Los test de detección rápida de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) son una solución para quienes no se deciden a acudir a un centro de salud. En veinte minutos, revelan el estado serológico de una persona, es decir, si está infectada o no. Después, siempre hay que confirmar el resultado con una segunda prueba, aunque en la mayoría de los casos el diagnóstico coincide, asegura Carmen Rodríguez, responsable del laboratorio de VIH y Hepatitis del Centro Sanitario Sandoval, de la Comunidad de Madrid.
En España hay diferentes cifras sobre el diagnóstico tardío. En un estudio basado en el Sistema de Información sobre Nuevas Infecciones por el VIH (SINIVIH), que es un registro de 2008 centrado en nueve ciudades españolas, se ha detectado una tasa de hasta el 32,3% de demora en el diagnóstico. En el grupo EPI-VIH, que reúne a 21 centros de infecciones de transmisión sexual (ITS) de 19 ciudades españolas, se ha detectado un retraso diagnóstico del 11%. En el Centro Sanitario Sandoval, también con datos de 2008, el índice era del 5%.
“Con un simple pinchazo o una muestra de fluido oral se obtiene el resultado en veinte minutos”
Centros como el nuestro o los del EPI-VIH favorecen que acudan más personas y que se diagnostique antes que en otros centros del sistema sanitario, más regularizados. Se acude sin cita previa, de forma anónima y sin necesidad de dar ningún dato. Todavía hoy en día en España hay una connotación negativa respecto al VIH y ciertas personas prefieren el anonimato. Pero además, de esta forma se diagnostica mucho antes, si bien el diagnóstico por VIH no gnifica que una persona está enferma. Lo está cuando tiene sida. Es un concepto que no se debe confundir.
La cifra de infradiagnóstico, según un estudio estadounidense realizado en 2006, apuntaba que cerca del 25% de la población desconoce que tiene la infección. En España, hay 150.000 seropositivos con VIH y se estima que alrededor de 135.000 ignoran que están infectados. Estos datos de prevalencia proceden de centros como el nuestro, ya que no hay un registro de infección en toda España, sino sólo en nueve comunidades autónomas.
Sí, porque la gente acude con más frecuencia a los centros, sobre todo, la población joven. No es necesario hallarse en una situación lamentable para someterse a las pruebas del VIH. De la misma manera, a pesar de que muchas personas acuden a centros de test de detección rápida, también pueden dirigirse a los centros de salud, aunque quizá no se atreven por el estigma con que se relaciona al VIH.
“Siempre hay que confirmar los resultados de la prueba rápida para detectar los anticuerpos del VIH”
Hay varios tipos. El tiempo que se tarda en obtener el resultado con una prueba rápida, de forma visual, es de veinte minutos. Son pruebas en sangre que se realizan con sólo pinchar la yema de un dedo o con una muestra de fluido oral. Tanto estas pruebas rápidas, como las realizadas de manera convencional en el laboratorio, han mejorado al incluir en ellas un antígeno y un anticuerpo del VIH. Se llevan a cabo en un periodo muy importante de la infección: el periodo ventana.
Comprende desde el momento en que se origina la infección hasta que se desarrollan los anticuerpos del virus en sangre. En este tiempo, no se pueden detectar los anticuerpos pero sí el antígeno del VIH. Las pruebas tienen tanto el antígeno como el anticuerpo para acortar el periodo ventana, que ahora es de tres meses. En este plazo, mucha gente desconoce que está infectada y puede propagar el virus si mantiene relaciones con otras personas. Por eso, es muy importante acortarlo y diagnosticar la infección de forma precoz. En cuanto a la fiabilidad de esta prueba, tiene una sensibilidad y una especificidad muy semejante a la de la prueba convencional, alrededor del 100%.
La prueba convencional para detectar el VIH necesita una instrumentación. La prueba rápida, no. Esto es fundamental en África o en países donde no hay luz ni recursos. En España, por otro motivo, las ONG las pueden utilizar en cualquier sitio fuera del ámbito sanitario y obtener un resultado inmediato.
La ventaja fundamental es que se obtiene un resultado, aunque siempre hay que confirmarlo con otra técnica posterior para detectar los anticuerpos del VIH. El test rápido los localiza al mismo tiempo que la prueba convencional, pero no antes.
“Es imprescindible conocer el estatus serológico frente al VIH para tomar decisiones y no infectar a más personas”
Desde 2006, las ONG las han utilizado mucho, de distintas maneras. Se trasladan hasta distintos puntos y poblaciones y realizan la prueba en la calle, mientras que en verano acuden a las ciudades costeras. Es una práctica interesante para quienes no se deciden a acudir a un centro sanitario, ya que es imprescindible que conozcan su estatus serológico frente al VIH para tomar decisiones y no infectar a más personas. También se empiezan a emplear en farmacias de Barcelona, País Vasco y Madrid. Nuestra última experiencia es la coordinación de un estudio piloto para aplicarlas en un barrio con gran concentración de personas homosexuales, en Madrid, y en centros de atención primaria.
Son útiles en personas a quienes se les ha roto un preservativo mientras estaban con otra que tiene VIH, ya que así conocerán su estado y acudirán al hospital para recibir un tratamiento postexposición. También se emplean ante una operación de trasplante de órganos o con mujeres que van al paritorio. Aunque hoy en día se somete a la prueba a todas las mujeres embarazadas, todavía hay quien desconoce su estatus serológico en el momento del parto.
En el tipo de información. Muchos jóvenes están desinformados respecto al VIH porque no han conocido las primeras épocas del sida, nadie cercano a ellos ha muerto por esta causa y piensan que la enfermedad es crónica. Por eso, hay jóvenes que no tienen miedo, que se arriesgan mucho y, por lo tanto, son un grupo de población en el que hay que incidir mucho.
El número de pruebas rápidas realizadas se incrementa a medida que la población las conoce. Por este motivo, se celebran eventos donde se informa sobre ellas, como el último “Symposium sobre detección del VIH en ONG y otros centros alternativos”, organizado por la Fundació Lluita contra el Sida (Fundación Lucha contra el Sida). Carmen Rodríguez recuerda que, según el último informe de 2009 de la organización ONUSIDA, en 2004 se efectuaron 2,5 millones de pruebas rápidas en todo el mundo, mientras que en 2008 la cifra ascendió a cerca de 40 millones.
Cada vez se utilizan más. Conocer el estatus serológico permite “poder cortar la cadena epidemiológica y, en los casos de personas seropositivas, asumir la infección, tratarse y evitar infectar a otras personas”. Son pruebas breves y fundamentales porque, a pesar de requerir un segundo examen, “un 99% de los test rápidos positivos se confirman”. “Su valor predictivo positivo es muy bueno”, subraya Rodríguez.