La vasectomía se ha convertido, tras 20 años desde su despenalización, en el tercer método anticonceptivo de España, superada sólo por el preservativo y la píldora. A ello han contribuido que se trate de una operación de apenas 15 minutos, que no tenga efectos secundarios y que su eficacia roce el 100%. Además, la Seguridad Social cubre esta intervención.
Operación
La vasectomía no es una operación compleja y lo más conveniente es que la realice el urólogo. Se emplea anestesia local para dormir la sensibilidad de la piel del escroto y consiste en seccionar y coagular los dos conductos deferentes, a través de los cuales se transportan los espermatozoides desde los testículos hasta la uretra. Se practican una o dos incisiones (lo habitual es que sea sólo una) a nivel medio del escroto, lugar por el que se sacan los deferentes.
El tiempo de la intervención no supera los 20 minutos y una vez realizada no precisa ingreso, por lo que el paciente se va a casa. En los tres o cuatro días posteriores, se recomienda hacer una cura mínima de la herida (únicamente se dan uno o dos puntos) y tomar antiinflamatorios o ponerse hielo para evitar que se formen hematomas subcutáneos en el escroto o que haya una inflamación del testículo.
Mientras que el trabajo habitual del hombre no conlleve un gran esfuerzo físico, se puede trabajar desde el día siguiente de la intervención, teniendo solamente un poco de cuidado y evitando cualquier golpe, para lo que puede ser conveniente llevar unos calzoncillos que sujeten bien los testículos, según informa el presidente de la Clínica Euskalduna de Bilbao y miembro de la Asociación Española de Andrología (ASESA), Roberto Lertxundi.
Un aspecto importante a tener en cuenta es que el método no es efectivo hasta que hayan tenido lugar unas 15 eyaculaciones
El método no es efectivo hasta que hayan tenido lugar unas 15 eyaculaciones
Este método tiene una eficacia alta: sólo falla una vez de cada 2.000 y roza, por tanto, el 100% de éxito (la vasectomía es cinco veces más segura que la ligadura de trompas). Puede darse algún caso de recanalización tardía, de manera que el conducto deferente se vuelve a juntar naturalmente, según el presidente de la Sociedad Española de Contracepción (SEC) y jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital de Requena, en Valencia, Ezequiel Pérez Campos, que matiza, sin embargo, que la tasa de embarazos ante este “extraño” supuesto oscila sólo entre el 0,04 y el 0,1%.
Por ser una intervención sencilla y por su alta eficacia, la vasectomía es mucho más frecuente que la ligadura de trompas. Según Lertxundi, la proporción es de tres a uno. Se calcula que anualmente en España se someten a esta operación unos 15.000 hombres, lo que da un total aproximado de 300.000 varones vasectomizados.
El presidente de la Sociedad Española de Contracepción explica que la Seguridad Social cubre la realización de la vasectomía, aunque señala que la lista de espera es bastante larga. Además, para llevar a cabo esta intervención se fijan unos criterios (número de hijos, edad?) que difieren en función de la comunidad autónoma o, incluso, de la ciudad en la que se vaya llevar a cabo la intervención.
Para Pérez Campos, “no debería haber criterios, tendría que ser una decisión personal en la que los demás no opinasen”. A su juicio, una vez solicitada la operación, el plazo máximo para llevarla a cabo sería de tres meses, ya que “estamos hablando de una intervención para la salud sexual, que es una parte muy importante de la salud general”.
Ante esta situación, el máximo representante de la SEC asegura que se opta más por la sanidad privada que por la pública y se hace, en primer lugar, para evitar criterios de selección; segundo, para no hacer frente a la demora y, tercero, para garantizar una mayor discreción. Comenta al respecto que “los hombres son muy discretos con estos temas y no los cuentan”.
Perfil
La franja de edad en la que más hombres se someten a una vasectomía es de 40 a 44 años, seguida por la de 35 a 39 años. En líneas generales, se trataría de varones con un nivel de estudios no muy alto, ingresos intermedios, pareja estable y una media de dos hijos.
El grupo Daphne realizó en 2003 una encuesta en todo el territorio español sobre la utilización de métodos anticonceptivos, para lo que utilizó una muestra de 2.140 mujeres en edad fértil (de 15 a 49 años). De este estudio se obtiene que las féminas cuyas parejas se habían hecho la vasectomía estaban en su mayoría casadas o conviviendo en pareja.
Además, el nivel predominante de ingresos de la unidad familiar era de 1.800 a 3.000 euros mensuales, según el presidente de la Sociedad Española de Contracepción, quien agrega que en la mayor parte de los casos la mujer era ama de casa y no tenía estudios.
El sondeo del grupo Daphne concluye también que del total de mujeres cuyas parejas estaban vasectomizadas (en la muestra son 144), el 86,8% se mostró “muy satisfecho”; el 10,6% “bastante satisfecho”, y sólo una persona dijo estar “muy insatisfecha”.
Ideas erróneas
El médico del hospital valenciano reconoce que con el paso del tiempo “se ha logrado romper numerosas barreras” en torno a la vasectomía y se han vencido tópicos como “a mí cómo me van a dejar infértil con lo macho que yo soy”. “El hombre español ha sido capaz de vencer su prejuicios y entender que no hay ningún problema con esta sencilla operación y que es un buen método para evitar embarazos cuando ya no se desean”, manifiesta.
Por tanto, están equivocados- según el coordinador del grupo de Andrología de la Asociación Española de Urología (AEU) y médico en la Policlínica San Antonio, en Bilbao, Ander Astobieta- quienes piensan que la vasectomía tiene alguna incidencia en enfermedades como el cáncer de testículos o de próstata.
Están equivocados quienes piensan que la vasectomía tiene alguna incidencia en enfermedades como el cáncer de testículos o de próstata
Dado que no debe entenderse como una solución ‘de quita y pon’, la decisión de someterse a una vasectomía ha de meditarse muy bien. No obstante, se confunde el que piensa que es un método totalmente irreversible: existe la operación inversa, la vasovasostomía, con la que se unen los conductos deferentes que se seccionaron.
El representante de la Clínica Euskalduna declara que aunque no se puede garantizar a todo el mundo que si se somete la operación contraria se podrá recanalizar el conducto seccionado con la vasectomía, sí existe esa posibilidad. De hecho, añade que la tasa de éxito es “muy alta, en torno al 70% de estos hombres vuelve a ser padre”.
A diferencia de la vasectomía, la también conocida como recanalización requiere el uso de microcirugía, en tanto que hay que trabajar con estructuras muy pequeñas y frágiles, y suele practicarse con anestesia epidural porque dura más de dos horas. En lo que sí coinciden ambas intervenciones es en que no se necesitan ingreso hospitalario y en que su posoperatorio resulta sencillo.
Que la reversibilidad sea más o menos posible depende principalmente de que la técnica utilizada en la vasectomía fuera cuidadosa y no causara destrozo, y de que no hayan pasado más de 10 años desde la operación. “La razón es que tras este tiempo el tejido pierde mucha elasticidad y el pronóstico de éxito es más bajo”, sostiene Lertxundi.
Por su parte, el coordinador del grupo de Andrología de la Asociación Española de Urología indica que del total de hombres vasectomizados, apenas un 2% ha solicitado la recanalización. Entre los motivos prevalecen que el hombre cambie de pareja (una mujer joven, que le convence para tener descendencia) y la pérdida de un hijo.
De cualquier modo, en caso de que no se consiga dejar embarazada a la mujer después de una vasovasostomía, siempre quedará la posibilidad de obtener espermatozoides de los testículos y recurrir a la fecundación in vitro, porque no hay que olvidar que los testículos siguen fabricando espermatozoides, aunque en los varones sometidos a una vasectomía circulan por la sangre hasta los riñones, donde se filtran como sustancias disueltas y sin valor. Con el paso de los años la producción va disminuyendo, pero siempre hay una presencia.
Precisamente, pensar que la vasectomía afecta a la eyaculación es otra falsa creencia. Puede quizá disminuir el volumen del semen, al no contar el semen entre sus compuestos con los espermatozoides, pero la reducción es tan insignificante que no se aprecia. “La función reproductiva continúa -expresa Lertxundi-, lo único es que se corta el paso a los espermatozoides, que no se unen al semen; la función hormonal también se mantiene y no hay una modificación de la producción de testosterona”.
La Seguridad Social no cubre por regla general la operación de vuelta atrás, que en la sanidad privada tiene un coste medio de 2.000 euros, frente a los 300 euros que vale una vasectomía en un centro no público, según el presidente de Euskalduna. La diferencia de precio radica sobre todo en la utilización de un material más caro en la vasovasostomía.
Por último, hay que tener en cuenta que, de acuerdo a la investigación que en 2003 elaboró Daphne, de la población estudiada (2.140 mujeres en edad fértil), el 71% utilizaba métodos anticonceptivos (un porcentaje superior al que se daba en 1997, con un 50%), y de ahí, el 6,75% se decantaba por la vasectomía, mientras que el 32% lo hacía por el preservativo y el 18,3% por la píldora. Esas cifras, según otra encuesta que este mismo grupo realizó en 2004 a nivel europeo acerca de la utilización de los métodos anticonceptivos, sitúan a España por debajo de los países de su entorno, como son Alemania (82%), Francia (76%), Italia (75%) y Reino Unido (74%).
Bien es cierto que los métodos quirúrgicos no son los más empleados en estos países, donde destaca la píldora, especialmente en Francia y Alemania. En Reino Unido, sin embargo, sí se podría resaltar su aplicación, ya que alcanza el 21% de uso, convirtiéndose en la segunda opción más utilizada, según asevera el presidente de la SEC.