Es común pensar que el ronquido de un niño es una etapa normal del sueño, pero no es así. Cuando un niño ronca significa que las vías respiratorias están algo obstruidas y, por ende, el cerebro no está recibiendo la cantidad de oxígeno que necesita. Esto puede llevar a consecuencias como la apnea (dejar de respirar por algunos segundos durante el sueño), microdespertares que impiden un descanso adecuado, hiperactividad y dificultad de aprendizaje. Con ayuda del doctor Gonzalo Pin, coordinador del Grupo de Sueño y Cronobiología de la Asociación Española de Pediatría (AEP), en las siguientes líneas vemos cuáles son las causas del ronquido infantil y qué se puede hacer para evitarlo.
Roncar mientras se duerme no es normal. Sin embargo, el pediatra Gonzalo Pin indica que el ronquido que debemos tomar en cuenta es el ronquido habitual. «Llamamos un ronquido habitual a que el niño ronque más de tres noches seguidas, tres días a la semana, más de tres meses», detalla el médico. Y puntualiza que esta definición excluye a los menores que están pasando por una enfermedad infecciosa.
Causas del ronquido infantil
Un 10 % de niños son roncadores habituales y, de ellos, un 2 % tiene síndrome de apnea obstructiva, según el experto. Pero, ¿qué produce el ronquido infantil?
- La causa más común para el ronquido infantil es la hipertrofia amigdalar. «Las amígdalas grandes provocan una obstrucción de las vías respiratorias durante la noche», indica Pin.
- La segunda más frecuente es la obesidad. «En los últimos años, desafortunadamente, estamos viendo que el niño roncador se parece más al adulto, porque cada vez hay más niños que roncan por obesidad o sobrepeso», asegura.
- ¿La tercera? El incremento de la vida sedentaria, un aumento que, según el doctor, «ahora se observa con el uso excesivo de la tecnología y la falta de movimiento». Esto sucede incluso aunque el menor no padezca de sobrepeso.
- Por último, se ha observado que los niños con el paladar estrecho u ojival tienen dificultades para respirar mientras duermen y producen los ronquidos. Además, los dientes torcidos o en mala posición, el arco dental curvado o deformado, así como el maxilar superior o mandíbula inferior estrecha, también pueden causar que ronquen durante la noche. Según la doctora Romina Vignolo, de la clínica Boca a Boca Dental, «cuando el ronquido infantil va acompañado de patologías como el bruxismo (el hábito involuntario de apretar la mandíbula y rechinar los dientes mientras dormimos) puede desencadenar problemas más graves como la apnea del sueño, dolor de cabeza y desgaste de las piezas dentales».
¿Qué debo hacer si mi hijo ronca?
Imagen: Victoria_Borodinova
Sobre todo, es importante estar atentos a las señales, tanto de noche como de día. Durante el sueño, hay que observar que el ronquido sea habitual. Si tu niño no sufre de alergias ni está pasando por una enfermedad infecciosa, y observas que ronca más de tres noches seguidas, tres días a la semana y durante tres meses, entonces se debe avisar al pediatra, indica el doctor Gonzalo Pin. Además de las señales como la apnea o el sueño interrumpido mientras el niño duerme, «hay que prestar atención a los síntomas diurnos, como la dificultad de aprendizaje, la hiperactividad o la inquietud motora«, explica.
Tanto si lo vemos claro como si tenemos dudas, el primer paso es avisar al pediatra, apunta Pin. «Él podrá determinar si hay síntomas diurnos que indican un sueño de mala calidad y tomará las medidas que considere necesarias». La decisión de llevar a cabo una operación (en el caso de la hipertrofia amigdalar) u ortodoncia (en el caso del paladar estrecho u ojival) dependerá del caso de cada paciente. «El tratamiento es totalmente individual. Dependerá de la edad del niño, la intensidad del ronquido, su permanencia y las consecuencias que haya causado», afirma.