La basura que llega a los mares es cada vez mayor, y en su mayor parte, el 80% son residuos plásticos de todo tipo. Así lo destaca Oihane Cabezas, investigadora de AZTI, Centro tecnológico especializado en innovación marina y alimentaria con sede en Sukarrieta (Bizkaia). Según esta experta en contaminación marina, la basura visible en todos los mares del mundo sería solo la punta del iceberg de este problema, ya que el 70% de estos desechos queda atrapado en zonas poco profundas o se hunde en el fondo. Los científicos también están alertando de las consecuencias de los “microplásticos”, pequeñas partículas que amenazan el medio ambiente y la salud humana en todo el planeta. Cabezas subraya, por tanto, la necesidad de más campañas de prevención, concienciación social y recogida de residuos en los océanos.
Según estudios científicos, solo en 2010 entraron entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas de basura plástica en los océanos, alrededor del 80% del aporte total de basuras al mar. El consumo intenso y la corta vida de los productos plásticos, así como la mala gestión de los residuos urbanos, han provocado que se comiencen a acumular de forma visible y lleguen a regiones remotas del planeta, como las áreas centrales de los océanos Atlántico y Pacífico, acumulándose en zonas de convergencia (grandes giros oceánicos).
“El 70% de toda la basura marina queda atrapado en zonas poco profundas o se hunde en el fondo”El origen de la basura marina es diverso. Se estima que el 80% de las basuras marinas son de origen terrestre, provenientes principalmente del turismo costero, alcantarillado, desagües pluviales, ríos, vertederos ilegales y zonas industriales. El 20% restante procede de actividades marinas como la pesca y acuicultura, embarcaciones de recreo y transporte marítimo.
La sociedad solo es consciente de la punta del iceberg: de todas las basuras marinas solo el 15% retorna a las costas y playas; otro 15% se queda flotando en las aguas superficiales del océano; y el 70% restante queda atrapado en zonas poco profundas o se hunde en el fondo marino.
Las basuras marinas pueden producir varios efectos: problemas estéticos y visuales en zonas turísticas costeras y lesiones a sus usuarios; “pesca fantasma“, es decir, la mortalidad de aves, tortugas, peces y otras especies marinas por atrapamiento en artes de pesca a la deriva; degradación de hábitats de interés, como los arrecifes de coral o ser ingeridos por organismos que los confunden con presas; y en algunos casos facilitan la introducción de especies exóticas que pueden convertirse en invasoras.
“Los microplásticos, presentes ya en todos los mares del mundo, amenazan la salud humana y el medio ambiente”Los plásticos de mayor volumen que entran al mar se degradan y fragmentan con el tiempo hasta convertirse en pequeñas partículas de plásticos, denominados “microplásticos”. También se introducen en el mar de manera indirecta por el uso de productos con microplásticos, de cuya existencia no somos conscientes: abrasivos industriales, exfoliantes, cremas faciales, pasta de dientes, champús, geles, productos para bebés, repelentes de insectos, cremas solares, algunos cosméticos, etc. Después de su uso, aunque pasen por los sistemas de tratamiento de aguas residuales, buena parte llegan al medio marino. Todo esto ha provocado el aumento considerable de microplásticos en la capa superficial de los océanos.
Los microplásticos están presentes en todos los mares y océanos, desde las zonas polares hasta el ecuador, lo que hace que sea un problema ambiental a escala global. Constituyen una amenaza para la salud humana y el medio ambiente, debido principalmente a su capacidad de acumular compuestos químicos y toxinas. Una vez en el medio, junto con los compuestos químicos asociados, pueden ingerirlos peces e invertebrados y pasar a través de la cadena trófica a aves, cetáceos y a los seres humanos. Ya se han observado efectos negativos de pérdida de peso, crecimiento y hábitos de alimentación en los organismos marinos debido a dicha ingesta. La importancia de los microplásticos, y de las basuras marinas en general, es tal que se trata de uno de los elementos que se deben tener en cuenta para la evaluación del estado de salud del medio marino, de acuerdo a la legislación europea.
La prevención es esencial para reducir la cantidad de plásticos en el mar. Por ello, las campañas de sensibilización a todos los niveles de la sociedad son fundamentales. Aunque hay ya bastantes iniciativas interesantes, se debería ser mucho más proactivo.
“La prevención es esencial para reducir la cantidad de plásticos en el mar”Por ejemplo, las llevadas por la ONG Surfrider para la concienciación social; la recogida de basuras por buques pesqueros fomentadas por autoridades locales (“Fishing for Litter”); la recuperación de basuras marinas, incluyendo redes de pesca, para crear productos reciclados que fomenten la economía circular… En AZTI se desarrollará en los próximos años un proyecto para la mejor gestión y retirada de las basuras marinas en la costa, con participación de las principales administraciones competentes y agentes implicados. También se llevan a cabo numerosas campañas de voluntariado con participación ciudadana para la recogida de basuras en el mar, que contribuyen a crear conciencia social, como el trabajo realizado por Itsas Gela.
También hay empresas y multinacionales del sector de los cosméticos pioneras en prohibir el uso de microesferas de plástico en sus productos. Incluso hay una presión social para legislar sobre los microplásticos en Europa. En Estados Unidos se ha prohibido el uso de microesferas para producir cosméticos a partir de julio de 2017 y la venta de cosméticos con microesferas a partir de 2018.
Podemos hacer varias cosas:
- Usar menos bolsas de plástico y reutilizarlas para darles una vida más larga.
- Hacer una buena separación de basuras en casa.
- Asegurarnos de que las basuras entran en el flujo de recogida y reciclaje de basuras habitual y no echar ninguna al medio.
- Participar en campañas de recogida de basuras en playa, costa y mar.
- Informarnos sobre qué productos no usan microplásticos e intentar utilizarlos y promoverlos.
- Educar y concienciar en nuestro entorno, sobre todo en la población y juvenil, sobre el problema que suponen las basuras marinas y las buenas prácticas para reducir su impacto.