La capacidad de almacenamiento y el sistema de organización de las fotografías, factores decisivos

El avance de la imagen digital y los nuevos dispositivos portátiles, como los teléfonos móviles con los que se pueden hacer fotografías, han convertido a las plataformas que permiten alojar y compartir imágenes en uno de los servicios más utilizados. Cubren la necesidad que muchos usuarios tienen de un sitio web para organizar sus imágenes y mostrarlas a sus contactos, o bien de formar parte de diferentes grupos de interés e intercambiar experiencias y contenidos fotográficos.

Estas plataformas no son los únicos sistemas que proporciona la Red para compartir fotografías. El auge de sitios sociales como Facebook ha posibilitado que los internautas utilicen estas redes para compartir las imágenes con sus amistades. Sín embargo, sus características son limitadas. Las plataformas creadas específicamente para estas funciones, en cambio, disponen de una serie de ventajas como la posibilidad de editar las imágenes, disfrutar de un control más independiente sobre la privacidad y seguridad de las mismas o disponer de una amplia variedad de herramientas y servicios web en torno a la fotografía digital.

En CONSUMER EROSKI se ha realizado una prueba de uso de cuatro plataformas para alojar y compartir fotografías a nivel de usuario doméstico, con el fin de determinar las ventajas e inconvenientes en su uso cotidiano. Las plataformas seleccionadas son: Flickr, Picasa, Zooomr y Photobucket.

El mejor para…

• Editar fotografías: Photobucket
• Gestión de la privacidad: Flickr
• Organización de las imágenes publicadas: Flickr
• Subir fotografías: Picasa
• Compartir fotografías: Zooomr y Photobucket
• Espacio ilimitado gratuito: Zooomr

Estas plataformas disponen de características básicas comunes, como la gestión y organización de las fotografías, la edición de las mismas (salvo Zooomr) o las diferentes opciones para compartir las imágenes entre usuarios o grupos de contacto seleccionados. Cada una de ellas dispone de cuentas gratuitas y de versiones de pago que ofrecen desde acceso ilimitado a funcionalidades, hasta la opción de disfrutar de un mayor espacio en el servidor para el almacenamiento de fotografías.

En cuanto al nivel de privacidad, es posible seleccionar las fotografías, o grupos de ellas, a las que aplicar diferentes políticas de privacidad. De esta forma, sólo pueden ser visualizadas por los contactos seleccionados con anterioridad por el usuario.

Flickr destaca por su entorno gráfico, que permite gestionar y organizar fotografías de forma sencilla. Acciones como añadir palabras clave o gestionar la privacidad y la seguridad se realiza en Flickr mediante un simple clic. Esta plataforma es una de las más valoradas por los usuarios y la usan numerosos fotógrafos profesionales para compartir y promocionar sus trabajos.

Picasa es un sistema para desarrollar la gestión de fotografías que dispone de dos herramientas diferenciadas entre sí a la vez que complementarias. Por un lado, es necesario instalar en el ordenador la aplicación Picasa, que posibilita la gestión de todas las imágenes alojadas en el disco duro, así como la edición de las mismas y su carga en el portal. Picasa Web, en cambio, es la denominación de la plataforma on line, cuyo cometido principal es almacenar y compartir fotografías.

Zooomr como plataforma para subir y compartir fotografías ha querido diferenciarse del resto de servicios mediante la inclusión de una plataforma de microbloging denominado Zipline. Este sistema de publicación, similar a Twitter, permite decir a los usuarios en 150 caracteres qué hacen en ese momento.

Photobucket se lanzó como un sistema remoto para almacenar fotografías en otras plataformas. Sín embargo, poco a poco ha añadido nuevas funcionalidades y componentes sociales que lo han convertido en una plataforma recomendable en el momento de alojar y compartir fotografías desde su sitio web. Una de sus últimas funcionalidades incorporadas ha sido la posibilidad de realizar comentarios sobre cada fotografía, característica disponible desde su creación en el resto de servicios analizados.

Lo mejor:La organización de las imágenes publicadas.

Lo peor:Una política de seguridad ambigua.

Flickr es una plataforma lanzada en 2004, adquirida después por Yahoo!. En estos momentos cuenta con 4.000 millones de fotografías alojadas en sus servidores.

Dispone de cuentas gratuitas y de pago. Las gratuitas encuentran limitaciones en el número de fotografías que se pueden subir cada mes (100 megabytes) y un máximo de visitas a los álbumes de 200 fotografías, en concreto, las más recientes. Por su parte, la versión de pago, cuyo coste es de 24,95 dólares al año, permite subir fotografías de forma ilimitada, siempre y cuando las imágenes no superen los 20 megabytes por foto. Las visitas tampoco tienen límites.

Las fotografías se pueden subir a través de la página web de Flickr. Esta opción posibilita seleccionar múltiples archivos, elegir el nivel de privacidad y subirlas al espacio del usuario en la plataforma. Sin embargo, para una carga más eficiente hay otras aplicaciones que permiten gestionar las subidas sin depender del navegador.

La aplicación Flickr Uploadr, disponible para los sistemas operativos Windows y Mac Os X, permite redimensionar las imágenes como alternativa al tamaño predeterminado por el servicio, definir los niveles de seguridad y privacidad y el tipo de contenido. Al organizar las fotografías, esta aplicación acepta dotar de datos a cada instantánea, de palabras claves o bien añadirlas a un álbum, así como crearlo. Otras opciones para subir fotografías a Flickr se centran en las aplicaciones y complementos para terceros, como iPhoto o Aperture, además de la utilización del correo electrónico a través de una dirección personalizada para cada usuario.

Flickr permite editar fotografías en modo web mediante el servicio Picnik. Éste está disponible tanto para las cuentas básicas como para las de pago, aunque con diferentes funciones. Cada fotografía puede ser ajustada en exposición, colores o corrección de los ojos rojos de una forma básica, suficiente para realizar ajustes generales. Rotar, recortar y redimensionar son otras de las opciones disponibles desde este servicio.

Dispone de álbumes o sets donde los usuarios pueden crear y gestionar grupos de fotografías. Los álbumes pueden agruparse bajo la denominación de “colecciones”. Los usuarios puede compilar en una misma colección todos los álbumes realizados durante un periodo de tiempo determinado o bien por temas.

La herramienta on line que permite de forma simple organizar y crear álbumes y colecciones y agregar etiquetas es de uso intuitivo gracias a su entorno gráfico, donde todo se basa en la acción de “arrastrar y soltar”.

Cuando se sube una fotografía, el usuario puede indicar si desea que la imagen sólo esté disponible para los contactos marcados como amigos o familiares, ya que de forma predeterminada está visible para todo el mundo. Sí su intención es compartir fotografías de forma privada con personas que no sean usuarios de Flickr, la plataforma dispone de la opción de crear un pase privado a las fotografías clasificadas como privadas.

Flickr contiene una protección de seguridad que permite a los usuarios catalogar el tipo de contenido que suben a la plataforma. Disponen de las opciones “moderado” y “restringido”. De esta forma, una fotografía sólo puede ser visualizada si antes el usuario ha pulsado sobre un botón en una página intermedia creada para tal fin. Junto con la opción de marcar como privada una fotografía, Flickr también dispone de la alternativa de ocultar las imágenes de las zonas públicas de la web.

Sí el equipo de Flickr considera que el contenido es “inapropiado”, puede implantar el acceso restringido de forma unilateral, e incluso, podría borrar la fotografía en cualquier momento. En caso de reincidencia, la página del usuario podría ser bloqueada y la cuenta, cerrada.

Lo mejor:Organización de la biblioteca de fotografías.

Lo peor:Las limitadas funcionalidades de Picasa Web.

Picasa es una plataforma diseñada para organizar y compartir fotografías adquirida en 2004 por Google. Está compuesta por una aplicación, o cliente, de escritorio (disponible para Windows, Mac OS X y Linux) que permite organizar, editar y compartir las fotografías, y una página web denominada Picasa Web donde se encuentran disponibles las imágenes para su visualización. Actualmente la versión de Picasa es la 3.5.

Para acceder a Picasa es necesario disponer de una cuenta en Google y descargar e instalar el software necesario. La aplicación es gratuita y el espacio web para el alojamiento de archivos está limitado a un gigabyte de espacio. Google dispone de la opción de comprar espacio de almacenamiento adicional, que se puede compartir entre Picasa Web Albums y Gmail, el servicio web de correo electrónico. Los precios parten de los 20 dólares al año por 10 gigabytes hasta los 500 dólares al año por 400 gigabytes.

Las fotografías se pueden subir a Picasa Web a través de la página, o bien desde la aplicación cliente de escritorio. Para ello es necesario crear un álbum o incluir las fotografías en uno ya elaborado. Este sistema es muy limitado y no permite redimensionar fotografías, añadir palabras clave o cambiar los campos de descripción, unas cualidades permitidas en la aplicación de escritorio.

Desde la misma, los usuarios pueden seleccionar entre sus carpetas del disco duro las imágenes que quieran subir a su espacio web. El cliente también dispone de una opción denominada “Sincronizar con la Web”, que permite transferir de forma automática los cambios efectuados en las fotografías subidas al portal.

La edición de fotografías de Picasa se realiza de manera exclusiva desde la aplicación de escritorio, que se caracteriza porque dispone de las funcionalidades básicas: recortar, redimensionar, corregir ojos rojos, control de niveles de color, brillo, contraste y enfoque.

En Picasa Web la organización de las fotografías se limita a crear álbumes donde agrupar las imágenes según los criterios de cada usuario. Estos no pueden contener más de 500 fotografías. Sín embargo, el verdadero centro de organización de las imágenes es la aplicación de escritorio.

El cliente de Picasa rastrea todo el disco duro del usuario en busca de fotografías y las organiza por fecha de entrada al disco, por etiquetas y por temas. Por tanto, esta aplicación puede ser utilizada como la única herramienta para gestionar por completo la biblioteca de imágenes del ordenador. Más tarde el usuario puede editar las imágenes que desea subir a la web para compartir.

Los álbumes creados pueden ser compartidos con un grupo de usuarios previamente definidos o mediante el envío de un mensaje de correo electrónico a las direcciones de las personas seleccionadas.

Las fotografías subidas a Picasa Web no pueden ser protegidas de forma independiente, ya que deben formar parte de un álbum y a este contenedor se aplica el tipo de privacidad seleccionada. Cada álbum puede ser marcado como público, sólo para usuarios registrados de Google, o bien para un grupo predefinido de personas. Estos usuarios se seleccionan de la lista de contactos de la agenda de Google.

Lo mejor:Espacio ilimitado en su versión gratuita.

Lo peor:No permite la edición básica de imágenes. Ineficiente organizador de álbumes.

Zooomr se creó en 2005 y dispone de un sistema de microblogging denominado Zipline, que permite a los usuarios explicar en 150 caracteres qué hacen en ese momento. Este servicio se puede sincronizar de forma automatizada con Twitter.

Esta plataforma dispone de una cuenta básica y una versión de pago. Tanto la versión básica como la “pro” disponen de almacenamiento ilimitado, aunque en realidad, y por cuestiones legales, el límite mensual de fotografías que pueden ser añadidas a la plataforma se fija en un máximo de 999 gigabytes, una cifra casi imposible de alcanzar. La versión de pago registra mejor soporte técnico, está libre de publicidad e incorpora algunas funcionalidades extra destinadas a mejorar la gestión del apartado social de la plataforma.

Las fotografías pueden subirse desde la página web de Zooomr o mediante el uso de una aplicación de software libre denominada jUploadr. Desde la página web sólo se pueden subir 20 fotografías a la vez, mientras que con jUploadr en esta prueba se han subido 276 imágenes a la vez, si bien la carga ha sido lenta. Las fotografías se pueden marcar como públicas, la opción por defecto, o privadas. Sín embargo, no se pueden crear álbumes desde el cliente jUploadr y es necesario configurarlos una vez que las imágenes se carguen en el sitio web.

Zooomr es la única plataforma para almacenar y compartir fotografías de las analizadas en esta prueba de uso que no dispone de herramientas para la edición básica de imágenes.

Esta plataforma puede crear álbumes de fotografías en función de una serie de parámetros, como agrupación por palabras claves, fecha de subida de los archivos o fecha en la que fueron tomadas. Además, estos álbumes pueden incluir fotografías subidas por el círculo de amistades o por otros usuarios de Zooomr que se ajusten a los criterios de selección.

Las fotografías se pueden compartir con otras redes sociales de forma sencilla porque cada imagen incluye accesos directos a redes sociales como Facebook, Myspace o Live Spaces.

Se puede gestionar la privacidad de las fotografías de forma independiente respecto al álbum al que pertenezcan, pero sólo antes de ser subidas a la plataforma. Una vez publicadas, este nivel no se puede cambiar.

Respecto a la licencia de uso, Zooomr puede borrar la cuenta del usuario de forma unilateral si considera que éste ha infringido sus políticas de uso o se han subido imágenes que infringen la legislación norteamericana de Copyright.

Lo mejor:Edición on line de fotografías.

Lo peor:Numerosas limitaciones en la versión gratuita.

Photobucket estaba diseñado en un principio como un sistema de almacenamiento remoto de imágenes. Sin embargo, en los últimos años se le han añadido componentes sociales y herramientas que lo han transformado en una plataforma para compartir fotografías desde la web del servicio.

Los usuarios de Photobucket disponen de una cuenta gratuita y otra de pago. La primera versión incluye limitaciones a muchas de las funciones de la plataforma: tiene un límite de 500 megabytes de capacidad de almacenamiento, las imágenes están sujetas a un megabyte, o 1024×768 pixeles, y cada cuenta de usuario sólo puede generar un tráfico de ancho de banda inferior a diez gigabytes por mes. En la versión de pago el límite es de 25 gigabytes y carece de las citadas restricciones. Cuesta 24,95 dólares anuales.

Las imágenes sólo se pueden cargar a través de la página web, con un máximo de 250 archivos de imágenes a la vez. El uso de la herramienta de carga es sencillo, aunque muy limitado, ya que no permite crear o añadir las imágenes a un álbum predeterminado ni dispone de niveles de privacidad. Si se quieren subir imágenes por lotes, dispone de una herramienta denominada “bluk uploader”. Esta herramienta on line, en ocasiones, es pesada y lenta, aunque sencilla de utilizar.

En la edición de fotografías dispone de una serie de funcionalidades que lo convierten en el sistema más completo de los analizados en esta prueba de uso. Su nivel más básico implica opciones como corrección de ojos rojos, niveles automáticos, redimensionado y recorte de imágenes, así como gestión básica de los ajustes y contraste de la fotografía. Para usuarios más exigentes, dispone de una veintena de filtros, opciones para añadir texto, decoración o creación de animaciones en función de las fotografías, así como la posibilidad de crear capas y controlar el nivel de opacidad de la imagen.

La herramienta para gestionar los álbumes es visual y sencilla de utilizar, ya que dispone de un entorno gráfico que permite arrastrar y soltar las fotografías entre los diferentes álbumes del usuario. Además es posible editar el título y descripción de cada instantánea desde esta herramienta.

Las imágenes y álbumes creados en Photobucket se pueden compartir con los accesos directos a redes sociales y plataformas de blogs, como MySpace, Facebook o Blogger. También se puede enviar un correo electrónico desde la plataforma a un grupo de contactos, o bien insertar un código HTML en la página web del usuario.

Todas las fotografías añadidas a Photobucket son públicas. Por tanto, no pueden beneficiarse de niveles de privacidad. La única forma de dotar de protección a las fotografías alojadas es crear un álbum y marcarlo como privado.