La obesidad es una enfermedad de carácter grave cada vez más presente en las sociedades desarrolladas. La ausencia de actividad deportiva, junto con una mala alimentación, provoca cada año un aumento en el número de casos de exceso de peso, tanto en adultos como en niños. En España, en tan solo 25 años, el porcentaje de población que sufre obesidad se ha duplicado: ha pasado de un 7,4 % a un 17 % en la actualidad. Los datos resultan aún más preocupantes en el caso de los menores, pues un 40 % de los pequeños españoles tiene sobrepeso, casi la mitad. ¿Cómo revertir esta situación? En este artículo se recuerda que es fundamental fomentar el desarrollo habitual de alguna actividad física y el consumo diario de frutas y verduras, y entre estas últimas, algunas de forma especial.
Existe un gran número de enfermedades cardiovasculares que pueden derivar de la obesidad, la mala alimentación o la falta de actividad física. En el caso de la diabetes tipo 2, el riesgo de sufrir esta enfermedad es tres veces más alto en personas con obesidad. A su vez, la obesidad empeora el pronóstico de recuperación de otras enfermedades, como sucede con la covid-19.
Son muchos los factores que impulsan, cada vez más, una sociedad sedentaria y mal alimentada. El ritmo de vida acelerado, la ausencia de tiempo suficiente para cocinar en casa o la facilidad para acceder a alimentos ultraprocesados hace que se recurra de forma habitual a estos productos, normalizando una mala alimentación. Asimismo, las largas jornadas de trabajo o las responsabilidades diarias hacen que apenas quede tiempo, ganas o energía para desarrollar alguna actividad física.
Por tanto, no se trata solo de comer mal y no hacer ejercicio, sino que detrás se esconden otros muchos factores culturales, sociales, ambientales, económicos e, incluso, políticos. Es imprescindible abordar esta situación con urgencia para concienciar a la sociedad sobre los riesgos que conllevan hábitos de vida poco saludables.
Y, además, resulta fundamental fomentar el desarrollo habitual de alguna actividad física y el consumo diario de frutas y verduras. Según algunas encuestas, el 62 % de los niños españoles confiesa que no practica ninguna actividad deportiva dentro del entorno escolar. La alimentación también es una cuestión de hábitos y educación. Los datos planteados reflejan que más de la mitad de la sociedad no come las piezas de fruta y verdura recomendadas, sustituyéndolas por alimentos procesados y perjudiciales para la salud.
Alternativas saludables para afrontar esta situación
Imagen: alefolsom
La ingesta de verduras congeladas es una de las mejores alternativas para combatir el sobrepeso o la obesidad. Gracias al cuidadoso proceso de ultracongelación, el producto mantiene todas sus propiedades. Además, se pueden adquirir en cualquier época del año.
Aunque el consumo de todo tipo de verduras es beneficioso para perder peso y equilibrar el organismo, existen algunas que son más adecuadas para incluir en dietas de adelgazamiento, por su alto contenido en nutrientes y su bajo contenido en grasas:
- La zanahoria es una gran aliada. Se puede incorporar a la alimentación de múltiples formas: en batidos, guisos, salsas, sofritos… o incluso se puede consumir en crudo. La zanahoria se compone de fibra, betacarotenos y enzimas digestivas, por lo que es perfecta para bajar de peso.
- El pepino pertenece a la familia de la sandía y la calabaza y destaca por su alto contenido en vitaminas del grupo B. También contiene ácido fólico, vitamina C, calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio y zinc. Además de mejorar la salud digestiva e impulsar la pérdida de peso, protege al corazón y al cerebro, combate el cansancio y es un gran antiinflamatorio natural.
- La alcachofa está entre los alimentos más comunes en las dietas de adelgazamiento. Combate el estreñimiento gracias a su alto contenido en fibra, que también se encarga de proteger el intestino. Tiene vitaminas, minerales y flavonoides como el potasio, el magnesio, el ácido fólico o el cinarósido, que cuenta con propiedades antioxidantes.
- Las espinacas, además de ser sabrosas, tienen muchas propiedades nutricionales. Están compuestas por agua y proteínas vegetales, y su contenido en grasa es muy bajo. El tallo es muy rico en fibra, por lo que es importante no desecharlo. Entre los nutrientes más abundantes, presentes en las hojas de espinacas, destacan las vitaminas A, C, E, K, B1, B2 y B6. Además, contienen hierro, magnesio y calcio. Para adelgazar, es esencial no cocinarlas con agua, para que no pierdan los nutrientes. Se pueden hacer en una sartén con poco aceite o incorporar a una ensalada.
- Los pimientos también son grandes aliados en la pérdida de peso. Es importante consumirlos en pequeñas cantidades y crudos, para que mantengan todos sus beneficios. Son vegetales muy beneficiosos a la hora de quemar calorías; su alto contenido en capsaicina eleva la temperatura del cuerpo y favorece la pérdida de peso.
Con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la necesidad de incorporar las verduras en la dieta diaria como hábito de vida saludable, la Asociación Española de Fabricantes de Vegetales Congelados (ASEVEC) cuenta con un espacio en Internet que permite conocer con profundidad y rigor el mundo de las verduras congeladas. En la página se puede ver el proceso de fabricación de las verduras congeladas, las zonas españolas donde se recogen las diferentes variedades, consejos de salud y hasta el mejor tratamiento y uso en la cocina para elaborar platos deliciosos.