Muchos fumadores se proponen a diario decir adiós al tabaco, pero hacerlo no resulta fácil si no cuentan con ayuda. Según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, solo el 5 % de las personas que intentan dejar de fumar lo consiguen sin apoyo, frente al 30-40 % que sí lo logran siguiendo un tratamiento farmacológico específico y recibiendo asistencia psicológica. La buena noticia es que, desde el 1 de enero, abandonar este mal hábito es un poco más fácil. Lo explicamos a continuación.
Para impulsar el abandono definitivo del tabaco, el Sistema Nacional de Salud aprobó financiar a partir de este 2020 dos tratamientos farmacológicos. Este recurso, inédito hasta la fecha, se suma a los apoyos ya ofrecidos desde las consultas de Atención Primaria a los pacientes que quieren dejar de fumar. Además, en la web Estilos de vida saludables, dependiente del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, se ofrece información muy útil sobre la prevención del tabaquismo.
¿Qué medicamentos se financian para dejar de fumar?
Los medicamentos financiados por el Sistema Nacional de Salud Pública son la vareniclina y el bupropión, que alivian los síntomas de abstinencia a la nicotina. El tratamiento debe iniciarse una o dos semanas antes de la fecha prevista para dejar de fumar.
Para el doctor Carlos A. Jiménez-Ruiz, neumólogo y presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), “estos fármacos tienen muy escasos efectos secundarios y pocas contraindicaciones, pero deben ser prescritos por facultativos”. Además, asegura que “la mayor parte de las personas, siempre que cumplan con las indicaciones dadas por Sanidad, podrán acceder a ellos”.
¿Qué condiciones hay que cumplir para acceder a los fármacos?
Es obligatorio que la persona que quiera dejar de fumar acuda a su consulta de Atención Primaria para que el facultativo le prescriba estos fármacos en la receta electrónica. Además, el paciente debe cumplir con unos requisitos indispensables:
- Manifestar una motivación expresa de dejar de fumar constatable con, al menos, un intento en el último año.
- Fumar diez o más cigarrillos al día.
- Tener un alto nivel de dependencia al tabaco.
Las autoridades sanitarias calculan que unas 83.800 personas pueden ser potenciales beneficiarias de estos dos fármacos, lo que supondría un coste aproximado de 7,9 millones de euros anuales a Sanidad.
En opinión de Jiménez-Ruiz, “hubiese sido mejor que no hubiera limitaciones para que los fumadores puedan dejar el hábito. Además, existe otro tipo de tratamientos farmacológicos, la terapia sustitutiva con nicotina (parches, chicles, espray bucal de nicotina), que es segura y eficaz para ayudar a los fumadores a dejar de serlo y que debería haber sido incluida como tratamiento del tabaquismo financiado”.
¿En qué consiste y cuánto cuesta el tratamiento?
Imagen: HansMartinPaul
El tratamiento completo tiene una duración de entre nueve y doce semanas. Cada prescripción se realizará por envase, lo que equivale a un mes de tratamiento. Tras este tiempo, el médico valorará la efectividad en cada paciente antes de emitir una nueva receta. Solo se financiará un intento anual por paciente para dejar de fumar.
El coste del tratamiento al día será aproximadamente de 3,55 euros por persona en el caso de la vareniclina, y de 1,03 euros al día en el del bupropión. De esta forma, si la persona tiene una aportación farmacéutica de un 40 %, su aportación diaria sería de 1,42 euros/día en el primer caso (42 euros al mes) y de 0,41 euros/día (12 euros al mes) en el segundo. Es importante recalcar que esta disminución de precios se mantendrá al adquirir estos medicamentos fuera de la financiación.
¿Es imprescindible acudir al médico?
Para recibir estos fármacos es indispensable acudir al médico de Atención Primaria que será el que los prescriba. Según puntualiza el doctor Jiménez-Ruiz, “la ayuda farmacológica es imprescindible para incrementar las posibilidades de éxito en un intento por dejar de fumar. Si utilizas tratamiento farmacológico dentro de un plan terapéutico para dejar de fumar, se multiplican por tres y hasta por cuatro tus posibilidades de éxito en el intento”.
No hay que olvidar que el tabaco está relacionado con 58.000 muertes en España al año. Este mal hábito constituye el principal problema de salud pública prevenible en los países desarrollados, es un factor determinante en numerosas patologías y es la primera causa de morbimortalidad evitable.
“Cuando un fumador quiere dejar de fumar es fundamental que acuda a un profesional sanitario con formación en tratamiento del tabaquismo. Ese profesional hará un adecuado diagnóstico del tipo y grado de dependencias que el fumador padece y, de esa forma, prescribirá el tratamiento médico y el seguimiento más adecuado. Desde SEPAR recomendamos que el fumador que quiera dejar de fumar acuda a un profesional sanitario con experiencia (neumólogo, enfermera, médico de cabecera): ellos le ayudarán a dejar de fumar de forma eficaz y segura”, recalca Jiménez-Ruiz.