Entrevista

Jorge Morales, experto en el sistema eléctrico español y en renovables

Aunque pongan barreras al autoconsumo, el desarrollo de las renovables es inexorable, la gente no es tonta
Por Alex Fernández Muerza 18 de abril de 2014
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Imagen: Geoatlanter

Jorge Morales es uno de los primeros expertos que levantó la voz contra el actual sistema eléctrico español, que condena a los consumidores a pagar cada vez más por su recibo de la luz y frena el desarrollo de las renovables o el autoconsumo doméstico de energía. Morales, director de la comercializadora de electricidad GeoAtlanter, señala a las cinco grandes empresas eléctricas, “que controlan más que el Ministerio” (de Industria, Energía y Turismo), y apela a un nuevo cambio de modelo energético en el que los ciudadanos sean los principales protagonistas y beneficiarios. En esta entrevista explica qué pueden hacer los consumidores para pagar menos por la electricidad y asegura que los recientes cambios en el sistema regulatorio de la electricidad son en realidad una “distracción”.

¿Los cambios realizados por el Gobierno en el sistema regulatorio de la electricidad evitarán que siga subiendo el recibo de la luz?

“Las cinco grandes empresas eléctricas controlan más que el Gobierno, haga lo que haga”
Nadie lo sabe. El problema es que el mercado eléctrico lo controla un oligopolio sin transparencia. Las cinco grandes empresas eléctricas, integradas en Unesa, controlan más que el Ministerio, haga lo que haga. Si no se cambia la formación de precios del mercado mayorista, todas estas medidas son parches que no pueden garantizar ahorros en el precio de la luz. Nos llevan a un mercado de una volatilidad muy enorme.

¿Las empresas controlan más que el Ministerio de Industria, Energía y Turismo?

El Ministerio hace las normas, pero las empresas siempre encuentran la forma de aplicarlas para mantener sus beneficios. Las principales eléctricas en España tienen 6.000 millones de beneficios desde la crisis hasta ahora. Sus beneficios no han crecido, pero tampoco han disminuido. Es algo atípico en un país donde ha bajado la demanda eléctrica.

¿Qué supondrán los nuevos contadores de la luz para los consumidores?

Por el momento nada. En el fondo es una distracción. En diciembre, el Ministerio interviene en el mercado, suspende la subasta eléctrica y fija un precio administrativo, algo sin precedentes. Lo hace en contra de lo que defendía hasta ese momento, porque supuso un 11% de subida de la luz, la más alta de la historia. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) dice que ha habido “circunstancias atípicas”, pero no ha habido ningún expediente sancionador.

Se supone que los nuevos contadores inteligentes sirven para que los ciudadanos conozcan su consumo y sepan cuándo pueden consumir con precios más baratos.

El Ministerio se da cuenta ahora de que ya no puede volver a las subastas, pero que tampoco puede facturar por horas, porque el mercado no está preparado, incluso con los contadores inteligentes. En la práctica, desde el 1 de abril, los consumidores solo conocen el precio cuando les llega la factura.

¿Cuándo se le podrá sacar partido a esos contadores?

Hasta que el sistema no esté en pleno funcionamiento. Antes de bien entrado 2015, no podrán beneficiarse de horas donde sea más barata la electricidad, porque se sigue aplicando un consumo estándar. En España se va muy rápido con la instalación de contadores, pero muy despacio con las funcionalidades para que realmente sean útiles. El contador informa a la eléctrica de los consumos horarios, que se la facilitarán al consumidor cuando le llegue la factura. Para que el contador fuera útil tendría que poder verse en tiempo real, como en algunos países. Y también hay un tema muy importante de privacidad del que apenas se habla.

¿Cuál es ese asunto?

Cada 20 segundos estos contadores pueden enviar información a las compañías eléctricas. Con estos datos se pueden saber los hábitos de vida de los ciudadanos. La empresa eléctrica puede tener más información que Google, que ha sido muy criticada por este asunto de la privacidad. También puede darse un problema de ciberseguridad, que otras personas puedan tener acceso a esos datos y utilizarlos de forma incorrecta.

¿Qué pueden hacer los consumidores para pagar menos por la energía y ser más ecológicos?

“Los beneficios de las grandes eléctricas no han disminuido a pesar de la crisis”
Bajarse la potencia y pasarse a la tarifa con discriminación horaria (la nocturna de antes). Merece cada vez más la pena. En contra de todas las directrices de eficiencia energética, en el último año el Gobierno casi ha duplicado el precio de la potencia contratada, algo histórico. Si antes cada kilovatio contratado adicional costaba 20 euros al año, ahora vale 40 euros. Hay que hacer un cambio de hábitos, como no poner la lavadora y el horno a la vez. Pero recomiendo hacerlo bien, porque tener una potencia demasiado baja tiene inconvenientes. En la página web “Bajarse la potencia” se explica cómo hacerlo bien. No hay que confundir consumo con potencia. Un frigorífico tiene un consumo elevado y constante, pero su potencia no es muy alta. Los electrodomésticos de la cocina, como el horno, el microondas o la vitrocerámica son los que más potencia tienen. Y no hay que olvidar los consumos stand by. Frente a ellos se pueden usar regletas para apagar varios aparatos a la vez. Si tuviéramos en tiempo real en el móvil la información del consumo, podríamos hacer pruebas para ver los posibles ahorros, pero el ciudadano ahora ni siquiera entiende la factura.

¿Y la tarifa de discriminación horaria?

De los cerca de 28 millones de consumidores con derecho a acogerse a ella, solo un millón lo tiene. Sin embargo, en la inmensa mayoría de los casos es más barata que la otra. Desde las 10 de la noche a las 12 de la mañana en invierno, una hora más en verano, el precio del peaje es muy bajo, a costa de que el resto de horas es ligeramente superior. El equilibrio entre ambas tarifas se logra, si se consume un 30% más de la energía en dichas horas, lo más habitual, aunque parezca extraño. Ambas medidas se pueden hacer llamando a la compañía.

¿Alguna medida más?

Hay una vía indirecta, el autoabastecimiento, una batalla con el Gobierno, porque pone trabas para que no se desarrolle en España. Y luego hay otra vía “política”: que la gente manifieste su cabreo con el sector eléctrico, que se salga del oligopolio y se cambie a una compañía pequeña. Las grandes empresas se han encargado de que se consiga poco ahorro, pero si 10 millones de consumidores se cambiarían de compañía, sería una señal muy importante. La página web de la CNMC tiene un listado con decenas de comercializadores de todo tipo.

¿Alguna que pueda recomendar?

No quiero dar nombres. Como todo, hay muy buenas y muy malas. Que la gente elija por la confianza que le transmite la empresa. Desde el punto de vista práctico, actúan más como un aliado a la hora de reclamar a la compañía grande. La atención es más directa y cercana.

¿Sería una buena opción una de las cooperativas de energías renovables?

No me decanto por ninguna. Además, la etiqueta “renovable” en el fondo es engañosa en España. El certificado de garantía en origen es un papelito que dice que la planta “x” le ha producido su energía, pero no es un criterio fiable para ver quién invierte de verdad en el desarrollo de las renovables.

¿Por qué?

Porque la pagamos entre todos los consumidores. Puede pasar que una empresa con todos los certificados apenas haya invertido o incluso nada en renovables, mientras que otra que haya invertido más, si no es capaz de llegar a esos criterios, no los consiga. Y lo dice alguien que tiene una comercializadora con esos certificados verdes.

¿En Europa no dicen nada sobre las medidas tomadas en España?

“Los nuevos cambios en el sistema eléctrico son una distracción”
He estado varias veces en Bruselas, y me he quejado de que las declaraciones de la Comisión Europea son muy tibias. Pero hace poco han subido su tono crítico. En Europa ven bien que España controle el déficit público y el de tarifa, pero las soluciones no pueden tener peores consecuencias que los problemas que se quieren arreglar. Europa tiene claro que tiene que asumir un cambio de modelo y reducir su dependencia energética del exterior, que en la UE es del 54% (España del 80%). Todo ello pasa por apostar por las renovables. Por ahora, se ha quedado en una amonestación, y en un informe reciente advierte de que si España no cumple sus compromisos intermedios de renovables, será sancionada. De momento, los cumple porque vive de la herencia recibida, pero, de seguir como hasta ahora, el próximo hito le será prácticamente imposible de cumplir, porque se está desmantelando el sector de las renovables.

¿Se están desmantelando las energías renovables en España?

De forma clara. Se ataca a su línea de flotación, a la estabilidad jurídica. Las inversiones en el sector eléctrico se amortizan con periodos de recuperación a diez años. Con la inseguridad actual, nadie se arriesga a invertir, y como tienen que aumentar su presencia, el crecimiento de las renovables será más lento y más caro. El avance tecnológico hace que cada vez sean más baratas, pero en España, por esta inseguridad reguladora, serán más caras en comparación con otros países, porque el inversor exigirá más rentabilidades. Las reglas se han cambiado a mitad de partido.

¿Por qué se ataca a las renovables si tienen tantas ventajas ambientales y económicas?

“En España se están desmantelando las energías renovables de forma clara”
Hace poco escribía un artículo en mi blog que demostraba, con datos oficiales, que la eólica y la fotovoltaica son ya más baratas que el resto de energías. Hay una gran inversión en tecnologías fósiles que ni las compañías ni los gobiernos están dispuestos a perder. Se habla de la “transición lenta”. En España se han invertido en los últimos 15 años miles de millones de euros en ciclos combinados de gas, y funcionan en promedio al 11% de su capacidad. En cualquier mercado normal hubieran tenido que cerrar.

Los críticos a las renovables explican que las renovables las pagamos entre todos los ciudadanos y que, como son muy caras, habría que frenarlas.

Algunas tecnologías, hasta que han madurado, eran más caras. Pero gracias a que hemos invertido, ahora tenemos tecnologías competitivas. Y viendo lo que suponen ahora en el recibo de la luz, las tenemos más que compensadas. Ya no es un problema económico, sino de intereses.

¿El precio de la electricidad subirá más entonces en los próximos años?

Seguro, pero el desarrollo de las renovables es inexorable. Aunque pongan barreras al autoconsumo, las renovables son cada vez más baratas, y la gente no es tonta. El cambio se producirá, se quiera o no, la cuestión es cuándo y, sobre todo, en manos de quién. Espero que los gobiernos reaccionen antes, y no haga falta saltarse la ley para disfrutar de energía producida en casa.

Un reciente estudio de la Asociación de Ciencias Ambientales asegura que la pobreza energética ha aumentado en España en los últimos años. ¿Cómo podría combatirse este problema?

Es la muestra más desafortunada y evidente del fracaso de la política energética en España. Se le achacan a este problema 7.000 muertes, cinco veces más que por accidentes de tráfico. Aparte de medidas paliativas, los Presupuestos Generales del Estado deberían garantizar un consumo mínimo a los ciudadanos, al igual que hay una sanidad mínima. Pero, además, en España tenemos renovables más baratas que las fósiles. El Gobierno podría facilitar a los ciudadanos que tuvieran un equipo de renovables.

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