La depresión no es solo un problema de adultos y adolescentes. Los más pequeños también la sufren e incluso pueden padecerla desde muy corta edad, a partir de los seis o nueve meses. En muchas ocasiones, estos menores se muestran tristes, apáticos y con problemas para comunicarse con sus seres queridos. Y, además, su incapacidad para expresar sus sentimientos y emociones dificulta detectar este trastorno mental. Por eso, como se apunta en estas líneas, sus padres deben estar atentos y conocer por qué se produce la depresión en los niños en edad preescolar y cuáles son los síntomas, así como las pautas para prevenir su aparición.
La depresión es un trastorno mental que afecta a cerca de 280 millones de personas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, esta enfermedad no es exclusiva de los adultos; prevalece en todas las edades, incluso en los más jóvenes. Distintas investigaciones apuntan que la depresión afecta al 1 % de los preescolares (entre tres y seis años), al 5 % de los niños en edad escolar (6-12 años) y al 13 % de los adolescentes.
Aunque es más infrecuente, este problema también puede hacer mella en los bebés. Expertos como Victoria del Barrio, autora del libro ‘Cómo evitar que tu hijo se deprima’, advierten de que la depresión infantil puede aparecer desde que el niño establece una relación afectiva, es decir, a partir de los seis o nueve meses de edad.
Causas de la depresión infantil
Pero, ¿por qué se produce la depresión en niños tan pequeños? La depresión, en general, se desencadena por la pérdida de algo. En el caso de los menores de seis años, esta carencia tiene que ver con la falta de cariño y de la presencia de la persona deseada. Pero esto no significa que cualquier bebé que sufra el distanciamiento de su referente afectivo padezca una depresión.
Existe una serie de elementos que fomentan la aparición de este trastorno en los peques, que en la edad preescolar están ligados a las relaciones familiares. Algunos de los factores de riesgo familiares que pueden desencadenar una depresión infantil y que destacan los protocolos de la Asociación Española de Psiquiatría del Niño y el Adolescente son:
- Abandono.
- Maltrato: abuso psíquico y físico.
- Problemas emocionales de los progenitores.
- Antecedentes psiquiátricos familiares, como depresión parental.
- Enfermedades médicas crónicas en el hogar.
Cómo saber si un niño tiene depresión infantil
Los niños más pequeños tienen mayor dificultad que los adultos para expresar y comunicar sus sentimientos y emociones. Esto explica que, en muchos casos, la depresión infantil pase desapercibida para los progenitores.
Pero, además, a los familiares les cuesta reconocer que su hijo de corta edad pueda padecer un estado depresivo, ya que es una enfermedad que no suele asociarse a la infancia.
¿Qué señales pueden alertar, entonces, a los padres? Existen numerosos síntomas que pueden indicar la depresión en el niño. En especial, los padres, madres y maestros de Educación Infantil deben estar atentos a los cambios de humor en los que sobresalgan la tristeza y la falta de interés por hacer las cosas (apatía).
👉 Síntomas de depresión en menores de 6 años
Diversos autores y, en especial, la ‘Guía de Práctica Clínica sobre la Depresión Mayor en la Infancia y en la Adolescencia’, publicada por el Ministerio de Sanidad, señalan los siguientes síntomas de depresión para diferenciar este trastorno en los niños y niñas de edad preescolar:
- Ansiedad por separación.
- Irritabilidad.
- Rabietas frecuentes, falta de colaboración con los padres.
- Llanto sin motivo.
- Quejas somáticas, como dolores de cabeza o abdominales.
- Pérdida de interés por los juegos habituales.
- Exceso de cansancio o, por el contrario, de actividad.
- Problemas para lograr el peso correspondiente a su edad (anorexia).
- Mímica y gestos tristes.
- Trastornos del sueño.
Cómo prevenir la depresión en niños pequeños
La aparición de la depresión infantil puede prevenirse y el papel de los padres es fundamental para conseguirlo. Los psicólogos especifican que una relación afectiva positiva entre los padres y el hijo, así como una dinámica familiar armoniosa, son los inhibidores más importantes de una depresión precoz.
¿Qué podemos hacer para evitar la depresión de un niño? Otras pautas que apuntan los especialistas para evitar este trastorno en los más jóvenes son las siguientes:
- Mantener buenas relaciones y lazos afectivos entre los miembros de la familia.
- Establecer reglas y normas de convivencia que faciliten al peque su integración social y procurar su cumplimiento.
- Ofrecer un modelo de alegría y adaptación y procurar dominar las emociones extremas, ya que los menores copian el modelo que el adulto les ofrece.
- Ayudarle a desarrollar su autoestima y la seguridad en sí mismo y ejercer la crítica constructiva.
- Enseñarle a resolver sus problemas y aceptar sus retos.
Tratamiento de la depresión infantil
Los síntomas pueden servir para una primera detección por parte de los progenitores o maestros, pero el diagnóstico formal tiene que ser elaborado por un experto en psicopatología infantil que, a su vez, será el encargado de iniciar el tratamiento.
Cada caso se debe tratar de forma individual. Pero los especialistas destacan que las líneas comunes son incrementar las actividades agradables, cambiar las disfunciones en la conducta y, si es posible, hacer desaparecer o disminuir el desencadenante de la depresión.