Fuera de nuestras fronteras existen diversos ejemplos de estrategias para combatir la obesidad infantil. En Europa, la Organización Mundial de la Salud ha puesto en marcha una serie de estrategias de actividad física, alimentación y nutrición destinadas tanto a adultos como a niños para educar y detener el aumento de sobrepeso, obesidad y malnutrición. Sin embargo, estos planes no son obligatorios, sino que reconocen y respetan la libertad de acción de los gobiernos. Cada país tiene el suyo propio.
Cómo luchan contra la obesidad infantil fuera de España
A pesar de la no exigencia, muchos gobiernos cuentan con sus respectivos planes para abordar los problemas de la obesidad, según el estudio ‘Euro Health’.
- El primer país en incluir la obesidad dentro de su programa de salud nacional con el objetivo de detener su aumento fue Moldavia, en el 2014.
- Dos años después, Reino Unido puso en marcha su plan de acción contra la obesidad infantil. También en este mismo país, la Ofcom (el organismo independiente que regula la televisión, la radio y las telecomunicaciones) prohibió la emisión de toda clase de publicidad de alimentos azucarados para menores de 16 años.
- Noruega, uno de los países con menores tasas de obesidad infantil en Europa, prohibió la publicidad de alimentos insanos dirigida a niños y aumentó los impuestos de los productos y bebidas con azúcar, como explica en esta entrevista Liv Elin Torheim, vicepresidenta del Consejo Noruego de Nutrición y profesora de Nutrición en Salud Pública en la Universidad Metropolitana de Oslo.
- Polonia también ha hecho lo propio y puso en el foco de su estrategia la alimentación en el sistema educativo. Su objetivo, aún vigente, es el de promover una dieta saludable entre los más pequeños.
- Similar al caso español es el de Malta, donde la obesidad y el sobrepeso infantil también rondan el 40 %. Por ello, el país ha implementado una serie de medidas legislativas para reducirlo. En 2016, se aprobó la Ley de Promoción de Estilo de Vida Saludable y Atención de Enfermedades No Transmisibles, que tiene como objetivo la promoción de la actividad física y una dieta saludable a través de distintas acciones. Este país también cuenta con un Consejo dedicado a asesorar en materia de obesidad. Entre otras cuestiones que han conseguido están la implementación de un programa de hábitos de vida saludable en las escuelas y la regulación de los alimentos que se venden a los niños en los colegios. Para comprobar que se cumplen, el Gobierno maltés lleva a cabo inspecciones periódicas.
- En cuanto a la figura del dietista-nutricionista, tan importante en la prevención, países como Canadá, Estados Unidos y algunos de la Unión Europea como Portugal ya incorporan esta figura en sus sistemas sanitarios. Canadá, por ejemplo, estableció en 2009 un ratio mínimo de un dietista por cada 50.000 habitantes, pero posteriormente lo cambió a uno por entre 16.000 y 29.000 pacientes.
Incorporar dietistas-nutricionistas en Atención Primaria
En nuestro país, el Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas cuenta con un manifiesto en el que piden la inclusión de estos especialistas en el Sistema Nacional de Salud. Según su propuesta consideran necesario un experto por cada 100 camas en Atención Especializada, uno por cada 50.000 tarjetas sanitarias en Atención Primaria y uno por cada 500.000 habitantes en Salud Pública.
“Los dietistas-nutricionistas que ejercen en Atención Primaria pueden ahorrar al sistema de salud de 5,8 a 105 euros por cada euro invertido en los tratamientos. En los hospitales se ha visto que la intervención del dietista-nutricionista reduce la estancia hospitalaria (una inversión de 76 euros genera un día menos de ingreso) y disminuyen los casos de reingreso», subrayan.