Durante años se ha adjudicado a España el deshonroso título de ser el segundo país más ruidoso del mundo, “afirmación sin ningún fundamento científico”, según la Secretaría de la Sociedad Española de Acústica (SEA), que sostiene que “muchos más ruidosos son Turquía, Egipto, China y ciertos países iberoamericanos“. Pero esto no significa que no suframos mucho ruido cada día. En concreto, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de nueve millones de españoles conviven a diario con niveles de ruido superiores a los 65 decibelios, el nivel máximo recomendado. Y este contaminante invisible afecta a nuestra salud. En las siguientes líneas detallamos de qué manera lo hace y señalamos las acciones que podemos llevar a cabo para reducir la contaminación acústica y sus perniciosos efectos.
Cómo afecta el ruido al oído y a la salud
El ruido está considerado como uno de los principales agentes contaminantes del mundo moderno, el agente contaminante «invisible». Sin embargo, sus efectos son muy visibles y perjudiciales, en especial sobre la salud. Las consecuencias se dan «tanto a nivel físico como psicológico y emocional», explica Francesc Carreño, experto de los centros auditivos GAES.
Tanto este especialista, como los responsables del estudio ‘La contaminación acústica en nuestras ciudades’*, realizado por La Caixa, señalan los numerosos y variados efectos de los ruidos en nuestra salud:
💥 Pérdida de audición. El efecto más conocido del ruido es la pérdida auditiva, derivada de una exposición prolongada a altos niveles de ruido sin protección o de un trauma acústico por un sonido muy elevado.
💥 Problemas cardiacos. Hay estudios que también muestran cómo afecta el ruido al corazón, provocando un aumento en la incidencia de trastornos cardiovasculares. Según el profesional consultado, «hay datos que reflejan que por cada decibelio (dB) por encima de los 65 dB máximos recomendados por la OMS, aumentan un 5,3 % los ingresos hospitalarios por este tipo de causas».
💥 Incremento de la presión sanguínea y tensión muscular.
💥 Problemas de visión.
💥 Alteraciones del aparato digestivo y cambios hormonales.
💥 Estrés. Estar expuestos a estos niveles de ruido, sobre todo de forma continua, puede provocar estrés crónico, lo que aumenta la irritabilidad y las sensaciones de ansiedad y desamparo.
💥 Debilitamiento del sistema inmunológico.
💥 Trastornos del sueño. Con el ruido no es extraño que aparezcan trastornos del sueño, sobre todo en ancianos, niños y mujeres. Estos trastornos, a su vez, perjudican seriamente a la memoria y el aprendizaje.
💥 Afecta a la concentración. Mucho ruido, o sostenido, afecta a la concentración, lo que influye en el rendimiento laboral y escolar.
💥 El ruido excesivo tiene, además, un impacto negativo en el comportamiento social de las personas.
Imagen: stux
10 cosas que dañan el oído
Obras en la calle, un claxon, trabajos de un taller, gritos… son ruidos que soportamos a diario en la calle, mientras en casa están los de la televisión, la radio, la lavadora… Estamos tan habituados a convivir con este contaminante que «no somos conscientes de cuánto lo sufrimos». Y uno de los principales problemas que existen en torno a la pérdida auditiva ocasionada por estar expuestos durante largos periodos de tiempo a ruidos muy elevados es, precisamente, ese: «Las personas nos acostumbramos al ruido, que está dañando nuestro sistema auditivo».
Pero, seamos o no conscientes y aunque se dé de manera muy lenta, todos estos ruidos producen una pérdida de audición. Además, cuanto más alto sea el sonido, más rápido se desarrolla la pérdida.
65 decibelios es el nivel máximo recomendado por la OMS, límite que rebasamos por mucho a diario. Y hay que tener presente que exponerse por mucho tiempo o repetidamente a sonidos de 85 decibelios o más puede causar pérdida de audición.
Estas son 10 cosas que dañan el oído sin que seamos conscientes de ello:
- Conciertos y eventos deportivos: 94-110 decibelios.
- Escuchar música a través de auriculares, con el volumen máximo: 94-110 decibelios.
- Proyección de una película en el cine: 74-104 decibelios.
- Mantener una conversación acalorada: 80 decibelios.
- Tráfico en la ciudad: 80-85 decibelios.
- Ruido de motos, la podadora de un jardinero…: 80-110 decibelios.
- Claxon de un automóvil: 90 decibelios.
- Sirenas de policía, ambulancia, bomberos, de una fábrica…: 110-129 decibelios.
- Fuegos artificiales, discoteca: 140-160 decibelios.
- Avión despegando: 140 decibelios.
¿Cuáles son los efectos y señales de la pérdida de audición causada por el ruido?
La pérdida de audición causada por el ruido, aunque a veces es inmediata, puede ser lenta y progresiva. ¿Qué señales de alarma te indican que el ruido puede estar afectando a tu oído?
✅ Dificultad para escuchar o entender a otras personas si hay ruido de fondo o hablan varias a la vez.
✅ Notas que te duelen o te retumban los oídos tras estar expuesto al ruido.
✅ Notas que los sonidos se apagan tras salir de un lugar donde hay un sonido fuerte.
✅ Tienes tinnitus o acúfenos (un zumbido en los oídos o la cabeza). Puede desaparecer con el tiempo, pero también continuar a lo largo de la vida.
Imagen: Sammy-Williams
Cómo prevenir daños auditivos
La lucha contra el ruido debe ser colectiva y provenir de parte de las instituciones y autoridades, pero también debe ser individual.
No hay una concienciación clara de la sociedad en cuanto a la importancia del ruido sobre nuestra salud y la necesidad de prevenirlo, como lamenta Carreño, quien insiste en la necesidad de trabajar más en esta línea, como se trabaja para tratar de atajar otro tipo de contaminación.
Respecto al plano individual, debe haber una toma de conciencia personal de que «el ruido no lo hacen solo los demás, sino que lo hacemos todos», aseguran desde la Sociedad Española de Acústica. Por este motivo, es preciso “insistir en nuestra propia responsabilidad, hacer campañas en los centros escolares para concienciar a las futuras generaciones de cómo tener comportamiento respetuosos frente al ruido, etc.”.
¿Qué podemos hacer? Hay gestos sencillos que todos podemos poner en práctica para proteger nuestros oídos del ruido y evitar problemas como la pérdida de audición por esta causa, “que es 100 % prevenible”:
➡️ Conocer los decibelios de los ruidos que nos rodean, para saber cuáles pueden ser una agresión para nuestros oídos y los de los demás.
➡️ En el caso de pasar largos periodos de tiempo en ambientes que superen los niveles de ruido recomendables, debes usar tapones o protecciones adecuadas para los oídos.
➡️ Baja el tono de voz.
➡️ Utiliza un volumen adecuado cuando oigas música, la televisión o la radio.
➡️ Si escuchas música con auriculares, es recomendable:
- No superar el 60 % del volumen máximo del aparato.
- Usarlos menos de 60 minutos al día.
- Siempre que sea posible, emplear aparatos con limitador de volumen para no rebasar los niveles saludables.
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(*) Aquí puedes acceder al estudio ‘La contaminación acústica en nuestras ciudades‘.
Para afrontar la contaminación acústica es esencial la concienciación individual, pero no son menos importantes la concienciación y la colaboración ciudadanas, así como “una implicación decidida y eficaz de las administraciones competentes, con una legislación y normativas adecuadas”, reconocen desde la secretaría de la Sociedad Española de Acústica.
Se han promulgado leyes en los distintos niveles (nacional, comunidades autónomas, municipios), pero no siempre se cumplen, ya que “las administraciones locales no las aplican en su totalidad por los conflictos de intereses que pueden producir”, en opinión de los expertos de la SEA.