¿Puedo pedir el alta voluntaria?

Siempre puedes pedir el alta voluntaria, aunque si estás ingresado por patologías que afecten a la salud pública, los médicos se pueden negar a dártela
Por Blanca Álvarez Barco 24 de octubre de 2022
Solicitar alta voluntaria
Imagen: Ron Lach
Si estás ingresado, estimas que te encuentras bien y que puedes seguir el tratamiento sin necesidad de permanecer en el hospital, puedes pedir el alta voluntaria. También tienes derecho a desistir de una prueba o intervención previamente concertada y solicitar el alta. En todos estos casos, prevalece tu derecho individual de libre elección, por lo que puedes pedir en Atención al Paciente o ante la dirección médica tu voluntad de recibir el alta, tanto si el médico está de acuerdo como si es contrario a esta elección. Sin embargo, como también explicamos en este artículo, hay situaciones excepcionales. Así, si estás ingresado por patologías que afecten a la salud pública, los facultativos no tienen por qué aceptar tu voluntad de recibir el alta médica.

¿Es legal solicitar el alta voluntaria?

Todos los pacientes pueden pedir el alta voluntaria, por tratarse de un derecho que afecta a su integridad física y moral, «porque no pueden imponerle una asistencia médica en contra de su voluntad», señala Ramón Prieto, secretario de la asociación El Defensor del Paciente.

Además, tienen por ley «libre elección» (puede optar libremente entre diversas alternativas asistenciales), según explica la abogada Antonia Cortés. Así se indica en el artículo 3 de la Ley 41/2002 de Autonomía del Paciente.

De este modo:

  • No se puede imponer al paciente asistencia médica en contra de su voluntad.
  • Puede negarse al tratamiento propuesto.
  • Debe dar consentimiento previo a la realización de cualquier prueba médica y puede desistir de este consentimiento.
  • Puede decidir de manera voluntaria solicitar el alta hospitalaria.
Paciente ingresado alta voluntaria


Imagen: RODNAE Productions

¿Puedo pedir siempre el alta voluntaria?

Pedirla, sí. Pero no siempre la dan. Y es que hay algunas patologías que entran «dentro del capítulo de las excepciones«, apunta Cortés. 

Están reflejadas en la citada ley, y son supuestos en los que el médico puede negarse a dar el alta voluntaria; en concreto, es posible cuando se trata de «patologías o enfermedades que pueden afectar a la salud pública» o si el paciente es menor de edad. En este tipo de ingresos (por ejemplo, por covid) «prima la salud pública, y el paciente, por tanto, no estaría en su derecho de solicitar el alta», confirma Prieto.

Si un paciente ingresado por este o similares motivos tuviera la intención de marcharse, «entrarían en conflicto la libertad individual del paciente y la salvaguarda de la salud pública», detalla la abogada, quien confiesa que «siempre se optaría por la segunda opción». En caso de ser necesario, «se tendría incluso que comunicar al juzgado, porque un paciente con estas circunstancias no se podría ir».

Cómo solicitar el alta voluntaria

El alta voluntaria se puede pedir con la opinión a favor del médico, pero también es posible hacerlo aunque el facultativo esté en desacuerdo:

👉 Con la decisión favorable del médico

Hay situaciones comunes, como un parto o una intervención, en las que el facultativo da su opinión favorable a que el paciente abandone el hospital, a pesar de que él no lo haya propuesto aún.

Sin embargo, aunque la opinión sea favorable, lo más probable es que se le recomiende seguir un tratamiento y le den pautas de actuación.

👉 En contra de la opinión del médico

A veces, la voluntad del paciente no coincide con la opinión médica. El facultativo puede considerar que no ha finalizado el tratamiento, que puede haber una recaída por marcharse antes de tiempo, etc.

Para pedir la marcha voluntaria del hospital, es preciso presentar un documento por escrito, tal y como señala Ramón Prieto. El documento debe incluir siempre los siguiente datos:

  • Nombre y apellidos.
  • DNI.
  • Solicitud expresa del alta voluntaria.
  • Firma.

Además, debe dirigirse a:

  • La Dirección Médica del Hospital dirigiéndose a su director médico.
  • Puede realizarse la gestión a través del Servicio de Atención al Paciente.

¿Cuáles son las consecuencias de pedir la salida voluntaria?

Uno de los principales riesgos de solicitar el alta voluntaria es perder la posibilidad de una nueva baja en caso de recaída. ¿Qué pasa, entonces, si pido el alta y recaigo?

Los pacientes deben ser conscientes de que, si solicitan el alta voluntaria ,»lo hacen bajo su cuenta y riesgo«, comenta la abogada. 

Si después se reproduce una lesión o si hay una recaída de una enfermedad, «el paciente estará desprotegido y puede tener problemas, si pretende reclamar una incapacidad, entre otras cosas». Es decir, «él se responsabilizaría de cualquier agravamiento que pudiera sufrir» —aclara Prieto— porque el alta se ha concedido a petición suya y bajo su responsabilidad.

En casos de alta voluntaria, a pesar de que marchen del hospital, se recomienda al paciente que siga «una serie de pautas para poder recuperarse o tratar del mejor modo posible su dolencia».

¿Qué me pasa si soy médico y acepto (o no) el alta voluntaria?
🔹 ¿Qué pasa si el paciente solicita el alta voluntaria y el médico se la concede? El facultativo está cubierto y «no será su responsabilidad, aunque el paciente se vaya del hospital en contra de su criterio«, explica la abogada Antonia Cortés. Es recomendable, por supuesto, «que todo quede reflejado en el documento de alta».

🔹 Si el médico se opone (dentro de los supuestos que permite la ley) a conceder el alta voluntaria a un paciente, también debe quedar constancia de qué motivó la decisión y todas las circunstancias que rodeen el caso concreto.
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