El número de mujeres corredoras ya iguala al de los hombres, incluso lo supera. Así lo asegura el informe ‘The State of Running 2019‘ realizado por la comunidad de runners RunRepeat y la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo, tras analizar 70.000 carreras entre 1986 y 2018. Al estudiar la evolución de la participación de la mujer descubrieron que en 2018, por primera vez en la historia, hubo más runners femeninas (50,24 %) en estas convocatorias deportivas. Sobre los hábitos de entrenamiento que siguen, sus motivaciones y principales hándicaps y sus lesiones más frecuentes, y cómo evitarlas, hablamos en estas líneas. Esta es la radiografía de la mujer runner.
Distancia, terreno y entrenamiento preferido
El 53,7 % de las mujeres encuestadas por la comunidad Runnea para la elaboración del ‘Runómetro 2019’ prefiere el asfalto, frente a un 33,8 % que elige indistintamente el asfalto y la montaña y un 14,2 % que se inclina por la montaña como su superficie favorita.
De igual modo, el 54,6 % de las mujeres runners se decantan por los 10 kilómetros de distancia en sus carreras, frente a un 24,3 % que se inclinan por los 21 kilómetros de la media maratón, y un 12,5 % que se queda con cinco kilómetros.
El ‘Runómetro 2019’ muestra como el 42,3 % de las mujeres corre sin ningún tipo de pauta. Mientras, un 27,8 % de las participantes en el estudio afirma seguir un plan de entrenamiento específico e individualizado y un 29,9 % entrenar con un plan no personalizado.
Imagen: skeeze
Entrenar siguiendo un plan específico acorde con las necesidades y objetivos de cada deportista resulta primordial. De igual modo, Alfonso Rodríguez Paredes, exatleta profesional del equipo italiano Salomon y preparador físico, recuerda que las lesiones suelen provenir de un entreno inadecuado o excesivo, de una mala progresión del mismo, por exceso de peso e, incluso, por el empleo unas malas zapatillas.
“Mi consejo más importante es tener paciencia y sentido común. No hablo solamente del típico caso de una persona que no corre nada de lunes a sábado y que el domingo rueda 25 kilómetros. También de casos menos drásticos pero que tienen su importancia a la hora de causar una lesión”, afirma Rodríguez Paredes. En su experiencia, los corredores desconocen los principales principios del entrenamiento, por ello considera fundamental ponerse en manos de profesionales cualificados.
La conciliación laboral y familiar, principal hándicap
El running se consolida como una de las principales disciplinas deportivas entre la población española. El 50,8 % de las encuestadas por Runnea corre desde hace más de cuatro años, “una tendencia en continuo auge que responde a distintas causas relacionadas con aspectos de carácter social, económico y tecnológico”, señalan desde la comunidad. Entre la población femenina el hecho de permitir libertad y flexibilidad horaria, además del poder despejar la cabeza (56 %) están entre los mayores alicientes de este deporte. Sin embargo, pese a esta libertad, el 70 % de las mujer reconocen que la conciliación laboral y familiar es el principal impedimento para salir a correr.
El 92,5 % de las mujeres que han participado en la encuesta de Runnea corren cuando tienen la regla; algo tan natural, como el ciclo menstrual, no es impedimento para que las mujeres disfruten de su deporte favorito. Para ello, un 51,1 % de las encuestadas utiliza el tampón como dispositivo de absorción, cuando un 18,3 % compresas y un creciente 17,7 % copa menstrual.
Principales lesiones y cómo prevenirlas
Imagen: MabelAmber
La incontinencia urinaria resulta uno de los mayores problemas que sufre la mujer corredora. Su causa son los impactos que produce la carrera, ya que terminan debilitando el suelo pélvico. Entre sus síntomas destacan la pérdida o incapacidad para retener la orina. Para evitarlo, Alfonso Rodríguez Paredes recomienda fortalecer y mantener un buen tono de la musculatura del suelo pélvico, pero si no se han tomado las medidas pertinentes, nunca es demasiado tarde para recuperar esa tonificación. “Muchas mujeres piensan que no se puede recuperar, pero con un fortalecimiento del suelo pélvico a través de las diferentes técnicas y herramientas, acompañado de un plan de entrenamiento moderado que no acentúe la debilitación, se puede”, asegura el experto.
Entre otras de las lesiones más comunes en estas mujeres figura el acortamiento de un músculo, el psoas iliaco. “Las inserciones del psoas iliaco se aproximan reduciendo la longitud del músculo y su capacidad de contracción y aproximando las articulaciones a las que están ancladas, que a su vez provocan desequilibrios a nivel pélvico”, explica Rodríguez Paredes. El dolor o la dificultad de movimiento localizado directamente sobre el psoas iliaco, incluso el dolor en la zona lumbar producido por la rotación pélvica, son algunos de sus síntomas.
Su principal causa proviene de la repetición continua en carrera de la elevación de la pierna junto con una mala posición de la cadera y la pelvis. Por ello, Rodríguez Paredes aconseja educar una correcta posición de cadera en carrera, trabajar la técnica, compensar la musculatura posterior y anterior de la cadera y su flexibilización. Para conseguirlo, de nuevo, es imprescindible contar con un profesional cualificado que dirija los entrenamientos. En caso de padecer esta lesión, “su recuperación consiste en las mismas medidas que debemos realizar para evitarlo”, afirma el exatleta, aunque indica que, en algunos casos avanzados, resulta necesario un tratamiento por un experto, ya que puede desembocar en lesiones más serias como tendinitis o pubalgia.