En 2019 hubo 98.520 robos en domicilios, según datos del Balance de Criminalidad del Ministerio de Interior. Por ello, conviene tener cautela; más aún en la estación estival, cuando las casas pasan vacías mucho tiempo. Es ya una tradición aconsejar cada verano sobre tener especial cuidado con la presencia de marcas o signos extraños en buzones, puertas o porteros automáticos… Aunque es un tema controvertido y no son pocos los expertos que dudan de su veracidad, ante la aparición de marcas en buzones, portales o porteros automáticos, conviene avisar a la policía, tal y como se recuerda en las siguientes líneas. Además, tras la inspección de los agentes, se debe proceder a borrarlas hasta que no quede ni un rastro de ellas.
¿Qué señales dejan los ladrones para robar las casas?
Durante el verano, la ausencia de su vivienda habitual de miles de familias propicia que aumenten los robos de casas. Antes de perpetrar un asalto a un domicilio, es habitual que los amigos de lo ajeno recaben información acerca de la «presa» escogida, para lo cual vigilan durante dos o tres días el entorno y codifican los movimientos, como las entradas y salidas de cada integrante. Por ello, conviene que seas cauteloso, y sigas las pautas que recomiendan las autoridades para mantener la casa segura en vacaciones (ropa tendida, tele o radio encendida de vez en cuando, buzón sin cartas…), con el fin de intentar que parezca habitada mientras estás fuera.
La Policía Nacional y la Guardia Civil avisan de las señales que más usan actualmente los ladrones para averiguar si la casa está ocupada o libre durante días, y así poder entrar:
- Palitos de madera pequeños. Los colocan apoyados entre el suelo y la puerta, y caen cuando la puerta se abre. Pasan desapercibidos y, si permanecen durante unos días, es señal de que la puerta no ha sido abierta.
- Chivatos de plástico transparente. Se ponen entre la puerta y el marco de la misma y caen al abrir la puerta. No se ven ni se oyen al caer cuando entras en tu casa, pero los ladrones saben buscarlos y se percatan de si has entrado o no.
- Bolitas de papel. En las cerraduras antiguas, de ojo, colocan dentro pequeñas bolitas de papel que no impiden la apertura de la puerta, pero caen. Si al volver uno o dos días después ven que no están, sabrán que la casa se ha abierto; sin embargo, si las bolitas continúan dentro, hay vía libre para entrar en la vivienda.
- Hilos invisibles. Ponen hilos de silicona o pegamento que unen la puerta con el quicio, y pasan desapercibidos. Si abres la puerta, se rompen y los ladrones pueden saber si hay o no gente en la casa.
¿Qué significan los símbolos en puertas, buzones y telefonillos?
En Internet, sobre todo, pero también en webs de empresas de seguridad circulan informaciones sobre las señales y símbolos que, en teoría, dejarían los ladrones para marcar sus objetivos. Estas marcas, muy precisas, indicarían las características de la vivienda: a qué horas está vacía, si hay mujeres solas, la presencia de perros grandes… Incluso se habla de que existen diferentes códigos según las nacionalidades de los cacos.
En plena era tecnológica, la tiza y los punzones seguirían siendo una herramienta básica de trabajo, y la marca hecha con boli que aparece al lado del portero automático o algunos rayones en el buzón serían símbolos de aviso entre bandas.
Las autoridades, por lo general, se muestran escépticas ante la idea de las marcas dejadas por ladrones, pero afirman que lo primero que hay que hacer si aparece alguna señal que te parezca extraña o sospechosa, es avisar a la policía para que la analice. Y tras la inspección de los agentes, debes proceder a borrarlas o hacerlas desaparecer sin dejar el más mínimo rastro.
Otras señales y códigos para detectar un hipotético robo
Los signos de los amigos de lo ajeno no solo son marcas o símbolos garabateados en puertas y fachadas, ni testigos en las puertas. Hay otros indicios que pueden dar pistas de la presencia cercana de ladrones:
- Pintadas. Algunos expertos apuntan que se ha incorporado el aerosol como un instrumento útil para los cacos. Por ello, conviene también prestar atención a esas «pintadas de gamberros» que tanto afean la calle.
- Pegatinas. Pueden despertar sospechas algunas pegatinas del tipo «cerrajería rápida«, «fontanero 24 horas», etc. sospechosamente cerca del telefonillo.
- La existencia de objetos en ciertos lugares. Pueden ser una señal de que estás en peligro de ser el blanco de un robo un cordel o cinta atada en las escaleras o las rejas de la casa, botellas vacías en la entrada… Con esta técnica, los ladrones tardan tres o cuatro días en asegurarse de que la vivienda no está habitada, y no se despiertan sospechas.
- Visita previa. Tantean los obstáculos con una visita previa a sus víctimas. Para ello, sobre todo en domicilios de personas mayores o que viven solas, se hacen pasar por mendigos, religiosos o lectores de los contadores de luz o del agua.
- Excesiva atención de un técnico que va a casa a reparar algo. Más vale pecar de precavido que ser víctima de un robo. Por ello, conviene asegurarse siempre de que quien visita la vivienda para cualquier tipo de reparación es quien dice ser. Además, si reparan el baño o la cocina, no se debe permitir a nadie que merodee ni curiosee por el resto de habitaciones de la casa.
- Un espejo retrovisor o una luna rotos en el coche. Pueden ser acciones realizadas a propósito por los ladrones para desviar la atención. Mientras el propietario se ocupa de su vehículo, aprovechan para desvalijar la vivienda.