El estudio PREDIMED, desarrollado entre más de 200 centros de salud de todo el país por expertos de la Universidad de Málaga, intentará verificar las propiedades preventivas de una alimentación mediterránea en personas con factores de riesgo cardiovascular.
El estudio, denominado «Efectos de la dieta tipo mediterránea en la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular», consiste en determinar si el hecho de adoptar hábitos alimenticios mediterráneos consigue evitar patologías relacionadas con el corazón, el aparato circulatorio o incluso el cáncer. En PREDIMED, dirigido en la Universidad de Málaga por Enrique Gómez Gracia, participan 17 entidades médico-sanitarias de toda España dedicadas cada una a un nodo concreto del estudio. En total, el estudio engloba a ocho comunidades autónomas distintas donde colaboran 200 centros de salud.
Concretamente en la universidad malacitana se trabaja en el estudio de los metales pesados, como plomo, cromo o cerio. El estudio general se realizará sobre unas 12.000 personas que deben reunir dos requisitos, que son padecer diabetes tipo II o que confluyan tres o más factores de riesgo como el tabaquismo, la hipertensión arterial, el colesterol alto o sobrepeso. Estos pacientes se dividirán en tres grupos de 4.000 cada uno. Al primero se les aconseja llevar una alimentación saludable sin grasas. Al segundo, la dietista les enseña cómo llevar la alimentación mediterránea, y el tercero muy similar al anterior pero en lugar de consumir aceite de oliva se les ofrecen frutos secos.
En concreto, se les administrará 30 g diarios de avellanas, nueces y almendras ricas en ácido fólico, vitamina E o ácidos grasos esenciales como Omega 3 vegetal. Un estudio piloto presentado el pasado mes de marzo ha demostrado que en los pacientes de los grupos de aceite de oliva y frutos secos se ha reducido la concentración de grasas en los marcadores de inflamación del aparato circulatorio, lo que disminuye el riesgo de desarrollar arteriosclerosis.