El coronavirus no se transmite por los alimentos, pero eso no quita que debamos ser cuidadosos con su manipulación. Y esto es tan importante para los consumidores como para quienes ofrecen el servicio de comidas a domicilio, permitidas durante el estado de alarma. Si bien es posible pedir comida para que la traigan a casa, debemos tener presente que la crisis de la COVID-19 ha obligado a extremar las precauciones tanto en la elaboración de los platos, como en la entrega del pedido. Consultamos con Elika, la Fundación Vasca para la Seguridad Agroalimentaria, para saber qué hacer y qué no en estas circunstancias. Antes de hacer un pedido de comida a domicilio, toma nota de las nuevas precauciones.
Hace ya semanas que nuestro día a día ha dejado de ser como lo recordábamos. El coronavirus y el confinamiento obligatorio establecido para combatirlo ha puesto en stand-by nuestra rutina. Nada es como antes: se acabó salir a cenar, reunirnos con familiares o amigos o ir al cine o al teatro. Es momento de quedarse en casa y de explorar otras opciones de ocio.
Pero, si hay algo que no nos ha quitado la COVID-19 son esas noches de sofá, peli y comida a domicilio. Sí, has leído bien: durante el estado de alarma está permitido hacer pedidos a algunos de nuestros restaurantes favoritos. Aunque no son pocos los que han optado por parar su actividad, hay muchos establecimientos hosteleros que todavía nos traen comida a casa. Eso sí, con un estricto protocolo tanto en la elaboración de los platos como en la entrega de los mismos para reducir al mínimo cualquier posibilidad de contagio. ¿Y cómo es este protocolo? Elika nos trae todas las pautas y recomendaciones para que tanto manipuladores como clientes actúen de modo correcto durante el servicio.
Comida a domicilio: mascarilla, guantes e higiene constante
El cuidado y la seguridad por parte de los manipuladores de alimentos es esencial para garantizar la seguridad en la actividad. Por supuesto, quienes presenten síntomas no podrán acudir a trabajar y deberán guardar la cuarentena establecida. Los que estén en condiciones de continuar con su actividad han de desempeñar sus funciones con unas precauciones muy estrictas. Se recomienda el uso de mascarilla y guantes y permanecer a una distancia de entre uno y dos metros entre trabajadores; también, evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca.
Mantener una higiene permanente es fundamental: los empleados han de lavarse las manos o aplicar gel hidroalcohólico con frecuencia, así como aumentar la limpieza con productos desinfectantes de superficies en contacto con las manos, y especialmente de la maquinaria y herramientas que son utilizadas por varias personas. Para todos los manipuladores de alimentos, lavarse las manos es obligatorio en las siguientes situaciones:
- Antes de comenzar la jornada laboral.
- Antes de manipular alimentos.
- Después de manipular o preparar alimentos crudos.
- Después de manipular residuos.
- Al finalizar las tareas de limpieza.
- Después de ir al baño.
- Después de toser, estornudar o sonarse la nariz.
- Tras comer o beber.
- Después de fumar.
- Tras estar en contacto con herramientas como el móvil, las tarjetas o, también, dinero en efectivo.
- Después de utilizar utensilios de cocina, herramientas como carros, cajas o embalajes.
Mantener la distancia, obligatorio para los repartidores
Los repartidores desempeñan un papel fundamental a la hora de evitar contagiar el virus durante los servicios de comida a domicilio. Entran en contacto con los manipuladores de alimentos, con los clientes y con los envases en los que nos llega la comida a casa. Por ello, el uso de guantes y mascarilla es obligatorio para ellos, como también mantener una distancia de uno o dos metros con los receptores del pedido. Precisamente, para evitar el contacto, muchos restaurantes y plataformas de comida a domicilio dan la opción de entrega sin contacto: el repartidor te deja la comida en el portal o en el descansillo y la recoges una vez se haya marchado.
En caso de que el repartidor entregue el pedido en la puerta, no podrá tener contacto con el destinatario de la comida; es decir, nada de dar la bolsa en la mano. El protocolo establece lo siguiente:
- primero, tiene que dejar la comida en una superficie con el mínimo riesgo de estar contaminada.
- después, debe alejarse.
- finalmente, podemos salir a coger nuestra comida. Por cierto, las bolsas no pueden ser reutilizables y, tal y como indica Elika, han de ser preferentemente biodegradables.
Evita todo lo que puedas pagar en efectivo
Y nuestra responsabilidad, la de los consumidores, también es importante. Todos hemos de respetar las recomendaciones y no debemos exponer a nadie a un posible contagio. Por eso, si tienes síntomas o estás en contacto con alguien que los tenga, evita pedir comida a domicilio o, en cualquier caso, tener contacto con el repartidor. Para nosotros es obligatorio respetar esa distancia de uno o dos metros con el trabajador.
Y también muy importante: evita en la medida de lo posible pagar en efectivo. Las autoridades nos piden que siempre que podamos realicemos el abono mediante tarjeta de crédito, preferiblemente antes de que nos llegue la comida. Si no te es posible, se aconseja pagar el pedido con la cantidad justa para evitar el intercambio de monedas y billetes.
Una vez recibidos los productos, es importante no manosear las bolsas y tirarlas tan pronto como sea posible, así como limpiar los productos recibidos y sus embalajes antes de consumirlos. Y entonces, ya sí, a disfrutar.