La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una patología que, a menudo, se diagnostica tarde y en pocos pacientes, ya que la mayoría atribuye los síntomas que padecen a los efectos del tabaco en el organismo y no acuden al médico. Sin embargo, una vez que se desarrolla la enfermedad, las consecuencias tienen un impacto importante tanto en la calidad de vida como en la tasa de mortalidad. En la actualidad, es la quinta causa de muerte en España, pero en 2015 podría llegar a ocupar el tercer lugar, según Myriam Calle, neumóloga del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, coordinadora de EPOC de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y miembro del comité científico del nuevo Observatorio EPOC.
Según los datos del último estudio realizado en España, un 10,2% de las personas entre 40 y 80 años tienen enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Un trabajo previo señalaba que hace diez años afectaba al 9,8%. La prevalencia se mantiene más o menos estable. En España, la padecen 1.200.000 personas.
Cerca del 78% de las personas que padecen esta enfermedad no están diagnosticadas. Es una patología con síntomas muy inespecíficos y cuyo principal factor de riesgo es el tabaquismo. Por ello, muchas señales iniciales se completan con tos y expectoración, dos reacciones típicas de las personas fumadoras, que en general achacan estos síntomas al consumo de tabaco y no a la enfermedad. Ésta es la causa de que se diagnostique tarde y poco.
“El 78% de las personas que padecen la enfermedad no están diagnosticadas”
En su mayoría, la falta de diagnóstico se debe a que el paciente no acude al médico y éste, sin una prueba funcional respiratoria, no puede identificar la enfermedad. Puesto que los síntomas son inespecíficos, como he dicho, el paciente los atribuye al tabaquismo e, influido también por cierto sentimiento de culpabilidad porque sabe que cuando acuda al médico le pedirá que deje de fumar, decide no ir a la consulta. Lo más frecuente no es un diagnóstico erróneo, sino uno no realizado por no acudir al médico. Otras veces, la falta de diagnóstico puede deberse a una falta de medios, de ciertas pruebas de salud que deben realizarse en los centros de atención primaria pero no se hacen. Por último, es posible que a un porcentaje de pacientes se les diagnostique de otras enfermedades con síntomas parecidos, como el asma bronquial, aunque no es lo más habitual.
Esta enfermedad puede ser silente durante 20 años, es decir, puede que el paciente no se percate de que la padece, a pesar de desarrollar síntomas, porque fuma y cree que éste es el motivo de esos síntomas. Entre ellos, figuran la pérdida de la función respiratoria y la tos crónica matutina, junto con la expectoración de esputos, que se padece casi todos los días y, por lo tanto, no se puede atribuir a un catarro pasajero. Si el paciente que fuma no acude al médico y mantiene este hábito, sentirá falta de aire o disnea, ya sea al subir una escalera o al correr, lo que indica que está enfermo y la patología que sufre disminuye de forma importante su capacidad pulmonar. La disnea es la limitación que lleva al paciente a acudir al médico. Por ello, el momento del diagnóstico es tardío.
“La EPOC puede pasar desapercibida durante 20 años, ya que sus primeras señales se atribuyen al tabaquismo”
La EPOC no es una enfermedad que deba confundirse con los catarros invernales, ya que sus consecuencias son más duraderas. Por ello, cuando el paciente siente ruidos respiratorios sibilantes, acude al servicio de urgencias y es ahí donde se le diagnostica. Este síntoma supone una agudización de la EPOC. Las consecuencias de la enfermedad permanecen estables durante todo el año, pero cuando se padece un catarro o una infección, un agente irritante, el paciente sufre una agudización, debe acudir a urgencias y se le hospitaliza. Quien recibe el diagnóstico en el momento de la hospitalización, sin un estudio previo de la atención primaria, está a menudo en una situación avanzada de la enfermedad y muy limitada. En ocasiones, tiene que ingresar entre una y dos veces al año en el hospital, recibir oxígeno en el domicilio y no puede realizar tareas cotidianas como salir a la calle, subir las escaleras o asearse por sí mismo.
Se asocia a una importante tasa de mortalidad y es muy limitante. Afecta mucho a la calidad de vida de quienes la padecen. Es una enfermedad muy discapacitante.
“En España, la EPOC provoca 18.000 muertes cada año”
Se estima que es la quinta causa de muerte en España, con 18.000 personas fallecidas al año, y que en 2015 podría ser la tercera causa de muerte, después de las enfermedades cardiovasculares y oncológicas. Pero no sólo mata al paciente, sino que durante los dos o tres últimos años de vida, éste debe ingresar entre dos y tres veces, lo que devalúa la calidad de vida y provoca importantes gastos sanitarios.
Los tratamientos son eficaces, pero propician la mejora de los síntomas y de la calidad de vida, como la tolerancia al ejercicio. Una vez que se desarrolla la enfermedad, ésta evoluciona y las medidas farmacológicas no detienen su progresión, esto sólo lo consigue dejar el hábito tabáquico. Dejar de fumar es la única medida que consigue que la enfermedad no progrese. Los fármacos sólo mejoran la calidad de vida del paciente y sus síntomas, de forma que viven más y mejor. No obstante, hace diez años ni siquiera disponíamos de medicamentos adecuados para tratarles.
“Dejar de fumar es la única medida que consigue que la enfermedad no progrese”
El Observatorio de la EPOC es un proyecto en el que se ha trabajado desde principios de 2010 en la SEPAR. Es una plataforma on line accesible a los miembros de la Sociedad y a todos los médicos interesados en esta enfermedad pulmonar, que son muchos. Esta herramienta facilita el acceso a la información y, más importante aún, permite la posibilidad de emitir opiniones y de analizar, entre todos, cuáles son las necesidades y retos para los pacientes. Es un instrumento exploratorio con función de investigación, que también evaluará más y mejor los detalles de la asistencia.
Tanto al paciente como al médico les proporcionará un mayor conocimiento, será más fácil detectar las limitaciones y necesidades en el día a día de la práctica clínica. Para el tratamiento de los pacientes y el diagnóstico de la enfermedad es algo fundamental. De esta forma, podremos intentar un diagnóstico mejor.
El Observatorio EPOC es una plataforma on line, impulsada por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), que cuenta con el apoyo de las compañías Pfizer y Boeringher Ingelheim. Nace con la intención de descubrir cuáles son las necesidades y limitaciones que los médicos tienen para atender a sus pacientes en la práctica clínica diaria, es decir, en la asistencia, pero también para promover la investigación de esta enfermedad. En línea con estos objetivos, su primera iniciativa ha consistido en una encuesta realizada a los médicos sobre cuáles deben ser las líneas estratégicas para mejorar el abordaje asistencial de los pacientes, así como sondear su opinión sobre la Estrategia EPOC, un plan de ámbito nacional, aprobado el 6 de octubre de 2009. La segunda acción prevista investigará las necesidades de tratamiento, informa Myriam Calle.
De la primera iniciativa se han comprobado algunos déficits de los que ya se tenían informaciones. Uno de ellos se corresponde con el nivel de atención primaria, ya que los médicos no siempre tienen la posibilidad de solicitar que se haga una espirometría, mientras que otras veces disponen de esta posibilidad, pero carecen de personal de enfermería preparado para realizarla. La espirometría es una prueba sencilla que valora la función respiratoria y que es necesaria para el diagnóstico de la EPOC.
También en el ámbito de la atención primaria se han constatado deficiencias importantes en los programas de cesación tabáquica. Por ello, además de ser útil a los médicos, se pretende que el Observatorio EPOC “sea una herramienta para sensibilizar y hacer divulgación para que todos los ciudadanos conozcan la enfermedad, aprendan a detectar sus síntomas y acudan antes al médico”, manifiesta Calle.