Los productos madereros que llevan el certificado del Consejo de Administración Forestal (FSC) se han extraído y elaborado con criterios ecológicos, sostenibles y socialmente justos y solidarios. En la actualidad, casi un 20% de las zonas forestales productivas cuentan con este sello. Es poco, pero en España es todavía menos: un 11%. Así lo recuerda el presidente de FSC en España, Félix Romero. En su opinión, a pesar de que más de la mitad de la superficie de España es forestal, no se ha visto como un sector estratégico. Los consumidores pueden ayudar con la compra de productos certificados con FSC, cada vez más variados y no más caros que los convencionales, según Romero.
“FSC es único, al aglutinar a los distintos agentes sociales, ambientales y económicos de forma equilibrada”Su carácter único de aglutinar a los distintos agentes sociales, ambientales y económicos de forma equilibrada, que tiene en cuenta en igualdad de condiciones a los países ricos y pobres. Mientras que en el sello FSC hay ONG ecologistas, sindicatos, etc., en los demás sellos solo está un solo sector, el económico. Asimismo, es un proceso marcado por la transparencia, en sus auditorías, en sus informes públicos, etc.
A nivel mundial más de 21.500 empresas y en España, unas 400. Son de todo tipo: industria del papel, de la madera, fabricantes de muebles, de tapones de corcho, etc. Nuestro objetivo es certificar a todas las empresas cuyos productos provengan de los bosques y poderle decir a la sociedad que lo han hecho dentro de los límites de la sostenibilidad, que no agotan los recursos, que no impactan sobre los ciclos ecológicos, sus aguas, su biodiversidad. La madera es un recurso renovable que, bien utilizado, es inagotable.
“A nivel mundial más de 21.500 empresas y en España, unas 400, tienen la certificación FSC”En todo el planeta hay unos 800 millones de hectáreas forestales de carácter productivo, de los que 144 millones están certificados con FSC. Es casi un 20%. En menos de 20 años el sello ha evolucionado, y como todo, es mejorable.
Gran parte del bosque español está alejado del estándar ambiental FSC. De los 13 millones de hectáreas arboladas, solo 143.000 están certificadas. El espacio forestal puede jugar un importante papel en el empleo, en un nuevo modelo económico más sostenible, y ahí el sello FSC puede ser esencial.
“En Galicia hay unos 700.000 propietarios y así no se puede abordar un proceso de gestión sostenible”
Durante muchos años se ha perdido el tiempo. Los propietarios forestales se tienen que agrupar y hacer planes de gestión conjunta, en especial, en la cornisa Cantábrica. En Galicia hay unos 700.000 propietarios y así no se puede abordar un proceso de gestión sostenible de futuro. También se necesita una política de apoyo al consumo de madera certificada frente a otros productos más contaminantes, como plásticos, metales, etc.
Más de la mitad de la superficie de España es forestal. En vez de verlo como algo estratégico, la Administración pública lo ha olvidado. En los últimos 30 años, las políticas forestales no han contado en la agenda de los distintos gobiernos. Ha sido un sector muy mal estructurado, que ha sentido mucho el abandono rural, y no se han acometido reformas para hacer más eficiente el uso del bosque. No puede ser que en el mundo rural se queme gasóleo, cuando se podría utilizar biomasa. Y como le decía, seguimos con una propiedad muy fragmentada. Hace falta una reforma forestal en todo el país y que los propietarios vean las ventajas de certificar sus productos.
“En los últimos 30 años, las políticas forestales no han contado en la agenda de los distintos gobiernos”De todo tipo: desde suelos y puertas de madera, a ventanas, mucho papel diverso, cuadernos, cepillos para el pelo, cuadros para marcos, mobiliario urbano y de oficina, etc.
El sello es cada vez más conocido y está cada vez más presente en nuestro entorno. Las administraciones públicas compran bancos de madera para las ciudades con el sello FSC, las entidades bancarias mandan su correspondencia en sobres FSC, hay envases con etiquetas certificadas, etc. Las empresas e instituciones ven cada vez más necesario y positivo asociar sus productos a nuestro certificado.
“La certificación forestal no tiene por qué ser más cara”La certificación forestal no tiene por qué ser más cara y, de hecho, hay productos con el mismo precio que los convencionales o con un aumento inapreciable para el consumidor final.
Digamos que hay dos costes principales. Por un lado, el del proceso de certificar el bosque, que es mínimo con respecto al gasto total de una empresa forestal. Por otro lado, el de llegar al estándar que exige el certificado, que es el más costoso. Es cierto que hace años, en los inicios de la certificación, los productores subían enormemente los precios de la madera. Pero cuando han amortizado el gasto que les ha supuesto alcanzar el nivel, los costes se han diluido. Y si se encuentra un producto más caro, puede responder a otro tipo de factores, como estrategias de mercado, de oferta y demanda, etc.
“Reino Unido, Estados Unidos, Holanda y Alemania son los países más avanzados en demanda de productos FSC”Por demanda, Reino Unido, Estados Unidos, Holanda y Alemania. Si hablamos de superficie certificada, habría que incluir a Suecia. En España, aunque va con retraso, empieza a haber un mercado cada vez más interesado y las empresas buscan el sello FSC para diferenciarse. Desde el mercado español también se ha conseguido que los países de la cuenca del Congo, en apenas cinco años, hayan pasado de cero a cinco millones de hectáreas de madera certificada.
En nuestro caso, se ha concretado en cosas interesantes, como la ley de residuos, que ha incluido la certificación forestal. El Gobierno trabaja en un real decreto contra la tala ilegal y la promoción de los productos forestales certificados. A nivel mundial, los bosques tienen una oportunidad para decirle a la sociedad que es necesario cambiar de modelo económico, basado en ciertos productos no renovables. Pero también queda mucho por hacer: la deforestación se mantiene en seis millones de hectáreas anuales.