Hacer la compra por Internet es cada vez más habitual. Pero ¿es seguro comprar alimentos online? ¿Qué precauciones se deben tener en cuenta? Son las preguntas que los consumidores se realizan con frecuencia. Aquí te damos varios consejos prácticos para que te animes, si eres primerizo en esta materia. Y, si ya eres experto, te ayudamos a que mejores tu seguridad en la Red al adquirir alimentos y bebidas de esta forma.
Compras online de alimentos, al alza
Las compras por Internet no han parado de crecer en España en la última década, y esto incluye también a los alimentos y bebidas. Según recoge el portal Statista, el volumen de negocio del comercio electrónico en el sector alimenticio ha pasado de 72,7 millones de euros en 2014 a 650,51 en 2023.
Este aumento sostenido dio un salto importantísimo en 2020, al calor de la pandemia de covid-19. Durante el confinamiento, las compras por Internet se dispararon. Y, según se aprecia en distintos estudios y estadísticas, el e-commerce no es una moda pasajera, sino una tendencia. Hacer la compra por Internet resulta muy cómodo y tiene ventajas.
Imagen: Andrea Piacquadio
A pesar de ello, estas compras también tienen sus riesgos, por lo que debemos ser prudentes. Temas relacionados con la seguridad de nuestros datos deben tenerse muy en cuenta antes de lanzarse al mundo online.
Pero también hay que considerar la seguridad alimentaria, sobre todo, si el producto es de alto riesgo. ¿Y esto qué significa? Que está más asociado a brotes de intoxicación alimentaria y, por lo tanto, necesita refrigeración o congelación o es un alimento listo para consumir.
Desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) aconsejan que nos hagamos las siguientes preguntas antes de comprar alimentos online: ¿qué estamos adquiriendo?, ¿a quién se lo estoy comprando?, ¿qué datos debo compartir? y ¿qué debo comprobar cuando reciba el pedido?
¿Dónde estoy comprando alimentos?
La seguridad al 100 % en Internet no existe. Por ello es importante que cuando compres en línea aprendas a identificar a quién está detrás.
El Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) ha detectado en los últimos años diversos fraudes que se dan debido a promociones falsas que utilizan cheques regalo como reclamo. Estas son recibidas por correo electrónico o WhatsApp y redirigen a una página similar a la de una tienda de alimentos, pero que en realidad es un sitio creado para obtener información personal de los usuarios mediante técnicas de ingeniería social como nombre, apellidos, número de teléfono o dirección de correo electrónico. Este tipo de engaños es conocido como phishing.
➡️ Información obligatoria en las tiendas online de alimentos
De acuerdo con la legislación europea, los establecimientos que comercialicen alimentos deben incluir en la página web esta información:
- Nombre o denominación social.
- Dirección.
- Correo electrónico.
- Otros métodos de contacto: formulario de contacto, teléfono, etc.
- Número de Identificación Fiscal (NIF).
- Datos de inscripción en el Registro Mercantil.
- Información clara y exacta del precio de los productos o servicios, indicando si incluye o no los impuestos y gastos de envío.
Pero los clientes habituales de las tiendas de alimentos online no están exentos de ser víctima de un phishing. Para comprobar que no estás cayendo en las garras de los ciberdelincuentes, puedes guiarte por lo siguiente:
- Desconfía, si no hay suficiente información sobre las características de los productos o no puedes encontrar información completa y clara sobre precios, la garantía y el derecho de cancelación.
- Mira bien las ofertas, algunas pueden ser muy atractivas y no todas son verdaderas.
- Sospecha si la página web se centra en la venta de un único producto o si hay muchos errores de ortografía o expresiones extrañas, consecuencia de una traducción automática. La mayoría de los sitios fraudulentos suelen venir del extranjero.
¿Qué productos de alimentación estoy comprando?
Muchas veces nos dejamos llevar por el impulso y compramos alimentos sin mirar sus especificaciones. “Tendríamos que fijarnos en la denominación de venta, que es la descripción jurídica que indica que un jamón de pavo es en realidad jamón de pavo y no un fiambre”, dice Beatriz Robles, dietista-nutricionista y experta en Auditoría de Seguridad Alimentaria.
La especialista también recomienda observar la lista de ingredientes de los alimentos envasados, la cual se presenta en orden decreciente en cada producto. «Tenemos que ver que los primeros ingredientes sean alimentos saludables», destaca la especialista.
Y si necesitas saber lo que verdaderamente estás adquiriendo vía web, tienes que saber que existe una información obligatoria que toda tienda de alimentos envasados debe cumplir. Entre ellos están:
- Denominación de origen.
- Lista de ingredientes.
- Ingredientes que causen alergias o intolerancias.
- Cantidad neta.
- Condiciones especiales de conservación.
- Nombre o razón social y dirección del operador responsable de su comercialización
- País de origen o lugar de procedencia.
- Grado alcohólico, en bebidas con graduación superior a 1,2 % en volumen de alcohol.
¿Y si compro productos frescos? El método de envío de los alimentos que se compren por Internet debe ser el adecuado, sobre todo si los alimentos son frutas, verduras, carnes, pescados y demás productos perecederos, como los postres lácteos, que requieren cierta refrigeración o tienen que mantenerse congelados. En ningún caso debe romperse la cadena de frío.
También otros alimentos requieren condiciones de almacenamiento y transporte especiales, como los productos cocinados y los que se consumen crudos (marinados, sashimi…), porque cuando el consumidor los recibe en casa no es necesario que los cocine, un proceso que eliminaría cualquier patógeno que podría estar presente.
Ya en casa…
La empresa deberá garantizar que los productos lleguen a su destino final en buen estado. El cliente, por su parte, tiene que considerar que algunos envíos pueden generar gastos adicionales. Pero, siempre, al recibir un pedido online debe atender a lo siguiente y, si no está bien, reclamar:
- Vigilar que el embalaje se encuentra íntegro.
- Revisar si el etiquetado está en español y recoge toda la información obligatoria.
- Comprobar que los alimentos están a la temperatura adecuada para su conservación.
- Mirar que el producto no esté caducado o fuera de la fecha de consumo preferente.