#Yomequedoencasa se ha convertido en una de las campañas virales más potentes para concienciar a toda la población de la necesidad de permanecer en sus domicilios y así evitar la propagación del coronavirus. Sin embargo, no todas las personas pueden quedarse en sus hogares durante estas semanas: sus trabajos o el acceso a los servicios públicos fundamentales las obligan a salir a la calle. Además de quienes cogen el coche para ir, por ejemplo, a trabajar, muchos ciudadanos tienen que utilizar el transporte público para cubrir estos desplazamientos permitidos en el estado de alarma. ¿Qué medidas hay que tomar para protegerse y prevenir los contagios?
Usa el transporte público solo si es indispensable
¿Cómo minimizamos el riesgo de contagio si tenemos que coger cualquier transporte público? Lo primero es utilizar el sentido común: hay que evitar desplazamientos innecesarios. Esto se traduce, por ejemplo, en no subirnos a un autobús para ir a un supermercado alejado de casa y en hacer las compras de primera necesidad en el área más cercana a nuestro domicilio. Y si es posible, andando. De esta forma no solo nos protegemos (a nosotros y a los demás) del coronavirus, sino que también estaremos dejando el transporte público libre para quienes en realidad no tienen otra opción para moverse.
Además, ten en cuenta que si bien la afluencia de viajeros ha disminuido de forma considerable tras la declaración del estado de alarma, cualquier mínimo incidente que afecte a la regularidad del servicio prestado por el transporte público (autobuses, metro, trenes de cercanías y medias distancias, ferrys…) puede provocar aglomeraciones durante su espera o en el viaje. Esto, antes de la alerta sanitaria, causaba incomodidad a los viajeros, pero ahora, cuando toca extremar las precauciones y respetar una distancia mínima con el vecino, provoca bastante nerviosismo entre los usuarios.
Desde el Ministerio de Sanidad se aconseja sobre todo a los grupos vulnerables (mayores de 60 años, personas diagnosticadas de hipertensión arterial, diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedades pulmonares crónicas, cáncer o con inmunodeficiencias y embarazadas, por el principio de precaución) que eviten coger el transporte público. En el supuesto de necesitar desplazarse, es mejor que opten por el coche particular o por los vehículos de transporte unipersonal, ya sean taxis o VTC.
Así debes viajar
Las normas de higiene para utilizar el transporte público y evitar el contagio del coronavirus pueden aplicarse a la mayoría de los ámbitos en los que convivimos. Repasamos los preceptos fundamentales:
- Mantén una distancia de seguridad de entre uno y dos metros con el resto de pasajeros, tanto en los accesos como en el andén y dentro del transporte. No compartas el ascensor con otras personas.
- Si toses o estornudas, hazlo sobre el codo flexionado.
- Utiliza pañuelos desechables y tíralos tras su uso.
- Evita entrar en contacto con todo tipo de superficies: pasamanos de las escaleras, barras de sujeción, asientos, reposabrazos, mando de accionamiento de puertas… Puedes llevar guantes desechables, pero recuerda que no debes reutilizarlos.
Imagen: Free-Photos
- No te toques los ojos, la nariz y la boca, ya que las manos facilitan la transmisión del coronavirus.
- No comas ni bebas cuando uses el transporte público.
- Lávate las manos con mucha frecuencia, preferiblemente con agua y jabón; también puedes usar soluciones alcohólicas.
- Y, por supuesto, si tienes cualquier síntoma compatible con el coronavirus (fiebre, tos o falta de aire son los más comunes), no salgas de casa y, por lo tanto, no utilices el transporte público.
Según indica el Ministerio de Sanidad, el empleo de mascarillas no está recomendado para la población general sana: solo ayudan a prevenir la transmisión del virus si las llevan las personas que están enfermas.
¿Pueden suspender el transporte público?
Las grandes ciudades, en principio, no están modificando horarios ni frecuencias (a la baja) del transporte público sobre el que tienen competencia. Aun así, pueden hacerlo, ya que las comunidades autónomas y los municipios tienen reconocida esta capacidad, según queda recogido en el real decreto aprobado por el Gobierno donde se declaraba el estado de alarma: “El ministro y las autoridades autonómicas o locales competentes podrán establecer un porcentaje de reducción de los servicios, si la situación sanitaria así lo aconseja u otras condiciones específicas de prestación de los mismos”.
En cualquier caso, en la adopción de estas medidas “se tendrá en cuenta la necesidad de garantizar que los ciudadanos puedan acceder a sus puestos de trabajo y los servicios básicos en caso necesario”. Por ello, no se puede suspender de manera unilateral los servicios de transporte público sin cumplir esta condición. Además, las autoridades locales deben comunicar a las comunidades autónomas si aplican un porcentaje de reducción y las estas últimas, por su parte, al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
El real decreto también establece que los operadores del servicio de transporte de viajeros, tanto públicos como privados, están obligados a realizar una limpieza diaria de los vehículos para tratar de reducir al máximo el riesgo de contagio, siempre siguiendo las recomendaciones marcadas por el Ministerio de Sanidad.