Dime dónde vives (y en qué trabajas) y te diré por qué tienes tanto estrés

La ciudad de residencia, el tipo de trabajo e incluso el uso de redes sociales como WhatsApp o Instagram condicionan tus niveles de estrés más de lo que imaginas
Por Itziar Salcedo 10 de noviembre de 2019
Paraguas lluvia ciudad
Imagen: Pexels

¿Usas WhatsApp, vives en Madrid o Barcelona, trabajas y tienes cargas familiares? Según las investigaciones llevadas a cabo por el observatorio de los centros Nascia sobre tecnología y estrés, responder afirmativamente a estas cuestiones te convierte en un firme candidato a padecer una sobredosis negativa de estrés. Conocido como ‘El mapa del estrés’, el estudio realizado por varios expertos señala cuáles son los lugares más estresantes de España para vivir y las profesiones más expuestas a este mal. Lo detallamos en el siguiente artículo.

Madrid y Barcelona, campeonas del estrés

Si fuera una competición deportiva, la copa a la ciudad más estresada del país se la llevaría Madrid. Ella sería la campeona de la liga con un golaveraje de 8,1 (puntuando el nivel de estrés del 1 al 10). El segundo puesto lo ocuparía con honor Barcelona, con un 7,9 sobre 10. Como farolillos rojos, se sitúan Ciudad Real y Córdoba (con un 6,2 y un 6, respectivamente), las que menos. En la zona de champions de esta pirámide del estrés nacional se encuentran Bilbao (7,5), Valencia (7,3) y Sevilla (7,2). A media altura, están Coruña, Lugo, Cáceres o Málaga, que oscilan entre el 7 y el 6,8. Y en la parte baja de la tabla figuran Valladolid, Zaragoza o Burgos, con una puntuación de entre 6,7 y el 6,2.

Los expertos señalan que, se viva donde se viva, el estrés es algo tan cotidiano como el respirar y que, de un modo u otro, todos lo sufrimos a diario de una forma moderada, ya que en el mapa intervienen muchos factores.

Por ejemplo, si habitar en una gran ciudad se adereza con tener cargas familiares y trabajar fuera de casa o no tener empleo, los baremos de patologías provocadas por el estrés se disparan. Un 65 % de las personas consultadas para la elaboración de este informe indican que el problema de su estrés viene provocado por el sentimiento de culpa que genera no poder conciliar lo laboral con lo personal. Pero si trabajar y cuidar de la familia y las relaciones sociales genera angustia y nervios descontrolados a casi 7 de cada 10 entrevistados, el problema aumenta si el desempleo —o el miedo a perder el trabajo— aparece en el horizonte.

¿Más? Otros ingredientes que agravan el panorama son el alto nivel de autoexigencia, querer realizar muchas cosas, aquello del «no me da la vida», y la incertidumbre económica y profesional. Y aunque la paridad sea un término muy deseable, en esto de padecer estrés las mujeres superan a los hombres: mientras que ellos lo sufren en un 46 %, en ellas el porcentaje sube al 54 %.

Profesiones de alto y bajo riesgo

Mujer oficina firmar

Imagen: Ernesto Eslava

Ser joyero, matrona, profesor universitario o dedicarse a la agricultura, según dictamina la investigación citada, son las profesiones más tranquilas. ¿Y las más estresantes? A la cabeza de trabajos con más exposición a padecer estrés destacan las que se engloban dentro de las fuerzas de seguridad del Estado. Policías y guardias civiles son los primeros de la lista, aunque no sufren un estrés continuado, sino provocado por las situaciones puntuales de tensión que deben afrontar.

Los que se llevan la palma de la tensión cotidiana son los mandos intermedios y los ejecutivos, por aquello de tener que soportar una mayor carga de estrés tanto en la dirección como en el liderazgo de equipos, además de estar sujetos de forma permanente a una serie de objetivos. Los periodistas, relaciones públicas y organizadores de eventos son también empleos que generan multitud de situaciones estresantes. Según los expertos, estar en el momento adecuado, en el lugar preciso o coordinar todas las necesidades de un meeting crean momentos de máxima tensión.

¿Influye ser autónomo o trabajador por cuenta ajena en padecer más o menos estrés? Al contrario de lo que a primera vista pueda parecer, no en demasía. El estudio concluye que el 75 % de los trabajadores con una nómina fija suelen tener una acumulación de tareas excesiva, relaciones tensas con el jefe y problemas de conciliación; mientras que al 80 % de los autónomos, lo que más les estresa es cumplir con los impuestos, captar clientes y que le salden las facturas a tiempo. A cambio de la incertidumbre a fin de mes, disponen de una mayor libertad para organizarse y su grado de conciliación social y laboral es mucho más satisfactorio.

Redes sociales estresantes

Instagram redes movil

Imagen: MrJayW

El mismo observatorio del estrés ha realizado una investigación sobre la influencia de las redes sociales en el nivel de estrés de sus pacientes. ¿Conclusión? Tener WhatsApp es tan estresante como aguantar la presión laboral. Sí, al parecer el 75 % de las personas con esta red social contestan de inmediato a los mensajes que reciben por este canal porque considera que no hacerlo es ignorar a la otra persona y existe una necesidad autoimpuesta de responder. Esto hace que la mente se disperse y no se concentre en las tareas que le ocupan en ese momento.

Otra de las redes que más afectan es Instagram, porque publicar dónde estamos, qué hacemos, qué comemos o con quién estamos se ha convertido en una obsesión para el 50 % de los usuarios de esta aplicación, más que Facebook.

Por último, el estudio señala que tener instalado en el móvil el correo electrónico del trabajo supone añadir una dosis extra de estrés. La razón es que se tiende a mirar de manera constante los correos recibidos y los horarios laborales dejan de existir.

¿Soluciones?

Uno de los puntos más señalados como generador de estrés por la mayoría de los expertos es aquello «quiero llegar a todo, pero no llego». Diana Albórs Fonda, psicóloga clínica, responde a la pregunta del millón: ¿qué técnicas son las más recomendables para vencer el miedo a no llegar a todo y al estrés que esto genera?

«Es un poco paradójico, pero lo primero que yo recomiendo a aquellas personas que tienen miedo a no llegar a todo es que dejen de querer llegar a todo. Lo más saludable es ser realista. Si adquiero más compromisos de los que puedo hacerme cargo, voy a claudicar«, explica la especialista, quien añade que, si adquirimos compromisos que son posibles de atender y, aún así, tememos no poder cumplir con ellos, entonces «el miedo es desadaptativo y puede deberse a una falta de confianza en una misma o uno mismo».

«La terapia por excelencia para solucionar el cualquier miedo o fobia es la exposición; es decir, colocarse en la situación temida para contrastar si mi creencia, la que me produce miedo, es o no cierta. Me expongo para crear nueva experiencia. ¡La realidad suele ser más benévola que la imaginación!», asegura Albórs Fonda. «Si la causa de esa creencia es que no me organizo, pues la intervención tiene que ir dirigida a la adquisición de habilidades de gestión del tiempo, resolución de problemas o toma de decisiones. Si el origen del miedo surge en una baja autoestima, se recurriría a terapias más emocionales y cognitivas», detalla.

Las apps se han convertido en herramientas para todo; también las hay para vencer el estrés y la ansiedad, pero ¿sirven de algo? «En principio, si son útiles, ¡bienvenidas sean! —dice la psicóloga—, aunque yo recomiendo que si se tiene un trastorno de ansiedad o se está muy estresado con frecuencia, se acuda a un profesional. Recordemos que el estrés o ansiedad es una respuesta del organismo a una demanda; es decir, tiene una causa. Si yo intervengo para eliminar el síntoma pero no la causa, a lo mejor no consigo que desaparezca más que temporalmente, pero el problema persiste. Yo recomendaría actuar sobre la causa para terminar con el problema. Ahora bien, sí es cierto que muchas de estas aplicaciones pueden ayudar a rebajar la tensión, sobre todo aquellas que inducen a la meditación, al relax o al sueño«.

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