La tila es la flor del tilo, un árbol de gran tamaño que crece en regiones frías y húmedas de la zona centro y norte de Europa, así como en Asia y América. Las flores, blancas o amarillas y de agradable aroma, son recolectadas a final del verano y desecadas para elaborar infusiones. El estrés y la ansiedad producidos por el estilo de vida actual, hacen de estas flores uno de los remedios naturales más utilizados, cuya capacidad como sedante era conocida ya en el Renacimiento.
Principios activos: Las flores del tilo contienen abundantes compuestos fenólicos (ácidos fenoles, proantocianidoles, flavonoides), además de mucílagos y aceite esencial con geraniol, farnesol y eugenol. La corteza del tilo, aunque es menos utilizada con fines terapéuticos que las flores, contiene ácidos fenoles y taninos.
Propiedades e indicaciones: Destaca su capacidad sedante, muy útil en estados de excitación nerviosa e inquietud. Puede administrarse sin problemas a los niños nerviosos o que no duermen bien, ya que su consumo no presenta efectos secundarios. Se puede disfrutar de un agradable baño relajante si al agua se añade una infusión de tila.
Tiene efecto antiespasmódico y sudorífico, que resulta beneficioso como calmante de la tos y en los estados febriles. Otros usos y propiedades: diurético, hipotensor suave, vasodilatador, colerético y colagogo, enjuagues de boca y gargarismos, indigestiones, cuidado de la piel.
Plantas con las que combina:aquéllas que también tienen capacidad relajante, como lavanda, melisa, pasiflora, valeriana, azahar?
Contraindicaciones: No se han descrito
Presentación y posología: Podemos encontrarla fácilmente en numerosos establecimientos, en forma de bolsitas listas para preparar las infusiones con sólo sumergirlas unos minutos en agua caliente. Con las flores desecadas se realiza la infusión incorporando un puñadito en agua hirviendo; se deja reposar unos minutos y se toma después de colarla. En estados de ansiedad o nerviosismo, se aconseja tomar de 3 a 4 tazas al día, una antes de acostarse para beneficiarse del efecto sedante. Para el baño relajante es preciso hervir una cantidad de 300 a 500 g de flores en 1 ó 2 litros de agua, que se incorporarán al agua de baño.