Aún faltan varias semanas para tu cita médica, pero quieres conocer los resultados de una analítica, o pasa que necesitas comprobar la posología del medicamento de tu bebé. En estos casos, y en otros muchos que precisen inmediatez y no revistan gravedad, consultar con un doctor a través de Internet puede ayudarte. Eso sí, debes tener claro que las citas médicas online no sustituyen nunca a las realizadas en persona cuando para tu dolencia sea necesaria una exploración física. En esta pequeña guía puedes despejar dudas y conocer qué servicios ofrecen las plataformas de salud online, cómo hacer una consulta o cuáles son sus precios.
¿Qué servicios ofrecen los médicos online?
Una consulta online con un doctor resulta un servicio cómodo y muy útil. A través de un chat o de una videollamada, es posible realizar consultas y solventar dudas, pues el médico ofrece servicios de asesoramiento, interpretación de resultados analíticos, segundas opiniones o cualquier otra atención sanitaria «que no precise exploración física», tal y como aclara Inma Zambade, consultora en estrategia digital especializada en el sector salud.
Pero también una consulta online es un servicio generalista de orientación médica, que en ningún momento pretende sustituir la atención presencial por parte de un profesional. Por tanto, «sirve para consultas de sintomatologías no urgentes y que sean susceptibles de consulta a través de este canal», añade Ángel Luis Aznar, jefe de desarrollo de negocio de salud de Mapfre España.
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Esta atención médica, en general, incluye especialidades. Cualquier profesional sanitario puede tener su consulta digital y estar presente en la Red para atender a sus pacientes, y esto engloba desde médicos de familia y especialistas hasta enfermería, pasando por psicólogos, fisioterapeutas o profesionales de farmacia.
¿Cómo funciona una consulta médica online?
Si deseas consultar con un médico a través de Internet, debes acceder a una de las webs dedicadas a este fin y contactar con un profesional por videollamada o a través de un chat, que son las maneras más utilizadas. Al otro lado habrá un profesional que intentará resolver tus dudas del modo más rápido y eficaz posible. Incluso te podrá prescribir la medicación necesaria para tu dolencia, ya que «hay mecanismos para hacerlo con garantía de seguridad, tanto para el profesional como para el paciente”, asegura Zambade.
Es bastante frecuente que los padres realicen consultas online sobre la posología de la medicación de sus hijos
También sería posible, tecnológicamente, enviar ambulancias aunque no es lo habitual. En general, si el médico consultado sospecha cierta gravedad, comunicará al paciente la conveniencia de acudir lo antes posible a las urgencias más cercanas.
¿Cómo saber que estoy en buenas manos?
A la hora de contactar con un médico online puedes encontrarte perdido, ya que hay muchas opciones: médicos que se dan de alta en directorios, facultativos que pertenecen al cuadro médico de alguna compañía y doctores que brindan este servicio desde su página web. ¿Cómo saber si es un buen profesional?
En primer lugar, conviene tener en cuenta que las plataformas digitales de primer nivel y las compañías realizan un control exhaustivo de las credenciales del profesional, que debe estar colegiado con licencia en vigor y acreditar experiencia y solvencia. Además, el nombre del médico y su especialidad vienen acompañados de su currículum, trayectoria y lugar de trabajo (hospital, clínica, consulta privada…) y de las opiniones de pacientes anteriores.
En otras ocasiones, se busca y consulta a este experto ex profeso, tras haber tenido consultas anteriores con él y resultar más cómodo y rápido hacer otra de este modo.
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¿Qué pacientes recurren a este servicio?
Cualquier persona puede usar una consulta online siempre que tenga conexión a Internet, pero entre quienes más las utilizan están las que valoran la inmediatez y desean una atención rápida a problemas concretos.
En general, estos pacientes no tienen sintomatología que puedan identificar como grave o urgente, pero quieren una respuesta de un profesional sanitario lo antes posible. Son personas que buscan descartar la inmediata visita a un médico. «Es bastante frecuente, en relación a los niños menores, que sus padres realicen consultas sobre la posología de la medicación», indica Aznar a modo de ejemplo.
¿Cuánto cuesta y cómo pagar?
¿Es muy caro recurrir a una consulta virtual? Hay distintas opciones y, por tanto, varios precios. En primer lugar, los profesionales pueden ofrecer servicios gratuitos en plataformas digitales de forma genérica y divulgativa. No es lo usual. En general, el médico realiza consultas por Internet y cobra por su atención personalizada (como en una consulta presencial). Otra alternativa es que el profesional pertenezca al cuadro de una aseguradora que brinda este servicio a sus clientes. En ambos casos, el paciente tiene que pagar el servicio.
Se puede cobrar por servicio, abaratar las consultas con bonos de varias sesiones e, incluso, hay packs familiares
Las consultas online tienen, en general, el mismo precio (o muy similar) que las consultas cara a cara (100/120 euros de media por consulta). Por supuesto, depende de cada profesional. Además, el médico puede «realizar un cobro por servicio o abaratar un poco sus consultas con un bono de varias sesiones con periodo de validez definido e, incluso, crear paquetes familiares… Hay muchas opciones», explica Inma Zambade. Cuando el profesional cobra una tarifa, la forma de pago más habitual es con tarjeta o mediante pasarelas de cobro online.
En el caso de acudir a este servicio a través de las plataformas de algunas compañías, hay aplicaciones específicas para sus asegurados, pero también pueden tener apps para cualquier cliente que lo desee. En estos casos, lo habitual es que sea «un servicio gratuito durante los primeros meses y, una vez transcurridos, funciona como una suscripción», indica Ángel Luis Aznar.