Entrevista

Fernando Pena, psicólogo clínico especializado en el tratamiento de adultos en Valencia

La Navidad es un momento propicio para que resurjan problemas familiares latentes
Por Clara Bassi 29 de diciembre de 2009
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Imagen: CONSUMER EROSKI

Las fiestas navideñas son momentos entrañables, de reencuentro y celebraciones para muchas familias, pero también una época de riesgo para las relaciones familiares y de pareja, así como para el agravamiento de ciertos problemas psicológicos. Fernando Pena analiza cuáles son esos problemas que pueden empeorar durante la Navidad y que, una vez finalizada, llevan a muchas personas a las consultas de un profesional. También aporta algunos trucos para evitar recaer en ciertos hábitos nocivos, como volver a fumar, y las disputas entre parientes y parejas.

¿Cuáles son los principales problemas psicológicos que pueden agravarse durante las fiestas navideñas?

Los relacionados con las adicciones, como el consumo de tabaco. También los problemas de pareja. Hay pacientes con los que se han conseguido resultados satisfactorios pero que, al llegar los quince días de las navidades, sufren una recaída. En Nochebuena o Noche Vieja se viven momentos de peligro para estas personas: algunas llevan seis meses o casi un año sin fumar, aunque esas noches recaen ante la presión de la familia, amigos o compañeros en las cenas de trabajo. El “por un cigarrillo no pasa nada” tiene un resultado devastador. Lo mismo sucede con otras adicciones.

Ésta debe ser una época difícil para quienes padecen trastornos alimentarios.

Sí, también suelen sufrir una recaída las personas que tienen problemas con el control del peso o que padecen bulimia.

¿Qué se puede hacer para evitar las recaídas?

El planteamiento principal es llevar por escrito los objetivos que se tienen respecto al problema adictivo y revisarlo cada día, al menos una vez durante la mañana y otra durante la noche o, como mínimo, una vez al día. Para evitar las recaídas, no hay que despistarse y perder de vista los objetivos. Otra opción es pedir ayuda a los más allegados, sean amigos o familiares para que, por ejemplo, no les ofrezcan tabaco en esta época de riesgo.

Este año la suma de la crisis y Navidad puede ser una importante fuente de preocupación para las personas que están sin empleo y su presupuesto para hacer regalos es muy ajustado o inexistente. ¿Cómo se puede aliviar su malestar psicológico?

Para evitar recaídas, no hay que perder de vista los objetivos y pedir ayuda a los más allegados

En Navidad no es necesario hacer regalos costosos. Hay que pensar que el mejor regalo es la compañía. Es posible tener pequeños detalles que carezcan de un valor económico elevado, como escribir una carta o cualquier otro detalle. Lo que tiene más valor es el cariño que tenemos hacia la familia, algo que no hay que olvidar.

Pero la Navidad también puede ser una época complicada para las relaciones entre las familias, ¿no es así?

Estas fechas y el verano son dos épocas en las que aumenta el contacto con los familiares por parte de personas que, de manera habitual, están en el trabajo y ven poco a su familia durante el resto del año. Al aumentar el contacto, son momentos propensos para que reaparezcan antiguos problemas y surjan conflictos. Además, en ciertos casos es más fácil que asomen con más intensidad hábitos inadecuados de comunicación en la familia.

¿Qué quiere decir con hábitos inadecuados ?

Una tendencia a la comunicación agresiva, el tratar de imponer el punto de vista propio o de culpabilizar a la otra parte de no querer hacer lo que uno quiera.

Y también hay más crisis de pareja…

Se agravan estos días ya que se comparte más tiempo. Si la comunicación es buena no hay problema. Pero si no lo es, es posible que renazcan dificultades, sobre todo cuando uno no se lleva bien con la familia del otro. En la consulta, una de las cosas que se hace cuando una pareja tiene una mala relación es enseñarle a responder de manera asertiva a este tipo de conflictos, a expresar el punto de vista de uno, sin agredir a la otra persona.

¿Me puede poner un ejemplo de este tipo de comunicación?

Un momento de tensión es cuando negociamos pasar la Nochebuena con los padres de uno de los miembros de la pareja, pero el otro miembro también desea pasarla con los padres propios. Un ejemplo de este tipo de comunicación sería decir lo siguiente: “¿qué te parece si este año pasamos la Nochebuena en casa de tus padres y nos comprometemos a que el año que viene la pasemos con los míos?” Así se podría alcanzar un acuerdo de forma asertiva y ésta sería una solución para las dos partes.

¿Estresan mucho las reuniones familiares tan concentradas en estas fechas?

Depende de la relación que tenga la familia. Si la relación es buena o muy buena, cuantas más fiestas y reuniones se compartan, más beneficioso resultará ver a la familia fuera de la rutina laboral o los fines de semana. Pero si la relación es mala o muy mala, cuanto más espaciadas sean las visitas, sobre todo si no se pretende cambiar la relación para que vaya a mejor, es preferible distanciar las visitas.

¿La Navidad es difícil para las personas con fobia social?

Hay que diferenciar entre las personas que sufren timidez (que tienen vergüenza de ir a los sitios y ser evaluadas por otras personas) de las que padecen fobia social (quienes sienten pánico a estar en lugares donde hay gente). En el primer caso, las personas tímidas tienen que esforzarse para acudir a esos sitios; las primeras veces, por su timidez, sentirán cierta ansiedad y sensación de ridículo pero, con el tiempo, se habitúan a relacionarse con más gente. En cambio, quienes sufren fobia social necesitan tratamiento en la consulta del psicólogo para cambiar sus pensamientos frente a las situaciones sociales -tienen ideas catastróficas sobre ellos- con terapia cognitivo-conductual. Estas sensaciones angustiantes pueden paralizarlos y hacer que se bloqueen.

COMBATIR LA SOLEDAD EN FIESTAS
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Imagen: Craig Allen

La Navidad es una época muy difícil para las personas que han perdido a un ser querido y que están en proceso de duelo, para quienes se entristecen en este periodo del año y, por supuesto, para las viven o se sienten solas, sea por circunstancias ajenas o por decisión propia. Por fortuna, hay recursos sociales para acompañar a estas personas: viudos, divorciados y solteros ahora disponen de numerosas opciones para entablar relaciones sociales en estas fechas, lo que, a juicio del psicólogo Fernando Pena, es “muy saludable”.

Cada vez hay más ciudades españolas en las que se organizan actividades en grupo para que los “singles” no se encuentren solos en las fechas navideñas. Desde ayuntamientos y distintas asociaciones las organizan para personas más mayores o de la tercera edad. Apuntarse a una de estas actividades resulta “beneficioso” desde el punto de vista psicológico. Sin embargo, muchos individuos deciden no apuntarse por vergüenza o por miedo al qué pensarán de ellas, explica Pena. “Es un error tener la necesidad de que los demás aprueben siempre nuestro comportamiento y que esto nos impida hacer cosas que puedan proporcionarnos bienestar. Estar acompañado en fin de año puede ser divertido. Se puede pasar un buen rato con otras personas, aunque sean desconocidas”.

Acudir a estas citas sociales es beneficioso porque facilita el contacto con otras personas, la vida social, y ocupar el tiempo libre con actividades de ocio ayuda a distraerse. En cambio, a las personas que viven solas y permanecen aisladas en estas fechas les va a resultar “más fácil ‘romperse la cabeza’ con su malestar, sus pensamientos y emociones negativas”.

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