Cuando vamos a la compra, cuando preguntamos qué hay en la nevera o cuando nos sentamos a la mesa, muchas veces hablamos de alimentos que no existen. Los comemos, sí, pero en realidad no se denominan de ese modo. Es el caso del jamón de York, las leches vegetales o el chocolate negro, entre otros, como explicamos en este artículo. Y también es el caso de productos a los que llamamos por su marca comercial. Es lo que se conoce como metonimia.
La metonimia trata de una figura retórica que muchas veces está detrás de que se terminen nombrando de manera incorrecta ciertos productos. Se emplea de forma inconsciente cuando, para denominar un determinado producto, solo nos referimos a una marca que, por la razón que sea, copó el mercado en un momento dado o fue, simplemente, la primera en poner esa clase de producto dentro y fuera de la cocina. Esta es la razón por la que muchas personas dicen ‘pan Bimbo’ para referirse al pan de molde, ‘Maizena’ en lugar de fécula de maíz, ‘Colacao’ en referencia a cualquier cacao soluble, ‘Danone’ a cualquier yogur, ‘Chupa-chups’ a los caramelos redondos con palo, ‘Casera’ a cualquier gaseosa…
De hecho, la «vulgarización de marca«, que es como realmente se conoce en el mundo de la mercadotecnia el hecho de referirse una gama entera a partir del nombre de una sola de las marcas que la componen, afecta a cualquier sector. Son ejemplos habituales referirse al ‘Minipimer’ en vez de a una batidora, ‘Kleenex’ en lugar de a un pañuelo de papel, ‘Rotring’ por las plumillas técnicas, ‘Delco’ por el distribuidor en un motor de explosión, ‘Rimmel’ para el maquillaje de pestañas, ‘Jacuzzi’ en vez de bañera de hidromasaje, ‘Tampax’ por los tampones higiénicos, y así un larguísimo etcétera.
El nombre correcto
Pero… si nos referimos a ellos de manera equivocada, ¿cómo deberíamos llamarlos? Te lo contamos aquí:
- Chocolate. En lugar de expresiones ‘negro’ o ‘puro’ referidas a un chocolate, busca aquellosproductos que ofrezcan un mayor porcentaje de cacao y con una menor cantidad de azúcares añadidos (en cualquiera de sus formas). Se dice ‘chocolate con un porcentaje de cacao X’ (el que corresponda).
- Bebidas vegetales. En este tipo de productos, de cualquier origen, contrasta la lista de ingredientes y escoge las opciones que incorporen la menor cantidad de azúcares.Se mencionan como ‘bebida vegetal de…’ o ‘extractos de…’ (lo que en cada caso corresponda).
- Yogures. La primera elección de estos lácteos deben ser los naturales y con apenas dos ingredientes: leche y fermentos lácticos. Si no llevan leche (por ejemplo, algunos sucedáneos vegetales) o si llevan otros fermentos distintos de los citados,no serán yogur.
Imagen: EliasSch
- Jamón de York. Elige aquellos productos que, ya sean jamones o paletas, lleven la indicación ‘extra’. En contraposición, los ‘fiambres’ son habitualmente de una menor calidad nutricional (y esas palabras –»fiambre de»– suelen ir en una tipografía inferior). Se dice ‘jamón cocido’ o ‘jamón asado’.
- Aceite de coco. Se obtenga por el método que se obtenga, este producto será ‘aceite de coco’ y nada más. Cualquier añadido («virgen», «extra») será un adorno más o menos eufónico, al margen de la normativa.
- Foie gras. Solo pueden llevar este nombre los productos elaborados con el hígado de oca o de dos especies concretas de pato. Cualquier pasta de carne a base de hígado de otro origen es, simplemente, paté.