Está demostrado que existe una importante vinculación entre la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la alimentación, ya que esta última influye en el mantenimiento de una buena calidad de vida para el paciente. Un estado nutricional óptimo es crucial en esta patología debido a que la malnutrición y la desnutrición afectan a la función respiratoria y los músculos respiratorios, que también se ven aquejados cuando hay un déficit nutricional. Y todo ello aumenta el riesgo de complicaciones de esta enfermedad crónica, como explicamos a continuación.
¿Qué es la EPOC?
Empecemos por el principio: conocer esta patología. La enfermedad pulmonar obstructiva crónica es una afección pulmonar que causa una grave limitación en la capacidad respiratoria y que además provoca tos, fatiga, sensación de ahogo y producción de mucosidad.
Entre los síntomas más habituales de la EPOC, destacan una dificultad continua para respirar, una sensación de opresión en el pecho y sensación de agotamiento permanente. Se trata de una enfermedad crónica porque es de larga duración y progresión lenta: las personas con EPOC sufren secuelas físicas y psicológicas durante años.
EPOC: la tercera causa de muerte en el mundo
Una enfermedad crónica no tiene por qué ser la causa de muerte de las personas que la padecen, pero en el caso de la EPOC es la tercera causa de muerte en el mundo y la cuarta en España. Según los últimos estudios, el 11,8 % de la población de entre 40 y 80 años tiene EPOC, aunque últimas investigaciones arrojan un preocupante dato: la enfermedad está afectando a pacientes cada vez más jóvenes.
Si bien en la actualidad afecta más a hombres que a mujeres, se espera que el porcentaje se iguale, puesto que la tendencia de pacientes mujeres con la enfermedad es creciente. El 85 % de los pacientes son fumadores o exfumadores.
EPOC, obesidad y malnutrición
Además de causar una grave limitación en la capacidad respiratoria, la EPOC aumenta el riesgo de padecer tanto obesidad como desnutrición. Es más, seis de cada diez pacientes padecen obesidad y entre el 65 % y 80 % no llega a las recomendaciones de consumo de alimentos indicados. Para reducir estas cifras, lo imprescindible es disponer de un buen asesoramiento nutricional que favorezca la mejora en la evolución y pronóstico de una enfermedad.
El estudio ‘Hábitos alimentarios de los pacientes con EPOC’, elaborado de manera conjunta por la Asociación Española de Pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (APEPOC) y la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) de Valladolid, quiere poner luz al respecto. El objetivo es que, a través de una buena alimentación, los pacientes puedan mejorar la calidad de vida.
Para la doctora Paula Crespo, asesora nutricional de la asociación, existe una relación directa entre la alimentación equilibrada y la calidad de vida. “Los pacientes con EPOC deberían contar con el asesoramiento nutricional como parte del abordaje multidisciplinar, ya que es clave para contribuir a mejorar la evolución y pronóstico de la patología”, afirma. Y es que, por lo general, la evaluación nutricional es un aspecto insuficientemente valorado en la práctica clínica diaria.
Alimentación: información sencilla y fácil de aplicar
La relación directa entre una buena alimentación y el bienestar en esta y otras patologías crónicas es crucial. María Martín, coordinadora y paciente de Madrid de APEPOC, afirma que es necesario instruir al paciente de EPOC y sus familiares sobre la alimentación. “Toda la información que ahora poseo y las claves para poder llevar una mejor nutrición lo he averiguado por mí misma”, dice, y señala que esto debería cambiar para mejorar la calidad del paciente.
En este sentido, Pedro Cabrera, coordinador de Canarias, reconoce que antes del diagnóstico de la enfermedad tenía otro tipo de alimentación. Considera que no solo los pacientes sino la sociedad en su conjunto carece de la información necesaria para llevar una dieta equilibrada.
Desde la asociación APEPOC, Nicole Hass, insiste en que abordar todas las cuestiones “que afectan a nuestros pacientes siempre desde la visión científica y empírica” es clave.
¿Qué tipo de alimentación debe seguir un paciente de EPOC?
La recomendación debería ser la misma que para la población general: alimentación saludable, basada en alimentos frescos, priorizando el consumo de frutas, frutos secos, verduras, lácteos y derivados sin azucarar y cereales integrales a diario y consumo de carne blanca, pescado, legumbres y huevo de manera semanal.
Sin embargo, además de la alimentación saludable, es importante destacar que hay algunos nutrientes específicos que son recomendables potenciar en la ingesta diaria de los pacientes con EPOC:
- Magnesio: ayuda a la broncodilatación.
- Selenio: este antioxidante contribuye a prevenir el deterioro, sobre todo en el caso de ser fumador o fumadora.
- Omega 3: por su efecto antiinflamatorio.
- Calcio y vitamina D: se necesita ingerir los dos en las cantidades adecuadas para asegurar unos huesos fuertes y evitar fracturas. Son imprescindibles si además se toman corticoides.
- Vitaminas A, C y E: también son antioxidantes naturales y se encuentran en los alimentos con mucho color, como las verduras.
En esta infografía, que se hizo en el contexto del estudio de hábitos alimentarios, se hallan las principales fuentes de estos nutrientes. No te olvides de incorporarlos a tu dieta a diario. Es muy importante asegurar la ingesta de alimentos que sean ricos en los nutrientes comentados, ya que en el caso de que exista alguna deficiencia podría derivar en varias consecuencias que afectan a la función respiratoria.