No se paga entrada, ni letras, ni seguro, ni tampoco gasolina o aparcamiento, pero se dispone de coche. España se aficiona al “carsharing”, un nuevo concepto de alquiler de vehículos para usar un automóvil desde 3,75 euros por hora y 0,24 euros por kilómetro recorrido. Los promotores calculan un ahorro de entre 3.000 y 5.000 euros al año, frente al auto en propiedad. Es una nueva fórmula de disfrutar de un coche para desplazamientos cortos, como acercarse al supermercado, hacer un viaje de fin de semana o realizar una mudanza.
Pago por horas y por kilómetros
El “carsharing” o Respiro, con una flota de 130 coches en Madrid, calculan un ahorro medio de 3.300 euros anuales en relación a un vehículo en propiedad, al no pagar coche, mantenimiento, seguro, plaza de aparcamiento o gastos de combustible. El servicio también incluye la cuota de compensación por emisiones de CO2. Avancar, con 115 vehículos y 3.600 socios en Barcelona, eleva el ahorro por automóvil hasta los 5.000 euros anuales.
Esta fórmula permite utilizar el automóvil sólo cuando es imprescindible, sin necesidad de ser el propietario. Los coches sin un uso profesional pasan el 90% de su tiempo de vida aparcados. Por eso, cada empresa dispone de diferentes modalidades de contrato en función de las necesidades del usuario, las características del desplazamiento y la frecuencia con que se utilice el servicio.
Cuentan con una variada flota de automóviles para dar respuesta a las necesidades de diferentes usuarios y desplazamientos: urbanitas sin coche que lo usan para fines de semana o recados, familias que requieren un segundo automóvil, personas que en general se desplazan en moto o en transporte público y que, de modo puntual, necesitan hacerlo en coche, y empresas y profesionales que pretenden sustituir sus costes fijos de movilidad por costes variables.
La flota de automóviles se adapta a las necesidades de diferentes tipos de usuarios y desplazamientos
La flota permanece estacionada en diversos aparcamientos de la ciudad. Para acceder a ellos, el usuario paga una cuota anual. En lugar de una llave, el coche se abre con la tarjeta de asociado del automovilista. Este documento permite formalizar la reserva, a través de la página web de la empresa de alquiler o por teléfono, siempre con un cuarto de hora de antelación como mínimo. El número de minutos de uso no está limitado, aunque hay que indicarlo en el momento de solicitar el coche. Con todo, puede ampliarse por teléfono incluso mientras se usa el auto. Un ordenador de a bordo muestra al usuario todos los datos de su reserva.
Cuota anual y pago por minutos
Las compañías de “carsharing” requieren el pago de una cuota anual y cobran el uso del automóvil en función del tiempo que se ha utilizado y de los kilómetros recorridos. Aunque los precios varían según la empresa, en general, oscilan entre 30 euros (particulares) y 240 (empresas) por contrato anual, o bien entre 3,75 y 9 euros por hora de uso, y de 0,24 a 0,50 euros por kilómetro recorrido.
Entre las empresas disponibles en España, Respiro tarifa a 0,15 euros el minuto. Los 50 euros de la cuota anual de esta compañía, que opera en Madrid, sirven para abonar combustible, seguro, aparcamiento y traslados. En Hertz, con condiciones similares, la tarjeta anual cuesta 65 euros y se abonan de 4,5 a 6 euros por hora, según el modelo. Catalunya Carsharing permite añadir un segundo beneficiario por un coste de 60 euros de alta y 12 euros cada trimestre. El abonado paga también 60 euros de alta y 24 euros por trimestre, aunque la tarifa por el uso del vehículo es algo más alta que para el resto. Las cuotas de Avancar, también en Cataluña, son de 30 euros anuales para un conductor esporádico, aunque ascienden hasta 80 euros al año según el caso. Admite un beneficiario más para un uso regular. Las horas de uso y los kilómetros recorridos determinan el coste definitivo del servicio, que se factura a final de mes. El precio, al que ya se le ha aplicado el IVA, también incluye el combustible y un seguro a todo riesgo.
Esta modalidad de alquiler ayuda a abaratar los desplazamientos y reduce la emisión de CO2 en las ciudades
Hasta el momento, éstas son todas las ofertas de carsharing, sólo disponibles en Barcelona y en Madrid. En la capital catalana aterrizó impulsado por la Asociación para la Promoción del Transporte Público (APTP) y contemplado en el Plan de Mejora Energética local como medida de ahorro energético. A Madrid llegó en 2008 de la mano del área de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento, que ha vuelto a poner la oferta sobre la mesa en febrero de este año.
La movilidad en tiempos de crisis
Aunque cambiar la mentalidad del propietario de automóviles parece una cuestión compleja, la crisis convierte en atractiva cualquier oferta que lleve la etiqueta de ahorro. Económico y ecológico, según sus promotores, esta modalidad de alquiler ayuda a abaratar los desplazamientos y reduce la emisión de CO2 en las ciudades.
Compartir coche supone también un beneficio para el medio ambiente. Por cada coche de alquiler urbano se dejan de comprar hasta nueve vehículos, según estimaciones del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE), dependiente del Ministerio de Industria.