Antes de que el coronavirus cambiara nuestras costumbres a la mesa, desayunábamos solos, pero comíamos y, sobre todo, cenábamos más en familia. Durante el confinamiento, hemos comido a todas horas con nuestros hijos y hemos disfrutado de todos los beneficios que reportan las comidas compartidas, que son muchos según los pediatras. En las siguientes hacemos un breve repaso a todos ellos y, además, damos datos sobre los hábitos de la población española durante las tres comidas del día, que recoge el Estudio Nutricional y de Hábitos Alimentarios de la Población Española (ENPE), de la Escuela de Alimentación de la Fundación EROSKI.
¿Comes solo o acompañado? Según, el estudio ENPE, los españoles desayunamos solos, pero comemos y, sobre todo, cenamos más en familia. A diario, más de un 40 % de los encuestados hacen el desayuno solos, si bien el fin de semana suele haber una mayor costumbre de desayuno en familia (30,3 %) o con parte de ella. En cambio, tanto la comida como la cena se realizan más frecuentemente todos juntos, sobre todo los fines de semana. Estos son los hábitos de la población española durante las tres comidas del día.
Evidencias científicas sobre las comidas en familia
Comer todos en casa, sin estrés y con la ayuda en la cocina de los más pequeños es posible y tiene enormes beneficios. Según el pediatra y divulgador Carlos Casabona, todos los días debería hacerse una comida en familia. ¿Por qué? Esto es lo que dicen diversos estudios científicos recogidos por la Academia Estadounidense de Pediatría sobre compartir hora y mesa:
- Los niños tienen un 24 % más de probabilidades de comer alimentos más saludables.
- Los menores cuentan con un 35 % menos de probabilidades de sufrir trastornos alimentarios.
- Los niños que comen en familia son hasta un 15 % menos propensos a desarrollar sobrepeso y obesidad, además de otras enfermedades crónicas asociadas.
- Los adolescentes que cenan en familia 7 veces a la semana tienen casi un 40 % más de probabilidades de sacar mejores notas.
- Los niños de 9 a 14 años que tienen cenas más regulares con sus familias tienen patrones dietéticos más saludables.
- Los adolescentes entre 11 y 15 años que comen con más frecuencia con su familia presentan menos problemas emocionales y de comportamiento.
- Los jóvenes que no cenan con frecuencia en familia tienen 4 veces más probabilidades de consumir tabaco y 2 más de beber alcohol.