Dolor de cabeza, de espalda y dientes sensibles al frío o al calor. ¿Qué tienen en común estas molestias? Son algunos de los síntomas del bruxismo, una disfunción de la articulación temporomandibular (entre el hueso temporal y la mandíbula) más conocida como apretar o rechinar los dientes. Pero si tienes esta patología, que suele ocurrir mientras se duerme, y por tanto sin darse cuenta, puedes sufrir mucho más problemas. Conoce más sobre apretar los dientes, cuándo acudir a un profesional para solucionar el bruxismo, cómo corregirlo y las consecuencias de no tratarlo.
Qué es el bruxismo y cuáles son sus síntomas
El bruxismo es una disfunción de la articulación temporomandibular (ATM) conocida coloquialmente como «apretar o rechinar los dientes«. Esta articulación se localiza entre el hueso temporal y la mandíbula y está muy relacionada con la oclusión dentaria y con el sistema neuromuscular, haciendo que sean posibles las funciones de masticación, deglución y fonación.
Pero una cosa es apretarlos y otra bien distinta frotarlos. ¿Cuándo hay que acudir al especialista? Para averiguar el origen y el grado de gravedad de esta patología, desde el Consejo General de Dentistas se recomienda acudir al odontólogo ante los primeros síntomas:
- Dolor de cabeza y cuello constantes.
- Molestias en los músculos de la cara. Es común despertar con sobrecarga en los músculos que mueven la mandíbula y en la zona situada alrededor de la oreja.
- Desgaste dental.
- Chasquidos al abrir o cerrar la boca.
- En la visita anual al dentista se podrán detectar otros signos de bruxismo menos apreciables para la población general, como mordisqueos en el borde de la lengua.
También son importantes las revisiones infantiles, pues esta patología es muy habitual en los niños, aunque rara vez tienen molestias.
Grados y tipos de bruxismo
👉 Grados
Hay tres grados principales de bruxismo:
✔ Incipiente
Poco agresivo, se caracteriza por darse durante un corto periodo de tiempo (a veces de manera ocasional) y ser reversible. Además, hay ausencia de ansiedad por parte del paciente.
✔ Establecido
En este caso es inconsciente para el paciente, pero desaparece cuando se da cuenta y lo vuelve consciente. Reversible si se trata, y suele ser necesario un tratamiento para prevenir daños en las estructuras dentales y/o faciales. El paciente ya padece ansiedad.
✔ Poderoso
El hábito es ya incontrolable y las lesiones en las estructuras dentofaciales son importantes (a veces, permanentes). Su manejo no es sencillo y los resultados del tratamiento no son siempre satisfactorios.
👉 Tipos
✔ Por el modo de rechinar
En este caso estamos ante dos tipos de bruxismo:
- Bruxismo céntrico. El apretamiento se produce por una contracción muscular y no desgasta los dientes, aunque la mandíbula sí que se carga, lo que provoca molestias y dolores.
- Bruxismo excéntrico. El desgaste dentario por frotamiento es mayor, pues la persona aprieta los dientes a la vez que los mueve; sin embargo, los dolores musculares apenas se aprecian.
✔ Según el momento del día
- El bruxismo diurno suele hacerse de manera consciente y en momentos que requieren concentración (estudio, trabajo…); tiene mucho que ver con otros tics o manías como comerse las uñas o morderse los labios. «Está relacionado con estímulos externos de tipo psicosocial o ambiental», explican desde el Consejo General de Dentistas.
- El nocturno se asocia a una disfunción central neuromotora y se produce con movimientos mandibulares y el rechinamiento de los dientes sin darse cuenta mientras se duerme.
Imagen: StockSnap
Causas del bruxismo
¿Por qué apretamos los dientes? Detrás de esta patología, por lo general, están estos problemas, según detallan los expertos:
- el estrés, el nerviosismo y las tensiones diarias.
- la maloclusión (desajustes en los dientes al abrir y cerrar la boca).
- la irritabilidad muscular.
- el dolor miofascial (crónico de origen muscular).
- la asimetría esquelética.
- patologías sistémicas como la artritis o un trastorno degenerativo e inflamatorio de las articulaciones temporomandibulares.
Consecuencias de apretar los dientes
Imagen: Andrea Piacquadio
Además de ser causa indirecta de otras enfermedades dentales, como la gingivitis y la periodontitis, el bruxismo puede provocar otros daños en diversas partes del cuerpo:
- Alteraciones en el esmalte dental.
- Fractura en algunas piezas, pérdida de dientes, rotura de muelas y muelas planas.
- Dientes sensibles al frío o calor.
- Heridas en las encías.
- Mal aliento.
- Trastornos de la ATM, como incomodidad y molestias al abrir la boca, lo de puede conllevar dificultad para masticar e incluso para hablar.
- Problemas graves derivados de la pérdida dental y la afectación del aparato masticatorio: dificultades nutritivas, malas digestiones, úlceras de estómago e, incluso, depresión.
- Dolor de espalda o de hombro.
- Problemas de oído, como dolores sin infección, pitidos, vértigos o mareos.
- Problemas de sueño: microdespertares con sensación de cansancio diurno, insomnio…
- Efecto cara cuadrada: apariencia de cara hinchada, debido a la sobrecarga de los músculos maseteros o masticadores. Al sobreejercitar estos músculos, aumenta su volumen.
¿Existen ejercicios que ayuden a no apretar los dientes?
En caso de ser necesario, puedes recurrir a la fisioterapia. El fisioterapeuta ayudará a trabajar una serie de procedimientos para proteger y recuperar la función de la articulación de la mandíbula y corregir defectos posturales con:
- cinesioterapia: sirve para aumentar la amplitud del movimiento articular y corrige defectos posturales.
- masoterapia (masaje de mandíbula): esta terapia no invasiva resulta muy efectiva para aliviar las tensiones musculares. Además, mejora la movilidad y la flexibilidad articular.
- electroterapia: se utilizan radiofrecuencia y ultrasonidos para actuar sobre el tejido muscular y articular de esta zona.
Solución y tratamiento para evitar el bruxismo
Los especialistas realizan diversas pruebas, como modelos articulados de la cavidad oral, radiografías y resonancias magnéticas, con el fin de valorar el problema y aplicar un tratamiento correcto y personalizado para mejorar la calidad de vida del paciente y evitar que se complique la enfermedad y derive en problemas mayores.
El tratamiento para evitar apretar los dientes es multidisciplinar. El dentista experto en patología maxilofacial será el profesional que recomiende el tratamiento más adecuado a cada paciente, según el problema. Pero, además del dentista ( y el citado fisioterapeuta), también pueden intervenir otros especialistas como ortodoncistas, otorrinos, cirujanos maxilofaciales y psicólogos.
🔺 Férula de descarga
Esta pieza semirrígida de resina que se usa durante el sueño nocturno entre las arcadas superior e inferior para evitar su rozamiento es lo más habitual para abordar el bruxismo. Tiene como objetivo reposicionar los cóndilos a su posición de relación céntrica y relajar los músculos de manera progresiva. Al mismo tiempo, disminuye la tendencia a apretar los dientes y protege a los dientes del desgaste.
Otros tratamientos médicos para el bruxismo son la ortodoncia, la coronoplastia y la cirugía de la mandíbula (en casos extremos).
🔺 Fármacos
Analgésicos y antiinflamatorios disminuyen la inflamación y las molestias típicas de esta patología.
🔺 Hábitos saludables
Adoptar unos hábitos alimenticios adecuados también contribuye a tratar el bruxismo, así como evitar una vida sedentaria y practicar actividad física con frecuencia para reducir el estrés.