La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda hacer ciertos ejercicios físicos, según la etapa vital. En el caso de los niños, aconseja que realicen al día una hora de actividad moderada o vigorosa, es decir, movimientos corporales intensos como correr, saltar o bailar. Sin embargo, no lo llevan a la práctica: tan solo dos de cada cinco niños, niñas y adolescentes cumplen con esta pauta. Y eso que el ejercicio físico es la mejor medicina para combatir la obesidad infantil. Pero no solo por eso deben estar activos y moverse. Estos son los motivos.
Motivos por los que los niños tienen que hacer ejercicio
1. Aumenta el tamaño de su corazón y su resistencia respiratoria
Con una sola contracción, el corazón de un niño activo envía al resto del organismo más sangre que el de un niño sedentario. Las personas inactivas desarrollan vasos sanguíneos de menor elasticidad, dimensión y capacidad vasodilatadora, un escenario que predispone a la hipertensión.
2. Mejora la condición física
Más agilidad, potencia de reflejos, aumento de velocidad y refuerza su resistencia.
3. Disminuye el desarrollo de la arterioesclerosis
La acumulación de grasa en las paredes de las arterias es una enfermedad de adultos que ya se está diagnosticando en menores.
4. Se incrementan los glóbulos blancos en circulación
Esto crea una mejor defensa ante el desarrollo de células cancerígenas y de infecciones causadas por virus y bacterias.
5. Proporciona un mayor rendimiento académico
El ejercicio es un alimento para su cerebro, ya que le asegura una buena llegada de sangre y con ello ayuda al desarrollo de este órgano. El proyecto ‘Active Brains’, de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Granada (UGR), analizó el impacto de la actividad física en los cerebros de 110 niños entre 8 y 11 años con sobrepeso u obesidad. Según sus conclusiones, los menores que hacen ejercicio constante tienen más materia gris, lo que redunda en un mayor y mejor rendimiento escolar.
6. Aumenta la producción de hormonas
Por ejemplo, aumenta la hormona del crecimiento (GH), que facilita en gran medida el desarrollo de los huesos, músculos y el resto de las articulaciones.
7. Aporta diversos beneficios emocionales
Los niños que practican ejercicio físico con regularidad tienden a tener mayor autoestima y una actitud más positiva. También logran dormir mejor y son capaces de afrontar mayores desafíos, tanto físicos como emocionales.
8. Mejora la sociabilización
El deporte enseña a aceptar las reglas, valorar el compañerismo, a integrarse con los otros y a asumir responsabilidades.
9. Relega hábitos insanos
Contribuye a que los menores no se inicien en el alcohol y el tabaco.
10. Reduce la grasa corporal
Y con ello, las posibilidades de sufrir sobrepeso.