Cada año más de 15.000 mujeres europeas mueren por cáncer de cuello uterino. Con motivo de la Primera Semana Europea de Prevención del cáncer de útero, la Asociación Europea contra el cáncer de cuello de útero ha publicado un manifiesto por su erradicación. Este documento, presentado la semana pasada a la Comisión Europea, pide mayor esfuerzo en promover la prevención y conseguir que los programas de exploración y diagnóstico lleguen a todas las mujeres de Europa. En España, recientemente se han hecho públicos los datos del estudio Afrodita y los resultados distan de ser aceptables. Además, el culpable del 99% de los casos de cáncer de útero, el virus del papiloma humano (VPH), ya dispone de vacuna y entrará a formar parte del programa vacunal en España a lo largo de este mismo año.
Estudio afrodita
La Primera Semana Europea de Prevención del cáncer de útero surge con la necesidad de concienciar sobre la importancia de la prevención e insistiendo en la importancia de la realización de forma regular de citologías cérvico-vaginal o test de Papanicolau, la manera más eficaz de detectar anormalidades celulares. Por otra parte, y coincidiendo con esta campaña de prevención, la Asociación Europea contra el cáncer de cuello de útero (AECC) hace hincapié, en su manifiesto, que el 80% de los casos puede detectarse usando estrategias de prevención adecuadas. Además, el documento pide el reconocimiento y apoyo de organizaciones no gubernamentales y otras entidades para combatir la enfermedad, del que se detectan anualmente 50.000 casos nuevos.
La iniciativa de AECC cuenta en España con el soporte de la compañía GlaxoSmithKline. Para ello se han realizado y repartido 3.000 pósters y 150.000 folletos informativos por las consultas de ginecología de todo el país. Este tipo de neoplasia, el segundo más frecuente en las mujeres de todo el mundo después del de mama, es el culpable de 900 defunciones en España. En el marco de la Primera Semana Europea de Prevención del cáncer de útero, ha sido presentado el estudio Afrodita, coordinado por Luís María Puig-Tintoré, jefe del Servicio de Ginecología del Hospital Clínico de Barcelona, junto con el Instituto Catalán de Oncología. Los resultados de Afrodita, el trabajo con mayor muestra sobre este aspecto realizado en España, se han obtenido mediante encuesta a 6.852 mujeres de entre 18 y 70 años de 17 comunidades autónomas.
El 72% de las mujeres ignora el valor de los exámenes ginecológicos y el 20% nunca se los ha realizado
Los resultados del estudio revelan que el uso de la citología vaginal en España es elevado, aunque ciertos grupos de población no se realizan tantos exámenes como sería recomendable. Este trabajo también ha evaluado la cobertura del cribado del cáncer de cuello de útero mediante el test de Papanicolau a nivel de todo el territorio español. Según los datos obtenidos, el 72% de las mujeres ignora el valor de los exámenes ginecológicos en la prevención del cáncer de cuello uterino o cérvix, y el 20% de mujeres en edad fértil nunca se ha realizado una citología. Aunque las tasas de incidencia de este tipo de cáncer en nuestro país son de las más bajas de Europa, los expertos insisten que el cáncer de cérvix no ha desaparecido e, incluso, parecen aumentar los casos en los últimos años.
Los autores del estudio Afrodita critican que en España la estrategia de realización de citologías no sigue una línea organizada, lo que conlleva que mujeres jóvenes, con medios económicos y de bajo riesgo estén más controladas que mujeres mayores, con menos medios y con un índice mucho mayor, que son, en definitiva, las que más lo necesitan. Asociado a la causa del cáncer de cérvix el 41% de las mujeres encuestadas cree que este tipo de cáncer es de origen hereditario y casi la mitad desconoce el virus del papiloma humano y su mecanismo de actuación, aunque han estado expuestas casi el 80% de las mujeres sexualmente activas. Un 20% piensan que el factor principal para desarrollar la enfermedad está ligado a la edad. Por comunidades autónomas, Madrid, La Rioja y Asturias tienen una mayor cobertura de cribado de cáncer de cuello de útero. En el otro extremo, Extremadura, Andalucía y Castilla-la Mancha.
Ser mayor de 55 años, vivir en una zona rural y pertenecer a clases sociales menos privilegiadas influyen a la hora de seguir exámenes ginecológicos. El porcentaje de las que se han realizado una citología aumenta progresivamente hasta los 55 años y, a partir de aquí, disminuye rápidamente. Parece ser que el lugar de residencia también determina los hábitos; el 61,1% de las mujeres de poblaciones con menos de 5.000 habitantes se han practicado una citología alguna vez frente al 77,6% de las de municipios con más de 200.000 habitantes. Y casi el 60% de las mujeres de clases sociales menos favorecidas se han realizado alguna vez el test de Papanicolau frente al 83% de las encuestadas con un nivel social más alto. Igualmente existen contrastes en cuanto a la frecuencia: sólo el 41% de las encuestadas se habían sometido a la prueba hace menos de un año, el 69% se la habían hecho en los últimos tres años y el 73% en los últimos cinco años.
La vacuna
La primera vacuna aprobada contra el VPH, Gardasil, está diseñada para prevenir la infección por cuatro cepas específicas del virus: 6, 11, 16 y 18. Los tipos 16 y 18 de VPH, de alto riesgo oncogénico, son los responsables del 70% de los casos de cáncer cervical. Las cepas 6 y 11 son los causantes del 90% de las verrugas genitales. La aprobación de esta vacuna ha sido considerada como uno de los avances más recientes para la salud de la mujer. Está fabricada a partir de virus inactivados, capaces de favorecer una respuesta inmune en el organismo pero sin causar la enfermedad. Las pruebas realizadas hasta ahora demuestran una efectividad del 95% al 100%.
Los expertos señalan que debería vacunarse antes de comenzar cualquier relación sexual, entre los 9 y los 26 años de edad. Para conseguir la inmunidad se administran tres dosis de vacunas de forma que la segunda se administra al mes de la primera y la tercera dosis seis meses después de la primera. De momento, los efectos secundarios conocidos son simples reacciones locales o febrícula, comunes a otro tipo de vacunas. Como Gardasil es relativamente nueva no se sabe con exactitud si será necesario dosis de recuerdo ni sus efectos secundarios a largo plazo. Los especialistas avisan que la vacuna no cura el VPH, su función es de profilaxis. En cualquier caso, si la persona tiene una determinada cepa, evitaría la probabilidad de infección producida por los otros tipos.
Las mujeres pueden reducir significativamente su riesgo de infección con el VPH usando preservativos de manera constante aunque no es 100% efectivo
El preservativo
Los expertos señalan que el uso del condón es el método más eficaz para la prevención de enfermedades de transmisión sexual. Aunque, añaden, hay que tener en cuenta los resultados de las últimas encuestas: el 55% de las personas lo usan de manera incorrecta. Con el añadido que da una falsa sensación de seguridad, primero porque se supone protegido y segundo, no cree que se pueda estar infectado, lo que inplica una larga cadena de contagios. Sumado a que el 40% de los jóvenes admite tener relaciones sin protección, representa que la mitad de los jóvenes españoles está expuesta a este tipo de enfermedades.
En un estudio reciente, publicado en New England Journal of Medicine, Rachel Winer, autora principal investigadora de la Universidad de Washington, señalaba que las mujeres pueden reducir significativamente su riesgo de infección con el VPH usando preservativos de manera constante con sus parejas masculinas, aunque esto no es 100% efectivo. Añadía que los controles regulares por el especialista son muy importantes para detectar a tiempo cualquier alteración.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año se producen 250 millones de nuevos casos de enfermedades de transmisión sexual constituyendo un grave problema de salud pública. Según una encuesta reciente, infecciones como el VPH o el VIH no son la principal preocupación de los jóvenes entre 15 y 24 años sino los embarazos no deseados y sólo el 22% valora la posibilidad de contagiarse del virus del VIH como un riesgo asociado a una relación sin protección. Los expertos alertan del aumento del VPH, ya que más de la mitad de la población va a estar en contacto con el virus del papiloma sin saberlo, actuando como transmisores.