La nueva variante ómicron, además de ser más contagiosa que las anteriores variantes de covid-19, se manifiesta con síntomas algo distintos de los habituales. La fatiga, el dolor de cabeza y musculares, el picor de garganta, mocos, la fiebre o la tos siguen muy presentes en numerosos casos, pero es raro que provoque pérdida de olfato y gusto, y sí estornudos, taquicardia, dolor lumbar y, curiosamente, sudores nocturnos. Esta sudoración, que aparece de forma repentina coincidiendo habitualmente con la vigilia y que empapa la ropa del enfermo, también es frecuente en otras enfermedades. Te contamos en cuáles.
Sudar es un proceso biológico en el que las glándulas sudoríparas expulsan un líquido a través de los poros de la piel. La función del sudor, ese líquido compuesto por agua, sales minerales y toxinas, consiste en regular la temperatura corporal, permitiendo que el calor se evapore por la piel. Por lo tanto, transpirar —nombre con el que se le conoce también a este fenómeno— es normal, tanto si sucede por el día, como por la noche.
Causas de la sudoración nocturna
Si al levantarte de la cama notas sudor en la frente o en la almohada, no te preocupes. En cambio, en la sudoración nocturna, la transpiración llega a ser tan intensa que las prendas y las sábanas se empapan en exceso. Tanto que, a veces, en plena noche la persona que la sufre debe levantarse a cambiarse de ropa o a darse una ducha.
Por lo general, detrás de estos sudores nocturnos está dormir con demasiada ropa o con una temperatura ambiente elevada. Tener sobrepeso y obesidad contribuye a ello. También sucede tras la ingesta de comidas muy condimentadas o picantes o el consumo de alcohol o cafeína. La drogadicción o la abstinencia, por supuesto, puede producirla.
El uso de algunos medicamentos, como los antipiréticos (paracetamol), antidepresivos, hipoglucemiantes (tratar la diabetes), terapia hormonal en cáncer, antihipertensivos o antiretrovirales, también provoca esta hiperhidrosis como efectos secundarios.
Pero, en algunos casos, esta sudoración nocturna ocurre de forma habitual, por lo que puede que esté relacionada con una enfermedad, patología o estado vital. ¿Con cuáles? Estas son las más frecuentes:
- Hiperhidrosis. Tanto de día como de noche, este sudor en exceso afecta sobre todo a las palmas de las manos, los pies, las axilas y la cabeza. Suele aparecer en la adolescencia, pero también hay hiperhidrosis infantil.
- Trastornos de ansiedad. En periodos de mucho estrés y ansiedad, lo normal es que por la noche también se sude en exceso.
- Menopausia. Más de 70 % de las mujeres perimenopáusicas dicen tener sudores nocturnos. ¿La causa? Los sofocos, que duran entre tres y seis minutos y que por la noche hace que se despierten con sensación de calor intenso, sudando y con el pulso acelerado. También es normal sufrirlos en el embarazo y es síntoma del síndrome premenstrual.
- Infecciones. Ante una infección, se eleva la temperatura corporal (fiebre) y parece la sudoración nocturna. ¿Cuáles son las más comunes? Tuberculosis, brucelosis, VIH, endocarditis, osteomielitis y, ahora, también covid-19 por la variante ómicron del SARS-CoV-2.
- Cáncer. No solo algunos tratamientos para tratar el cáncer causan sudores por la noche. También la propia enfermedad produce sudoración nocturna: leucemia, linfoma de Hodgkin; linfoma no hodgkiniano, síndrome carcinoideo (tumor en los intestinos), feocromocitoma (tumor suprarrenal)
- Diabetes. La sudoración nocturna aparece cuando se sufre una hipoglucemia, es decir, cuando el nivel de azúcar en sangre es demasiado bajo. En personas con diabetes se da por debajo de los 70 mg/Dl, puede que por ello se despierten (hasta incluso caminar sonámbulas) y viene acompañada de pesadillas, aumento de la frecuencia cardiaca, dolor de cabeza y cansancio al levantarse.
- Apnea del sueño. La apnea obstructiva del sueño ocasiona que en ciertos momentos de la noche dejes de respirar, lo que puede elevar el nivel de cortisol (la hormona del estrés) y, por tanto, provocar sudores nocturnos.
- Hipertiroidismo. Cuando la tiroides está hiperactiva es frecuente la ansiedad, la irritabilidad, problemas para dormir, temblores… y sudoración nocturna.
- Otros. Según la Clínica Mayo, la sudoración nocturna puede deberse a trastornos autoimnunitarios, neuropatía autonómica (daño a los nervios autónomos), mielofibrosis (trastorno de la médula ósea), absceso piogénico (cavidad llena de pus producida por una infección), accidente cerebrovascular y siringomielia (quiste lleno de líquido en la médula espinal) y enfermedad de la tiroides.
Cuándo acudir al médico por sudores nocturnos
Por lo general, tener sudores nocturnos no reviste gravedad alguna, pero si además de ser frecuentes, tienes estos síntomas, contacta con tu médico:
- Fiebre o escalofríos.
- Tos.
- Pérdida de peso.
- Dolor.
- Sudoración nocturna con mucha frecuencia, interrumpiendo el sueño.
- Sofocos durante el sueño o pausas respiratorias.