junta de Andalucía, «la dirección les facilitará la integración de sus actividades en la vida escolar, teniendo en cuenta que no interfieran en el normal desarrollo de la actividad lectiva».En la ‘Guía para asesorar sobre el funcionamiento de las asociaciones de madres y padres‘ publicada por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, señalan, entre otros derechos: participar en la elaboración y revisión del proyecto educativo del centro; acceder a cualquier documentación e información en relación con la vida del centro; presentar candidaturas cuando se celebren elecciones al Consejo Escolar; y hasta designar y sustituir al representante del Consejo Escolar, aunque no haya elecciones. «Como AMPA tenemos un representante en el Consejo Escolar que traslada la posición de la asociación en los distintos temas que se tratan. Pero con la LOMCE es solo un órgano consultivo, sin poder de decisión, algo que como familias estamos pidiendo que se cambie, para que tengamos poder de decisión junto al resto de la comunidad educativa», aclara CEAPA.
¿De qué se encargan las AMPA?
Además de hacer uso de los derechos que les asisten, las AMPA también pueden proponer actividades extracurriculares para incorporarlas a la programación anual; participar en los procesos de evaluación interna y colaborar en los de evaluación externa del centro; e informar a los socios en un espacio cedido por el centro. Por todo ello, entre sus encargos más comunes están pedir subvenciones, gestionar actividades educativas, culturales, deportivas, recreativas y lúdicas, contratar seguros (responsabilidad civil y accidentes), poner en marcha servicios de préstamo de libros y hasta contratar el transporte escolar, entre otros.Las actividades extraescolares «no son la misión principal de las AMPA», tal y como reconocen en la Confederación de Asociaciones de Padres de Alumnos (COFAPA), que representa a cerca de un millón de familias en nuestro país. Y es verdad. Este tipo de actividades pueden estar programadas por la asociación de madres y padres, el colegio u otras entidades. Y el AMPA puede colaborar en aquellas para las que se solicite su ayuda. Sin embargo, en muchas ocasiones -en el 59 % de las veces, según el estudio de la FAD-, ellas son las organizadoras. «En muchos casos somos las encargadas de ofertar las actividades, contratar los monitores y velar por el funcionamiento correcto», apunta CEAPA. Pero en todos los casos, insiste COFAPA, «este tipo de actividades deben tener fines educativos y culturales y sin ánimo de lucro privado para la asociación».
Un aspecto distinto es su papel en los comedores escolares. Muchas de estas agrupaciones están pidiendo participar en la elección de las empresas que prestan el servicio, así como en el tipo de menús. Pero hay muchas diferencias entre comunidades autónomas. «Como familias tenemos claro que la responsable del servicio es la Administración y nosotros tenemos que formar parte de la gestión directa, pero sin cargar con responsabilidades que no nos corresponden», señalan desde CEAPA. De ahí que este tema genere tanta polémica, como ocurre en en el País Vasco.
¿Es obligatorio pertenecer al AMPA?
Formar parte de esta asociación es decisión personal de las familias con hijos matriculados en el centro. Y los requisitos, tres: solicitar por escrito la adhesión, aceptar los correspondientes estatutos y abonar la cuota prevista. Aun así, no son pocos los concertados/privados que la cobren con la matrícula. En algunos casos, la aportación se paga por familia y en otros, por alumno. Como señala el estudio de FAD, en la mayoría de los centros (62 %) los socios abonan entre 10 y 20 euros, mientras que en un 15 % pueden llegar a 50 euros.Más de la mitad de las AMPA no dispone de ningún apoyo económico más y quien sí lo recibe, tres de cada diez lo obtienen del ayuntamiento y solo un 10 % de la comunidad autónoma correspondiente. «En la mayoría de los casos son subvenciones para llevar a cabo proyectos o actividades específicas», puntualiza CEAPA.
¿Qué derechos y obligaciones adquieren los socios?
Una vez cumplimentado y entregado el formulario de inscripción en la sede del AMPA (o vía online) y hecho frente a la cuota, el socio adquiere una serie de derechos y deberes.Como asegura COFAPA, entre los derechos de los padres y madres está participar en las actividades propuestas y en los órganos de gobierno y representación; votar y asistir a la asamblea general; ser informado acerca de la actividad del AMPA; y a hacer sugerencias sobre los temas propuestos en las reuniones, entre otros.
Entre las obligaciones, destacan la de compartir los objetivos de la asociación y la de colaborar en la medida de sus posibilidades, pagar sus cuotas y cumplir los acuerdos aprobados.
¿Y si quiero formar parte de la directiva?
Las decisiones relevantes de las AMPA se toman en asambleas que, por lo general, se convocan una vez al año y a las que todos los asociados son invitados. Cada dos años en asamblea extraordinaria se debe constituir la junta directiva en la que, al menos, debe haber, como aparece en la guía de Castilla-La Mancha:- Presidencia: representante legal de la asociación. Convoca y preside las diversas reuniones, ejecuta acuerdos y ordena pagos.
- Secretaría: encargado de la documentación de la AMPA y de las actas y el registro de socios incluidos.
- Tesorería: responsable de las cuentas y el presupuesto de la AMPA.
- También caben vicepresidencia (apoya la labor del presidente y le sustituye en su ausencia) y vocalías que deciden con los otros cargos las gestiones y actuaciones de la AMPA y lideran distintas comisiones de trabajo: representante en el Consejo Escolar, de la Convivencia en el centro, organización de actividades formativas para madres y padres, comunicación, coordinación de actividades escolares, responsable de comedor, transporte y biblioteca, relaciones con el entorno…
Cualquier padre o madre asociado puede presentarse a cualquiera de los puestos de la junta directiva en el momento electoral y hasta colaborar en las comisiones de trabajo.
Las asociaciones y todas las entidades sin ánimo de lucro, como las AMPA, tienen obligaciones y responsabilidades fiscales y contables similares a una empresa. En este caso, las más importantes son, según la Confederación de Asociaciones de Padres de Alumnos: darse de alta en la Agencia Tributaria; declararse exentas de realizar el impuesto de sociedades, si no realizan actividades económicas y no superen los 50.000 euros; hacer cada año la declaración de operaciones con terceros, si no se superan los 3.000 euros (IVA incluido); o hacer la declaración anual, si se reciben donaciones por parte de terceros.