El herpes genital es una enfermedad de transmisión sexual cuya incidencia está estimada en una de cada 1.000 personas. Aunque no hay datos fehacientes en España, los especialistas sostienen que un 15% de la población sufrirá algún episodio de esta infección durante su vida. A nivel físico el herpes genital no supone demasiado riesgo, pero en ciertas personas su aparición puede afectar emocionalmente de forma considerable. Las mujeres adultas son las víctimas más frecuentes, aunque el virus también ataca a los hombres. Esta enfermedad no se cura nunca.
El virus puede reaparecer
La familia de los herpes es muy numerosa. Existen distintos tipos de virus, unos más conocidos que otros (como el herpes soster, la varicela, el herpes labial) para los que antes no existía ninguna técnica de diferenciación. En el caso del herpes genital los estudios señalan que se produce por dos tipos de virus. El herpes simple tipo 1 (HSV- 1) y el herpes simple tipo 2 (HSV- 2). “Si bien el virus se transmite frecuentemente a través de la vía sexual, el contacto con material infectado, como compresas u otros materiales, puede facilitar su transmisión”, explica el doctor José Antonio Clavero, Jefe del Departamento de Ginecología y Obstetricia del Hospital Gregorio Marañón, de Madrid.
Una vez se ha adquirido el virus, éste suele aparecer entre 3 y 14 días después de haber mantenido relaciones con una pareja sexual que presenta lesiones activas, asegura la doctora Emilia de Dios, especialista del Hospital de Móstoles. En los hombres el herpes genital se puede manifestar en el glande, el prepucio, la base del pene o la uretra y en las mujeres, tanto en la vulva como en la vagina
En los hombres el herpes genital se puede manifestar en el glande, el prepucio, la base del pene o la uretra y en las mujeres, tanto en la vulva como en la vagina
Los episodios van acompañados de dolores en la zona afectada (vulvar, en las mujeres) y de la aparición de unas vesículas parecidas a las que se producen con el herpes labial. Esta molesta y desagradable presencia puede durar varias semanas, incluso meses, según el doctor Clavero. Además, una vez que se ha adquirido es bastante probable que se vuelva a repetir.
La razón, según explica Juan Ballesteros, especialista del Centro Sanitario Sandoval, es que desde la relación sexual en la que la persona es infectada por el virus Herpes Simple, éste permanece en el cuerpo de forma silente, es decir, sin producir lesiones. Distintos factores desencadenan su aparición cada cierto tiempo. “Igual que en el caso del herpes labial, el virus se instala en los ganglios raquídeos y desde ahí viaja hacia la vulva. Pero a veces pueden pasar hasta 20 años y a pesar de ser portadores hay personas que no lo llegan a desarrollar”, añade el doctor Clavero.
“Sin embargo, cuanto más tiempo pasa desde que la persona es contagiada, el sistema inmune, las defensas, se van capacitando mejor para controlar el virus, distanciándose cada vez más la aparición de lesiones hasta que dejan de aparecer episodios de herpes genital. De hecho, calculamos en aproximadamente un 20% las personas que aún estando infectadas por el VHS en la región anogenital no llegan a tener nunca un episodio. La infección puede pasar absolutamente inadvertida”, señala el médico Ballesteros.
Fármacos y terapia de supresión
No existe ningún tratamiento para desterrar el herpes genital. Por lo general esta enfermedad, según el doctor Ballesteros, se trata mediante fármacos “antiherpéticos” a través de dos estrategias. Una de ellas consiste en afrontar cada episodio de la enfermedad en cuanto aparezcan los síntomas y las lesiones, la otra en aplicar una terapia de supresión, “lo que supone la ingesta diaria de antiherpéticos con el fin de impedir o al menos disminuir la aparición de nuevos brotes”.
El herpes genital, según el doctor Clavero, ha perdido incidencia y tiende a desaparecer. “Nosotros lo vemos poquísimo”, afirma este especialista, que asegura que hace unos 15 ó 20 años este virus era un auténtico azote para las mujeres porque muchas veces estaba asociado a la menstruación y porque además de ser doloroso y recurrente no existía tratamiento. Sin embargo, un estudio de la Unidad de Infecciones de Transmisión sexual de Barcelona (UITS), daba cuenta del resurgimiento el año pasado de ciertas enfermedades de transmisión sexual, entre ellas el herpes. En el muestreo se indicaba que en un 8% de los casos se trataba de herpes genital.
Las complicaciones más serias del herpes genital, señala la doctora Emilia de Dios, tienen que ver con el momento del parto, pues se puede producir un herpes neonatal como consecuencia de la exposición del bebé a las secreciones vaginales infectadas de la madre. Lo recomendable es que en caso de embarazo la mujer informe a su médico si han estado expuestos al virus o si lo han padecido.
Escaso riesgo
Desde el punto de vista físico el riesgo del herpes genital es “escaso”. En opinión del doctor Ballesteros, sólo en el caso de los pacientes que sufren varios episodios al año y en quienes intentan establecer una nueva relación de pareja puede haber alguna lesión psíquica considerable.
En cuanto a las relaciones de pareja, el doctor Clavero señala que esta enfermedad puede suponer “un serio problema”. Si se tiene sexo durante un largo plazo ambos miembros suelen estar infectados. En esos casos, explica el doctor Ballesteros, “ya no afecta en absoluto”, pues la aparición de nuevos brotes pasa a depender únicamente de la capacidad inmune del individuo para frenar el virus y no de la frecuencia con la que mantenga relaciones sexuales. Lo más común suele ser que el paciente se deprima porque no puede tener sexo mientras el virus no desaparezca y que esté latente siempre la posibilidad de que se repitan los episodios.
La prevención frente al virus del herpes genital es difícil. Es muy importante saber que la infección por el virus Herpes Simple permite el contagio aunque no haya lesiones visibles. “Pero el uso del preservativo siempre disminuye las posibilidades de transmisión sexual de este virus, aunque hay zonas que se exponen durante la relación sexual y que el condón no cubre”, señala Juan Ballesteros. De hecho, dice, se están dando casos atribuibles a la práctica de sexo oral sin protección.