El sol y sus efectos

El sol no tiene el mismo efecto en todos; una persona con la piel blanca tiene más probabilidades de sufrir quemaduras que otra que tenga una tez morena. Los rayos ultravioletas son los mismos, pero los efectos son diferentes. Cada tipo de cáncer de piel tiene un rango de edad. La mayoría aparecen en personas mayores de 30 años, y principalmente en aquellas con una exposición solar importante, quemaduras frecuentes y que presentan una piel clara que se pigmenta difícilmente. Los dermatólogos, por regla general, advierten del riesgo que supone para la salud una exposición prolongada. Los datos hablan por sí mismos; los tumores cutáneos han crecido un 40% entre la población europea en los últimos cuatro años y la razón principal es la quemadura provocada por la exposición al sol, sobre todo durante la infancia. Solamente en España se detectan 78.000 nuevos casos cada día según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Por eso la prevención es fundamental.

Pero a pesar de que parece existir un consenso general en nuestra sociedad sobre sus efectos nocivos, diversos estudios, como el publicado en el British Medical Journal, destaca que los beneficios de adorar al astro rey son mayores que sus consecuencias adversas. Según el científico Andrew News, de la Universidad de Bristol (Reino Unido), “el sol tiene efectos positivos sobre la salud mental y física de las personas”. Por un lado, “disminuye el número de depresiones y suicidios” y, por otro, “aumenta los niveles de vitamina D” en el organismo, lo que protege de las enfermedades coronarias.

Pero lo que no cabe ninguna duda es que el sol tiene efectos positivos sobre nuestra salud. El astro rey, según los expertos, no es incompatible con la salud si se toma con moderación. Es más, los dermatólogos se lo recomiendan a muchos de sus pacientes como remedio de algunas enfermedades, como es el caso de la psoriasis.

El sol afecta a algunas personas más que a otras, en diferentes funciones fisiológicas, tales como la fertilidad y los cambios de humor. En este sentido, los estudios realizados concluyen que en los lugares en los que la incidencia de la luz solar es pequeña, como en los países nórdicos, los índices de irritabilidad, depresión, fatiga, insomnio y suicidios son mayores que en los que el sol tiene mayor presencia. Precisamente por esto último, España se convierte en un reclamo para los turistas. Según datos estadísticos, una de las principales razones por la que las extranjeros eligen como destino de sus vacaciones el sur de Europa es la climatología.

Y conviene insistir en un aspecto: el sol no debe estar reñido con la estética o la moda si se toma en las dosis oportunas y con la protección correspondiente. Cada piel, como cada persona, es diferente y requiere de cuidados distintos.

A continuación, se enumeran diferentes consejos a tener en cuenta con el fin de que tomar el sol no sea una espada de Damocles para nuestra salud:

• 🌞 Horas de exposición al sol. No tomes el sol entre las 12:00 y las 16:00h, ya que el riesgo a sufrir quemaduras es mayor, así como a que nos dé un golpe de calor con gran peligro de deshidratación.
• 🌞 No te confíes los días que está nublado. La misma norma de evitar tomar el sol durante las horas principales del día sirve para los días que están nublado, ya que la radiación del sol atraviesa las nubes y puede quemar la piel.
• 🌞 Tiempo recomendado para tomar el sol. La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que 20 minutos al día es suficiente para absorber unos niveles adecuados de vitamina D, aunque habrá que tener en cuenta otras cuestiones como la hora del día, el fototipo y la estación del año.
• 🌞 No te olvides la crema con fotoprotector. Se recomienda la máxima protección, factor 50 o 50 plus con independencia del tipo de piel. Hay que recordar que no basta con echársela una sola vez, hay que hacerlo de forma continuada, más si vamos a meternos en el agua.  
• 🌞 La hidratación es clave. Mientras estemos tomando el sol es muy importante no dejar de beber agua o de tomar frutas refrescantes, sandía, melón, melocotón, etc. De esta manera se evitará sufrir una insolación o un golpe de calor. Es necesario beber al menos 1,5 litros de agua al día.
• 🌞 Protege tus manchas de los rayos solares. Es importante recordar que el sol puede hacer que las manchas y lunares cambien, por lo que es importante que las mantengas cubiertas durante la exposición solar.
• 🌞 Hidratación de la piel al llegar a casa. Después de un día de playa, de monte o de piscina la piel está dañada por la exposición solar. Por eso es importante aplicarse después de la ducha una crema hidratante que la calme después del salitre, el cloro y la contaminación de muchos ríos y piscinas naturales.
• 🌞 Sombra. Aprovéchate de la sombra siempre que sea posible.
• 🌞 Complementos para protegerte del sol. Todos sirven; gorras, viseras, sombreros, gafas de sol y pañuelos.