El ocio, un derecho para las personas con discapacidad como el daño cerebral adquirido

Recursos y sugerencias para que la población afectada y sus familiares puedan disfrutar su tiempo libre sin trabas ni barreras
Por Dano Cerebral Galicia 28 de septiembre de 2021
daño cerebral ocio
Imagen: ELEVATE

Los últimos años han supuesto un gran avance hacia la igualdad de acceso al ocio de las personas con discapacidad. Pero sigue siendo indispensable el trabajo conjunto de personas, asociaciones, instituciones públicas y privadas y medios de comunicación para sensibilizar sobre este importante derecho reconocido en la Constitución. Debemos lograr entre todos que se deje de hablar de ocio inclusivo y que se hable únicamente de ocio para todas las personas. Sería la muestra palpable de que el objetivo lo hemos cumplido. Por eso, María José Hermida (terapeuta ocupacional) y Noelia Parente (educadora social), de la Asociación de Dano Cerebral de Compostela Sarela, abordan en las siguientes líneas la importancia del ocio para todos, qué barreras para su acceso encuentran las personas con discapacidad, y en especial las que tienen daño cerebral adquirido, y de qué manera se puede facilitar y potenciar su disfrute.

La importancia del ocio

El ocio y su disfrute es un aspecto fundamental de la vida de las personas. Así lo reconoce la Organización Mundial de la Salud (OMS), que considera el tiempo de ocio esencial para el correcto desarrollo del ser humano, básico para su equilibrio psíquico y social. Incluso se ha llegado a demostrar que el correcto disfrute de ese tiempo previene enfermedades, aumenta la creatividad y proporciona una mejor calidad de vida.

Por su parte, también la Constitución Española especifica, en su artículo 43 del capítulo I, que los poderes públicos facilitarán una adecuada utilización del tiempo de ocio.

En las dimensiones de la Calidad de Vida, definidas por los profesores Robert L. Schalock y Miguel Ángel Verdugo, se tiene en cuenta el ocio como parte fundamental de una de las ocho dimensiones que la conforman, la del ‘Bienestar Físico’. Y se vincula directamente a otras dimensiones como el ‘Bienestar Emocional’ y las ‘Relaciones Interpersonales’, ya que el disfrute de nuestro tiempo produce placer, satisfacción y favorece nuestras interacciones y relaciones sociales.

Es importante destacar que toda persona, una vez tiene aseguradas sus necesidades básicas, la seguridad y su protección (pirámide de Maslow), empieza a pensar en cubrir sus necesidades sociales, donde el ocio y el tiempo libre juegan un papel principal. La calidad de sus relaciones, de su ocio y de su capacidad y posibilidad de disfrutar del mismo hace que el día a día sea más interesante y se salga de la rutina rompiendo con lo cotidiano.

Barreras que impiden un ocio de calidad

Aunque la teoría es clara, llevarla a la práctica se convierte en una carrera de obstáculos cuando nos referimos a las personas con discapacidad. En el día a día, las personas con daño cerebral adquirido se encuentran con barreras para acceder a un tiempo de ocio de calidad.

Esto no solo se debe a las barreras arquitectónicas, quizás las más visibles de todas, sino también a las limitaciones para acceder a la información, los problemas de planificación, la falta de iniciativa o la apatía para participar en una actividad de ocio. Estas últimas barreras hablan de las secuelas invisibles, aquellas que a simple vista no se perciben, pero que también repercuten en el día a día de la persona con daño cerebral, ya que influyen en la toma de decisiones, la comprensión de la información, la comunicación o el estado de ánimo.

Además, es preciso tener en cuenta el entorno físico en el que vive la persona y sus relaciones interpersonales. Muchas personas encuentran limitadas sus actividades de ocio por el lugar en el que viven, como puede ser una zona rural o con poca comunicación de transportes, o por depender de otra persona que la lleve o la acompañe durante la actividad.

Guía de apps y recursos para facilitar el ocio

A continuación describimos algunos de los recursos que las personas con daño cerebral y sus familias pueden consultar para disfrutar de su tiempo libre y de ocio:

  • Turismo acessible by Equalitas Vitae. Es una app con información de hoteles, casas rurales y turismo rural adaptados y accesibles. También disponen de información de deporte adaptado, playas accesibles, rutas culturales, museos accesibles y espacios naturales accesibles.
  • Discapnet. En el Portal de Personas con Discapacidad se pueden encontrar destinos accesibles muy interesantes, tanto a nivel nacional como internacional.
  • DisplaceTool. Esta aplicación móvil para personas con diversidad funcional permite localizar los puntos sin barreras arquitectónicas que están disponibles en la ciudad. Se pueden hallar por categorías o mediante un radio de distancia de la propia localización en el mapa. También dispone de información sobre las plazas reservadas para personas con movilidad reducida en la vía pública, y de una lista de asociaciones y transportes adaptados.
  • Eventbrite. Con esta app es posible encontrar distintos eventos en cualquier lugar del mundo. Informa de conciertos, exposiciones de arte, festivales y espectáculos. Y avisa del evento que se está realizando o está próximo a celebrarse cerca de la ubicación indicada. Además, muestra el horario, fecha, ubicación y cómo llegar.

Unido a estos recursos, sería importante contar con una red de asistentes personales que pudieran acompañar a las personas con daño cerebral en las actividades de ocio que elija, sin necesidad de depender de un familiar u otra persona de su entorno para disfrutar de la misma, logrando más autonomía y autodeterminación.

Retos y preguntas decisivas sobre el ocio de personas con discapacidad

Hasta el momento, se ha recorrido un gran camino hacia la igualdad de acceso al ocio de las personas con discapacidad. Sin embargo, hay que tener presentes los datos de la encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre integración social y salud del 2012. En ellos se señala que el 69 % de las personas con discapacidad ven limitada su participación en actividades culturales. Las principales barreras que se encuentran para ello son:

  • la distancia que tienen que recorrer para llegar al lugar de la actividad (33 %).
  • la falta de confianza en sí mismas o en los demás (31 %).
  • las dificultades para acceder o moverse por los edificios (30 %).
  • la falta de transporte adecuado (25 %).
  • la falta de conocimiento o información accesible (22 %).

Por todo ello, es necesario seguir trabajando conjuntamente las personas, asociaciones, instituciones públicas y privadas, medios de comunicación, etc., con el fin de lograr que, en vez de ocio y ocio inclusivo, se hable únicamente de ocio para todas las personas.

Debemos reflexionar y respondernos estas preguntas: ¿Ellos/as eligen? ¿Se les trata en términos de igualdad? ¿Tenemos infraestructuras plenamente preparadas y accesibles para todas las personas? En definitiva: ¿se piensa en todas las personas cuando se crean u ofrecen servicios turísticos?

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