Los productos fitosanitarios, como los plaguicidas y pesticidas, son sustancias químicas que se emplean en agricultura para controlar las plagas y las enfermedades de los cultivos. Su uso es necesario y habitual, pero genera inquietud entre los consumidores, que se preguntan por sus potenciales riesgos. ¿Un producto fitosanitario puede originar la presencia de residuos en los alimentos de origen vegetal y provocar, a su vez, efectos adversos en la salud de quienes los consumen? Lo abordamos en el siguiente artículo con ayuda de Elika, la Fundación Vasca para la Seguridad Agroalimentaria.
¿Dónde hay residuos fitosanitarios?
El uso de sustancias fitosanitarias, más conocidas como plaguicidas, puede dejar residuos en los vegetales y los productos alimentarios derivados. Es decir, cualquier alimento vegetal o producto alimentario cuya materia prima sea de origen vegetal —como las que proceden de animales que se alimentan de vegetales— es susceptible de contener estos residuos. Se trata de los restos del producto que se ha empleado para proteger el cultivo, incluidos sus metabolitos y los productos resultantes de su degradación o reacción.
¿Qué efecto pueden tener estos residuos en la salud?
Elika, la Fundación Vasca para la Seguridad Agroalimentaria, detalla que existen varios tipos de efectos tóxicos, y que estos dependen de la toxicidad propia de cada plaguicida y de la exposición (esto es, la dosis ingerida y el tiempo de exposición):
? Intoxicación aguda. Es una exposición a grandes dosis de plaguicida en un momento puntual, lo que sucede, normalmente, por accidente a quienes manipulan los productos. Las consecuencias son graves causando trastornos digestivos, respiratorios, dermatológicos, nerviosos.
? Toxicidad crónica.
- En profesionales. Es la exposición continuada a dosis considerables de plaguicidas de las personas que fabrican o aplican estos productos en los cultivos, lo que puede dar lugar a efectos adversos reproductivos, carcinogénicos, mutagénicos, neurotóxicos e inmunosupresores.
- En consumidores. Es la exposición a pequeñas dosis de plaguicidas de forma prolongada generando efectos locales (irritación de piel y mucosas) o sistémicos (alteraciones del sistema hormonal, nervioso, etc.).
«El uso de varios plaguicidas para el mismo cultivo genera combinaciones que pueden tener una toxicidad diferente a la que cabría esperar de la suma de los plaguicidas por separado. El determinar la toxicidad de la mezcla de varios compuestos requiere unos procedimientos analíticos poco desarrollados hasta la fecha, aunque la Unión Europea está dando pasos para poder determinarlo», señalan desde Elika.
Pero… ¿son seguros los fitosanitarios?
El ‘Informe de residuos de plaguicidas 2018‘, elaborado por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), evalúa si la exposición actual en la dieta de los residuos de plaguicidas supone un riesgo para la salud de la población europea a largo plazo (crónica) o corto plazo (aguda). En ambos casos, este organismo llegó a la conclusión de que la exposición es poco probable que suponga una amenaza para la salud humana.
«La EFSA está trabajando en la evaluación de riesgo acumulativo por exposición a múltiples residuos y en abril de 2020 presentó los primeros dos informes sobre riesgo acumulativo de residuos de plaguicidas. Una de las evaluaciones considera los efectos crónicos en el sistema tiroideo, y la otra, los efectos agudos en el sistema nervioso», explican desde Elika.
La conclusión general para ambas evaluaciones es que el riesgo del consumidor por exposición acumulativa en la dieta está, con diversos grados de certeza, por debajo del umbral que desencadena la acción reguladora, para todos los grupos de población analizados. De hecho, el documento concluye que el 95,5 % de las muestras de alimentos tomadas en Europa estaba dentro de los límites legales. Casi 6 de cada 10 muestras tomadas estaban libres de residuos o con niveles no cuantificables, mientras que el resto contenía niveles de residuos dentro de los límites permitidos.
En nuestro país, el uso seguro de los productos fitosanitarios está regulado por el Real Decreto 1311/2012. Además, existe un Plan de Acción Nacional 2018-2022 sobre el empleo sostenible de los productos fitosanitarios que tiene entre sus objetivos reducir los riesgos y efectos derivados de la utilización de estos productos, especialmente en el ámbito de la salud humana y del medio ambiente.