Para cortar, acanalar, hacer muescas o rebajes. Los formones, escoplos, gubias, cinceles y cortafríos son herramientas imprescindibles entre los aficionados a la carpintería y, en especial, entre los amantes de la talla de madera. No obstante, algunos de estos instrumentos son también muy útiles para trabajar piedra o metal. Todas estas herramientas tienen partes muy cortantes y, a menudo, durante su uso se desprenden trozos o esquirlas del material que se manipula, por lo que conviene tomar ciertas precauciones para evitar accidentes.
Formones, escoplos y gubias
El formón es una herramienta manual muy utilizada en carpintería para perfilar y realizar rebajes, cortes y muescas. Este instrumento se compone de una hoja de hierro acerado terminada en forma de bisel en uno de sus extremos para permitir un mejor acceso. El otro cuenta con un mango que, en general, es de madera.
En una caja de herramientas debería haber, al menos, dos formones de distinto tamaño para poder trabajar con piezas de dimensiones diferentes. El ángulo del filo también varía en función de la dureza de la madera que se va a tallar o rebajar. Si es blanda, el ángulo será de unos 25º. Si es dura, el ángulo será mayor.
Para su uso, hay que colocar la parte metálica en la zona sobre la que se trabajará. Mientras se empuña con una mano, con la otra se sujeta y se guía la punta. Si el tipo de trabajo y el material lo requieren, se puede utilizar una maza o martillo para golpear el formón.
Los formones de hoja curvada y sección acanalada reciben el nombre de gubias
El escoplo es un tipo de formón que se diferencia de este último en la anchura de corte de la boca situada en el extremo de la herramienta, más estrecha que el formón, y en el grosor de la sección, más estrecha, gruesa y reforzada en el caso del escoplo. Estas características hacen que el escoplo sea la herramienta idónea para realizar cortes, rebajes y muescas profundas en la madera.
Los formones de hoja curvada y sección acanalada reciben el nombre de gubias. Su forma las hace idóneas para realizar rebajes cóncavos, ahuecados y acanalados.
Además de sus usos en carpintería, las gubias se utilizan por los albañiles para realizar molduras y aristas.
Cinceles y cortafríos
Otra herramienta muy útil para tallar y rebajar es el cincel, que también se utiliza para cortar piedra, hacer huecos en metales, realizar surcos para el tendido de cables o desprender pequeñas porciones de material. Para realizar estos trabajos, es necesario golpear el cincel con un martillo o una maza.
Para trabajos caseros basta con tener un cincel de punta aguda y otro de punta plana
Los cinceles son barras de acero, de sección cilíndrica, cuadrada o hexagonal, con un extremo acerado y recto de doble bisel, y el otro achaflanado.
Para trabajos caseros basta con tener un cincel de punta aguda, muy útil para perforar, y otro de punta plana para romper y picar material.
Entre los diferentes tipos de cinceles destaca el cortafrío. Más fuerte y resistente que los primeros, el cortafrío destaca por su punta plana y afilada. Su robustez hace que esta herramienta se emplee para cincelar o cortar hierro y otros tipos de metales a golpes de martillo.
Las características y usos de este tipo de herramientas requieren que estén afiladas en todo momento. Para evitar accidentes, mientras no se utilizan, las partes cortantes deben estar protegidas por unas fundas especiales de plástico o goma.
Al ser herramientas muy cortantes, hay que evitar manejarlas con una sola mano. Además, el corte se debe realizar en la dirección contraria al cuerpo.
Dado que en este tipo de trabajos a menudo se desprenden trozos o esquirlas del material que se manipula, conviene utilizar gafas de seguridad y es recomendable el uso de guantes.
En ningún caso se deben usar instrumentos con rebabas, óxido o el corte mellado. En el caso concreto de los cinceles y los cortafríos, se deben desechar si la cabeza ha perdido su forma original y está aplastada, cóncava, etc.
Cuando se utilizan cinceles y cortafríos, conviene sujetarlos con un protector o empuñadura para evitar golpes fortuitos en la mano que los sujeta. Los instrumentos más grandes deben sujetarse con unas tenazas.
Sea cual sea la herramienta utilizada, debe ser lo suficientemente gruesa para que no se curve al golpearla con el martillo.